DESARROLLO DEL TALENTO HUMANO EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

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DESARROLLO DEL TALENTO HUMANO

        EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

WENDY PAULINA CARRILLO.Q

31 AGQ 2

DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO- 2018

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

DESARROLLO

Es un libro, autobiográfico, que relata la vida del autor Viktor E. Frankl en los campos de concentración de la antigua Alemania nazi. Cuenta la crueldad con la que los soldados alemanes maltrataban a los prisioneros y a su vez explica como incidía la vida en el campo de concentración en la mente del prisionero medio.

En un campo de concentración había dos tipos de prisioneros diferentes, el prisionero corriente, que sufría los trabajos más duros y recibía la crueldad de los soldados y los denominados “capos”, que eran prisioneros con privilegios y a menudo trataban a los otros prisioneros peor que los mismos soldados.

Nada más llegar al campo de concentración, que en este caso era el de Auschwitz, a los prisioneros se les quitaban sus objetos personales y sus documentos de identidad y se les identificaba con un número. Luego se hacía una primera selección que consistía en agrupar a los enfermos, deformes, débiles o que tenían algún defecto para trabajar y los enviaban a alguno de los campos centrales, provistos de crematorios y cámaras de gas para matarlos.

Los trabajos forzados de los prisioneros tenían, a veces, una recompensa en forma de cupón con los que se podían canjear por una docena de cigarrillos o una docena de raciones de sopa. Normalmente los cupones se guardaban para la sopa, pero, gracias a ellos se podía distinguir cuando un prisionero perdía las ganas de vivir y se fumaba sus cigarros para “disfrutar” de sus últimos días de existencia.

El autor en este libro divide la vida en el campo en tres fases que son:

- Fase uno, “El internamiento en el campo”.

Esta fase se caracteriza, según Frankl, por el shock. Unos 1500 prisioneros viajaban en un tren que estaba totalmente lleno. Habían mas o menos unos 80 presos en cada vagón que pensaban que los iban a destinar a una fábrica de municiones luego se dieron cuenta que los habían trasladado hacia el campo de concentración de Auschwitz.

Cuando llegaron, los recibieron un grupo de prisioneros que hablaban en todos los idiomas y que además parecían estar bien alimentados. Luego se enterarían que era un grupo especial de prisioneros que hacían las funciones de comité de bienvenida. Por ello los prisioneros que llegaban pensaron que podrían compartir su situación.

Llegó el momento de la desinfección, que es donde les quitan todos sus objetos personales, Frankl perdió un manuscrito de alto valor, les afeitan todo el cuerpo y les dan una pastilla de jabón.

Cuando se encontraban en la ducha a todos los prisioneros los embargó un humor negro. Sabían que nada tenían que perder así que se pusieron a bromear acerca de ellos mismos, otra sensación se apodero de ellos: la curiosidad, que suele aparecer ante ciertas circunstancias extrañas. Se tenía ese ánimo como medida de protección, todos deseaban saber qué pasaría con su existencia durante su estadía en el campo de concentración.

La amenaza de muerte constante, lo desesperado de la situación y el preguntarse quién será el siguiente hacia que ellos pensaran en suicidarse o escapar.

Un amigo de Frankl salió de su celda a pesar de que era prohibido y les dio consejos tales como el de tener una apariencia joven y lozana ya que a los que parecían enfermos y demacrados por fuera y por dentro eran los que más posibilidades tenían de ir  a la cámara de gas. A estos últimos se les llamaba musulmanes.

Fase 2, “La vida en el campo”

Las reacciones de la fase anterior desaparecieron con el pasar de los días.  Todos los prisioneros tenían una sensación de apatía, ya no les importa casi nada, esto era como un mecanismo de autodefensa, ya que asi olvidaban todo dolor y sufrimiento.

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