ELSA PUNSET

A menudo se nos plantean dudas existenciales que a nuestro juicio se asemejan a enigmas y que nuestro saber cotidiano no consigue resolver. Es en este momento cuando entra en juego la psicología, en ocasiones combinada con la filosofía, y nos ayuda a comprender y solucionar misterios comunes a todos los seres humanos, y que, sin embargo, creemos queúnicamente nos suceden a nosotros y que su resolución escapa de nuestras manos. En este ensayo planeo exponer claves para una vida mejor, opiniones y experiencias, así como algunas de las respuestas que da Elsa Punset, escritora y filósofa española de renombre, en ‘Una mochila para el Universo’ a dudas muy extendidas. En este libro ella plantea y resuelve estas incesantes cuestiones de un modo ameno y sencillo con el propósito de ayudarnos a manejar nuestras cargas y hacer la mochila de preocupaciones más ligera.

Los temas que he escogido para exponer y desarrollar en este pasaje son concernientes a la humanidad al completo y, por tanto, es primordial comprenderlos desde el punto de vista psicológico para así poder ser más felices. El amor y la amistad son necesidades innatas comunes a la humanidad mientras que aprender a vivir en el presente es una opción de vida aunque muy recomendada debido a los múltiples beneficios que aporta, tales como mayor felicidad, reducción de la angustia y liberación de cargas pasadas.

Son temas en los que tengo experiencia además de una opinión formada.

El amor tiene dos definiciones predominantes:

1.-) sentimiento de afecto e inclinación hacia una persona uobjeto al que se le desea todo lo bueno.

2.-) sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la que se desea compartir una vida en común.

Atendiendo a estos conceptos, el amor es un sentimiento interpersonal de afecto basado en la atracción emocional y sexual, sin embargo, a día de hoy se ha desvirtuado el significado hasta tal punto que relaciones de dependencia, apoyadas en celos y desconfianza son aceptadas entre jóvenes y adultos, hecho que me alarma enormemente hace años. Estas ideas se basan en modelos de pareja insanos, a menudo difundidos y aceptados por la televisión, el cine y los libros. Dos obras muy vigentes son 50 sombras de Grey, que expone una relación enfermiza basada en la violencia y el control así como en el abuso emocional y sexual y la saga de After, que al igual que la anterior se convirtió en un fenómeno mundial y que fomenta comportamientos inaceptables como la humillación, la intimidación, la posesión, la manipulación y la anulación de la mujer. Lo más preocupante de que obras como éstas salgan al mercado y consigan semejante fama es la carencia de análisis crítico de muchas personas, que admiran e interiorizan estos modelos de relación y cómo este tipo de libros, especialmente el segundo, tienen un target tan joven contribuyendo así a perpetuar creencias irracionales sobre el amor y las relaciones y fomentando el machismo en la vida de pareja. Asimismo, el porno convencional heteronormativo y centrado en el binarismo no se exime de culpa. Soy una persona de mente abierta y no creo en los tabúes, sin embargo, critico el prototipo de relación que este promueve. En mi opinión, el objetivo del porno es representar las fantasías humanas de un modo visual, no obstante, se ha convertido en la fuente de información sexual de los jóvenes, provocando así ideas descabelladas sobre el amor, el sexo y las relaciones de pareja.

Abogo por una educación sexual rica en la que el sexo no sea un tabú y en la que se expliquen y representen todas las posibilidades sexuales y amorosas, defiendo el cuestionamiento a los roles aceptados hace milenios, caducos y desiguales así como fomento el uso de esta herramienta a modo de obtención de placer de acuerdo a nuestras fantasías pero sin interiorizar lo nocivo de esta industria.

Sobre el amor coexisten diversas ideas aceptadas socialmente que solo son falsas y que, a pesar de ello, hemos aceptado e interiorizado sumergiéndonos en relaciones a la larga perjudiciales. Una relación amorosa de pareja debe estar basada en el crecimiento personal, en la confianza y en el respeto; poder estar juntos pero saber estar separados, mantener los vínculos con familia y amigos intactos y no descuidar nuestras necesidades, aficiones o la situación laboral o educacional. Además, es primordial amar desde la libertad, respetar la opinión del otro, aprender a escuchar y hablar de preocupaciones, molestias o enfados a través de la comunicación sincera.

Enamorarse es un proceso en ocasiones doloroso pero abrirse a él puede ser útil para la transformación y el aprendizaje, aparte de facilitar el cambio y una mentalidad más abierta. A pesar de que considero estos argumentos verídicos, mi experiencia personal dicta que, al menos por un tiempo, quiero estar alejada de todo vínculo amoroso, ya sea conocer a alguien, tener sexo casual o incluso una relación de pareja y llego a esta conclusión tras tres meses aprovechados para satisfacer mis necesidades, dejarme tiempo para mí misma y mis aficiones, para pensar, meditar y sobre todo quererme a mí misma.

Durante dos años, adopté una especie de monogamia sucesiva sin establecer ninguna relación seria: conocía a alguien, me encariñaba, todo era intenso, me olvidaban, me deprimía y vuelta a empezar, y lo menos tropecé con esa piedra veinte veces. En vista de los problemas que me acarreaba esto, decidí inconscientemente ser yo la mala, no enamorarme de las personas con las que estaba e hice daño a dos buenas personas que no lo merecían. Fue entonces cuando descubrí el verdadero placer de estar sola, de aliviarme de un estrés innecesario y de creencias irracionales como necesitar a alguien que me quiera para poder quererme yo o considerar las relaciones algo ineludible en vez de un complemento.

Con esto aprendí que el deseo dista mucho de la necesidad y una pareja no es una necesidad en absoluto y menos si la quiero para que me provea el amor, la aprobación o el afecto que yo no puedo darme. Es a partir de este momento que me doy cuenta de que para ser feliz me tengo a mí, para conseguir lo que deseo me puedo valer por mí misma y para mi transformación y desarrollo personal únicamente tengo que analizar mis errores. No quiero ser vulnerable ante nadie salvo ante mí misma.

La amistad es uno de los vínculos más necesarios entre los seres humanos, nos aporta protección, afecto y la sensación de pertenecer e importar a alguien, pero en ocasiones olvidamos la importancia de nuestros amigos o les exigimos demasiado cuando la clave está en pedir a cada uno lo que puede dar. ¿No es absurdo pedir constantemente a quien deberíamos perdonar más? Es lícito que el amigo que te felicita siempre por tu cumpleaños no acuda a tu casa de madrugada cuando rompes con tu novio, probablemente sea una persona metódica y ya esté durmiendo. A menudo nos exigimos demasiado y por tanto exigimos demasiado de los demás no valorando lo que nos ofrecen y con un inconformismo insaciable que aplasta la voluntad de los demás y convierte las relaciones en tóxicas. En ocasiones dependemos de la amistad y demandamos tanto que lo adulteramos y convertimos en alianzas inflexibles y dependientes que agobian a quienes lo soportan.

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