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Cesare Bonesana Marqués de Beccaria


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2015  •  Ensayos  •  3.744 Palabras (15 Páginas)  •  209 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Cesare Bonesana Marqués de Beccaria  fue literario, filosofo, jurista, y economista italiano. Formo parte del círculo de los hermanos prieto y Alesandro Verri quienes fueron determinantes en su obra:

  • Formaban parte de un grupo denominado “La academia de los puños”
  • Desde allí publicaban el periódico IL CAFFE cuyo objetivo era la reforma de la justicia penal.

Después de publicar algunos ensayos de economía Beccaria escribió “De los delitos y de las penas” en 1764 utilizando información proporcionada por prieto Verri y Alesandro Verri.

Para Beccaria delito es “La conducta perjudicial para la sociedad”. Divide el delito en:

  • Contra la sociedad,
  • Contra los particulares
  • Contravenciones

En el libro “De los Delitos y las Penas” Beccaria  denuncia y  critica:

  • El uso de la tortura para obtener confesiones
  • Los procedimientos basados en acusaciones secretas
  • El poder arbitrario discrecional de los jueces
  • La inconsistencia y desigualdad al sentenciar
  • El uso de influencias personales para dictar sentencias más suaves
  • El uso de la pena de muerte para delitos menores

Beccaria desarrolla sus argumentos influidos por dos importantes conceptos filosóficos, el contrato social y la utilidad.

  • Contrato social: el castigo se justifica solo para defender el contrato social y asegurarse que todo el mundo estará motivado para velar por el
  • Utilidad: El método de castigo seleccionado debe ser el que mejor sirva al bienestar público.

También podremos encontrar en el tratado “De los delitos y de las penas” Becaria defiende una posición utilitaria del castigo:

  • Debe servir para crear una sociedad mejor.
  • Debe servir para disuadir a los demás a  cometer crímenes, a la vez debe prevenir a que un criminal repita un crimen.

Becaria expone una de las primeras críticas al uso de la pena de muerte.

  • La pena de muerte no es necesaria para detener los delitos. El encarcelamiento prolongado es un disuasivo más poderoso que la ejecución que es transitoria  

Para Beccaria los delitos se cometen por varios factores como la falta de educación, o porque el legislador no es claro con los delitos o en la forma del lenguaje y eso propicia que las personas no sepan que existe el delito.

Beccaria afirma que para hacer cumplir las leyes se tenía que establecer Penas contra los infractores a las leyes. Esta obra refleja la poca capacidad que tenían los monarcas para gobernar y como se veían sobrepasados, su solución era minimizar a sus ciudadanos siempre que no fueran nobles ya que estos tenían unos ciertos privilegios en los que no se podía juzgar. La tortura en nuestros días no existe casi en ningún país desarrollado, pues solo sirve para condenar al débil inocente y dejar libre y proteger al verdadero delincuente.


  DESARROLLO

EL ORIGEN DE LAS PENAS

En el origen de las penas Beccaria habla de una especie de contrato social en donde los hombres deciden ceder parte de su libertad y hacer uso de sus derechos en la sociedad retomando autores como Rousseau, defiende la ley por encima de todo, afirma que se necesitan ciertas sanciones punitivas, prescritas en leyes imparciales y que no se puede violar y no deben ser establecidas por la voluntad de un juez.

DRECHO DE CASTIGAR

En este capítulo nos dice que todo acto de autoridad de hombre a hombre que no se derive de la absoluta necesidad es Tiranía, he aquí la base sobre la que el soberano tiene fundado su derecho para sancionar los delitos. El gobernador está facultado para castigar cualquier desorden que afecte a la tranquilidad del orden público y tanto mayor es la libertad que el soberano conserva a sus súbditos más justa son las penas y las sanciones. Sobre el derecho de castigar; el soberano no puede pasar por encima de los principios fundamentales que posee para apenar, no debe ser injusto ni buscar un bien propio, sino un beneficio para la sociedad. Pues, cualquier ley que se separe de los derechos de los ciudadanos o de los principios del soberano encontrara siempre una resistencia opuesta que vencerá al fin.

CONCECUENCIAS

En este caso Beccaria  nos menciona 3 consecuencias que estaban mal en el orden jurídico policiaco de ese entonces ya que En el Derecho Penal Antiguo no había una serie de antecedentes legales que se consideraran para la pena ya que cada delito tenía una pena establecida por la ley y ya que no tenía un atenuante legal y que lo rigiera por el analfabetismo los magistrados o jueces podían cambiar la pena según valoraran cada caso.

“La primera consecuencia de estos delitos es que solo las leyes pueden decretar las penas de los delitos, y esta autoridad debe residir únicamente en el LEGISLADOR que representa toda la sociedad unida por el contrato social”. Esta es la primera muestra de la división de poderes que empela Beccaria en su escrito. Donde sostiene que esto garantizaría que ningún juez en un arranque de venganza imponga una sanción injusta para el implicado. “La segunda consecuencia es que si todo miembro particular se halla ligado a la sociedad, la sociedad debe estar ligada a cada miembro en particular” La voluntad establecida, debe ligar desde el más rico hasta el más pobre también establece que   soberano puede formar leyes generales que sean obligatorias para todos los habitantes, pero cuando alguna persona no cumpla con alguna de esas leyes, debe intervenir un tercero para que juzgue la verdad del hecho y sus sentencias sean inapelables.

INTERPRETACION DE LAS LEYES

En este capítulo podremos encontrar una cuarta consecuencia en donde “la autoridad de interpretar las leyes penales no puede residir en los jueces criminales por la misma razón que no son legisladores” Beccaria sostiene que en todo delito debe haber una sanción que no esté necesariamente explicita al texto pero si libre de interpretación para darle lugar a la controversia. Esta interpretación de los jueces debe ser lo más clara posible, para que no se cometan injusticias ya que hemos observado que se han castigados los mismos delitos por los mismos tribunales en diversos tiempos no con la voz de la ley sino con la voz de una mala interpretación.

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