El Corazón Del Hombre
Andreshdzhdz9 de Octubre de 2014
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El corazón del hombre
Capítulo 1 “El hombre, ¿lobo o cordero?”
¿Los hombres son corderos o lobos? Las dos partes pueden acumular buenos argumentos a su favor. Los que dicen que los hombres son corderos no tienen más que señalar el hecho de que es fácil inducir a los hombres, aunque sea perjudicial.
Parece que la mayoría de los hombres son niños sugestionables y despiertos a medias, dispuestos a rendir su voluntad a cualquiera que hable con voz suficientemente amenazadora o dulce para persuadirlos. Realmente, quien tiene una convicción bastante fuerte es la excepción y no la regla, excepción con frecuencia admirada siglos más tarde.
Esta creencia de que los hombres son corderos y que, por lo tanto, necesitan de jefes que tomen las decisiones por ellos, ha dado con frecuencia a los jefes el convencimiento sincero de que estaban cumpliendo con un deber moral.
Talaat Pachá, Hitler, Stalin. Esos hombres no estaban solos. Contaban con miles de hombres que mataban por ellos. Estos hechos han llevado a pensadores como Hobbes a la conclusión de que homo homini lupus (el hombre es un lobo para el hombre)
¿Supongamos que tú y yo y la mayor parte de los hombres corrientes son lobos disfrazados de corderos, y que nuestra “verdadera naturaleza” se manifestará una vez que nos liberemos de las inhibiciones? Este supuesto es difícil de refutar, pero no es enteramente convincente.
¿Supondremos que la respuesta más sencilla es que hay una minoría de lobos que viven entre una mayoría de corderos? Los lobos desean matar, los corderos quieren imitarlos. De ahí que los lobos pongan a los corderos a matar, asesinar y estrangular.
Quizá es erróneo todo el dilema. ¿Quizá el hombre es a la vez lobo y cordero, o ni lobo ni cordero? Si estamos convencidos de que la naturaleza humana es intrínsecamente propicia a destruir. ¿Por qué hacer resistencia a los lobos si todos somos lobos, aunque unos más que otros? ¿O es que el hombre solo se deja llevar? Todo eso nos lleva a analizar los diferentes tipos de violencia.
Capítulo 2 “Diferentes formas de violencia”
Tratar las manifestaciones menos patológicas de la violencia puede ser útil para el conocimiento de las formas de destructividad gravemente patológicas y malignas. La distinción entre diferentes tipos de violencia se basa en la distinción entre sus respectivas motivaciones inconscientes; pues sólo el conocimiento de la dinámica inconsciente de la conducta nos permite conocer la conducta misma, sus raíces, su desarrollo y la energía de que está cargada.
Violencia juguetona o lúdica: es un tipo de violencia que no sirve para destruir, se desarrolla en los juegos debido a que se quiere mostrar destreza y se tiene un deseo de competir.
Violencia reactiva: este tipo de violencia se emplea en la defensa de la vida, la libertad, de la dignidad, de la propiedad, ya sean las de uno o las de otros. Tiene sus raíces en el miedo. Los grandes líderes usaron este motivo para que los apoyaran con sus deseos destructores, es fácil persuadir si se trata de defender a un país.
Otro aspecto de la violencia reactiva es el que se da por la frustración, lo que resulta de esta agresión es la hostilidad producida por la envidia y los celos
Violencia vengativa: la finalidad es evitar el daño que amenaza, esta sirve a la función biológica de la supervivencia. Este tipo de violencia se da en grupos primitivos. Una persona productiva no tiene deseos de venganza. Aquí también los grandes líderes convencen a la masa con un deseo de venganza después de haber sido derrotados.
Estrechamiento relacionada con la venganza esta una fuente de violencia debida al quebrantamiento de la fe basada en el amor y en la verdad, esta tiene lugar con frecuencia en el niño.
Violencia compensadora: se da cuando una persona es “impotente” de trascender de manera positiva en el mundo y pretende trascender de una manera destructiva.
Relacionado con este tipo de violencia está el impulso hacia el control completo y absoluto de un ser vivo, este impulso es la esencia del sadismo.
“Sed de sangre”: Es cuando se tiene una pasión de matar como un modo de trascender a la vida, haciéndose como un animal y librándose así de la carga de la razón.
Capítulo 3 “Amor a la muerte y amor a la vida”
Trataremos de tres clases diferentes de orientación; necrofilia (biofilia), narcisismo y fijación simbiótica en la madre. Las tres tienen formas benignas, que pueden ser tan leves que ni siquiera se les puede considerar patológicas. Las formas malignas, en sus formas más graves convergen y acaban por formar el “síndrome de decadencia”; este síndrome presenta la quintaesencia del mal; es al mismo tiempo el estado patológico más grave y raíz de la destructividad e inhumanidad más depravadas.
No conozco mejor introducción que la necrofilia esta se relaciona con el carácter sádico-anal de Freud y con su instinto hacia la muerte.
La persona necrófila tiene ciertas características como tener sueños sobre muerte, está atraída y fascinada por todo lo que no vive (cadáveres, basura, heces, marchitamiento, etc.). La persona necrófila vive en el pasado, nunca en el futuro, sus emociones son esencialmente sentimentales, es decir, alimentan el recuerdo de emociones que tuvieron ayer. Son personas frías y son movidas por el deseo de convertir lo orgánico en inorgánico, de mirar la vida mecánicamente como si las personas fueran cosas. Tienen un deseo de control a través de la posesión y el orden, cuando no poseen algo o no pueden controlarlo la única manera de hacerlo es matándolo. Para el necrófilo solo existen dos tipos de polaridad, los que tienen el poder de matar y los que carecen de él. Las personas que carecen del poder de matar pero también sienten esa atracción lo manifiestan de manera diferente como la madre que solo habla de los defectos del hijo y de sus malos pronósticos hacia el futuro, no la impresionará un cambio favorable.
Un personaje importante para la psicología que era necrófilo, este es Carl G. Jung que manifestaba sueños en donde solían estar llenos de cadáveres, sangre y muerte. Jung era una persona extraordinariamente creadora, el resolvió el conflicto dentro de sí mismo y supo canalizarlo hacia una capacidad de curar y de brillantes especulaciones.
Lo contrario a la necrofilia esta la biofilia que su esencia es el amor a la vida en contraste con el amor a la muerte. En los animales la forma más explícita en la que se manifiesta la biofilia es en su tendencia a sobrevivir. Spinoza dijo “Todas las cosas, en cuanto son, se esfuerzan por persistir en su ser”. A este esfuerzo lo llamó la esencia misma de la cosa en cuestión.
Otra expresión elemental en los organismos es la tendencia de fusión con los demás organismos desde la celular sexual hasta la sexual de los animales y del hombre. Esta última se basa en la atracción entre los polos masculino y femenino, es por eso que la naturaleza proporcionó el placer más intenso a esta fusión. Pero aunque parece que el instinto sexual sirve a la vida psicológicamente no necesariamente, ya que en esta se pueden presentar perversiones en donde se mezcla la vida y la muerte.
La persona biofila previere ver algo nuevo a la seguridad de lo viejo, ve hacia el futuro en vez de al pasado, su sentido de la vida es funcional y no mecanicista, ve el todo y no únicamente las partes, quiere moldear e influir por el amor, la razón, por su ejemplo y no por la fuerza.
La ética biofilica tiene su propio principio del bien y del mal. Bueno es todo lo que sirve a la vida y malo es todo lo que sirve a la muerte.
La conciencia biofila es movida por la atracción a la vida y a la alegría, por esta razón el biofilo no vive en el remordimiento y la culpa. Se vuelve a citar a Spinoza en su ética biofila que dice “El placer no es en sí mismo malo, sino bueno; por el contrario, el dolor es malo en sí mismo.”
El amor a la vida está en la base de las diferentes versiones de la filosofía humanista.
Para aquellas personas en las que predomina el amor a la vida se sentirán disgustados cuando descubran lo cerca del “valle de la sombra de la muerte”.
Las dos orientaciones de necrofilia y de biofilia se pueden comparar con lo que Freud llama instinto a la vida (Eros) y el instinto a la muerte (thanatos). Esta dualidad es la contradicción más grande que existe en el ser humano.
La potencialidad de la necrofilia y la biofilia, estas se pueden desarrollar si existen condiciones hacia la vida o hacia la muerte.
Entre las condiciones para la biofilia está el cariño, las relaciones afectuosas durante la infancia, libertad y ausencia de amenazas, enseñanza y guía en el arte de vivir.
Lo opuesto a estas condiciones son el carecer de estímulos, frialdad, condiciones que hacen la vida rutinaria y carente de interés, orden mecánico, etc.
También existen condiciones sociales que vendrían siendo las mismas ya mencionadas pero a nivel social. El factor más notorio es la abundancia en contra de la escasez. Cuando una persona pasa su vida defendiéndose de ataques para no morir o para no morir de hambre, el amor a la vida se atrofia y se fomenta la necrofilia.
Otra condición para la biofilia es la abolición de la injusticia, en cuanto a injusticia se refiere a cuando el hombre no es un fin en sí mismo sino medio para los fines de otro hombre.
Finalmente otra condición para la biofilia es la libertad, libertad para crear y construir, para admirar y aventurarse.
El desarrollo del amor a la vida
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