El Currículo Oculto Y Las Prácticas De Resistencia Martha Casarini Ratto Teoría Y Diseño Curricular
YUNUEN_MAYORQUIN14 de Enero de 2012
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Currículum formal, real (o vivido) y oculto Tanto el plan de estudios (currículum formal) como sus programas de cursos representan el aspecto documental de un currículum. Es interesante señalar que la palabra programa significa -etimológicamente-: "anunciar por escrito"; los programas constituyen las micro-estructuras de un plan de estudios y por lo común indican:
• Objetivos generales y particularidades de aprendizaje.
• Organización y secuenciación de contenidos.
• Actividades de aprendizaje y estrategias de enseñanza.
• Modalidades de evaluación y distribución del tiempo.
En síntesis, el plan de estudios y los programas son documentos -guías- que prescriben las finalidades, contenidos y acciones que es necesario llevar a cabo por parte del maestro y sus alumnos para desarrollar un currículum.
El currículum real (o vivido) puesta en práctica del currículum formal con las inevitables y necesarias modificaciones que requiere la contrastación y ajuste entre un plan curricular y la realidad del aula. No habrá que olvidar que el currículum real encuentra su razón de ser en la práctica educativa.
Es en dicha práctica donde concluyen y se entrecruzan, de manera más o menos equilibrada y conflictiva, diversos factores. Entre estos factores se encuentran tanto el capital cultural de maestros y alumnos, como los requerimientos del currículum formal, los emergentes no previstos de la situación colectiva del aula y otros factores socioculturales, económicos y políticos presentes en el contexto social de la institución educativa en espacios y tiempos específicos; asimismo, maestros y alumnos con similares o distintas inserciones sociales e historias personales concepciones diversas sobre una variedad de asuntos vitales generan la apropiación de conocimientos, valores, habilidades, actitudes y destrezas, en el transcurso del proceso de enseñanza y aprendizaje. Lo anterior justifica el establecimiento del currículum real como una categoría de análisis.
Por otra parte, el currículum oculto es una categoría de análisis que nos permite interpretar con mayor precisión la tensión existente siempre entre intenciones y realidad, entre currículum formal y currículum real. El currículum oculto es, según Arciniegas (1982, p. 75): “proveedor de enseñanzas encubiertas, latentes, enseñanzas institucionales no explícitas, brindadas por la escuela -puesto que ésta es un microcosmos del sistema social de valores-“.
Ya que la educación no es un proceso neutro y aséptico, es inevitable y necesario el componente ideológico, moral y político que existe en cualquier empresa educativa que los seres humanos emprenden. De ahí la presencia del currículum oculto, tanto en el currículum formal como en el currículum real, a través de los lenguajes implícitos -verbales, escritos, gestuales-. Como señala McLaren (1984, p. 224)
El currículum favorece ciertas formas de conocimiento sobre otras y afirma los sueños, deseos y valores de grupos selectos de estudiantes sobre otros grupos y a menudo discrimina a partir de la raza, la clase y el género. En general los teóricos críticos están interesados en cómo las descripciones, las discusiones y representaciones en los libros de texto, materiales curriculares, contenidos de cursos y relaciones sociales materializadas en la práctica en las aulas benefician a los grupos dominantes y excluyen a los subordinados. En este contexto frecuentemente se refieren al "currículum oculto".
El concepto de currículum oculto se convierte en una categoría polémica, pues dependiendo de la visión socio-antropológica que se tiene de la escuela y la educación, así se da el balance que los estudiosos hacen de esta categoría. Algunos ven en el currículum oculto una herramienta de socialización provechosa, o por lo menos necesaria, puesto que la escuela debe cumplir con la función de adaptar niños y jóvenes al medio social. Otras perspectivas más críticas cuestionan el enfoque adaptativo, pues lo consideran una visión conservadora del conocimiento, y a éste, como algo que debe ser aprendido; los alumnos son concebidos como individuos pasivos y reproductores del conocimiento y los valores legitimados. Las posiciones de las cuales estamos haciendo un breve resumen han sido organizadas por Giroux (1990, p. 122) en tres enfoques: "tradicional, liberal y radical".
Más allá de las diferencias significativas existentes entre dicha enfoques, el elemento común en los tres es el señalamiento que hace del currículum oculto como una herramienta interpretativa que permite registrar el modo de operar de la escuela como institución social: ¿por qué y cómo se legitiman ciertos contenidos educativos frente a otros?, ¿cuál es el papel social que como autoridad cumple el maestro? ¿cómo se reproduce el conocimiento válido?, etcétera.
La distinción entre currículum formal, currículum real y currículum oculto tiene por objeto reafirmar el análisis sobre las intenciones curriculares (currículum formal, currículum oculto) y las concreciones en el desarrollo curricular (currículum real - currículum oculto). Por lo tanto, siempre que nos refiramos a currículum, en éste texto, estaremos englobando en ese concepto tanto las tres categorías enunciadas, como sus aspectos teórico y práctico, es decir, intenciones y desarrollo curricular. A partir de lo anterior, estamos en condiciones de formular algunas preguntas.
¿El currículum es la prescripción? ¿Es el plan? ¿Es la práctica? ¿El currículum engloba ambos procesos? ¿Existen planes curriculares que de manera no siempre consciente tienden a disociar la teoría y la práctica? ¿Cuáles son? ¿Hay ejemplos? ¿Existen otras formas curriculares que coadyuvan a lograr la vinculación teoría-práctica? ¿Es necesario pensar de otra manera la gestión educativa y el papel de los maestros para mantener la relación entre intenciones y realidad?
A fin de cerrar este apartado, introducimos otra definición de currículum enunciada en el texto de Diseño curricular base (1989, p. 21) que integra aspectos de la reflexión anterior:
El currículum se entiende como el proyecto que determina los objetivos de la educación escolar, es decir, los aspectos del desarrollo y de la incorporación de la cultura que la escuela trata de promover y propone un plan de acción adecuado para la consecución de estos objetivos. El currículum tiene, por lo tanto, dos funciones diferentes: la de hacer explícitas las intenciones del sistema educativo y la de servir como guía para orientar la práctica pedagógica.
He aquí un planteamiento sobre el currículum que trata de vincular los dos aspectos mencionados: intenciones y realidades. Lo anterior nos encamina a la ampliación que realizaremos del término currículum al mismo tiempo que nos permitirá formular algunas precisiones.
Ampliación del concepto
El currículum como proyecto: Hay que pensar el currículum en términos de proyecto; esta denominación es más abarcativa que la de plan de estudios entendido, de manera tradicional, como selección y secuencia de contenido. La idea de proyecto permite visualizar al currículum como la propuesta que determina lo que ocurre en el aula entre maestros y alumnos. De allí la afirmación de que el currículum es un instrumento potente para la transformación de la enseñanza y, por ende, una fecunda guía para el profesor. La propuesta curricular es el marco que opera como referente orientador de la práctica del maestro; sin embargo, al mismo tiempo, dicha práctica retroalimenta el rediseño de la propuesta original.
El concepto de currículo oculto adquiere una amplia difusión y popularidad en México en los ochenta. Al principio de la década hay una circulación limitada del libro de Philips W. Jackson La vida en las aulas, publicado en los Estados Unidos en 1968 y editado en español en 1975.
Existe la tendencia de referirse al currículo oculto en el marco de una exposición conceptual general del currículo y no necesariamente como objeto de estudio propio de investigación educativa. Con el concepto currículo oculto se otorga importancia a lo cotidiano, lo rutinario y lo temporal, implicando el currículo en sus diferentes dimensiones.
1.4.1 La apropiación y el uso del concepto en México.
Las primeras referencias se encuentran en los trabajos de Reimer, Guzmán y Remedi (1982). Reimer (1974) en su libro La escuela ha muerto, señala que las escuelas “esconden un currículo mucho más importante que el que se dice enseñar.” El propósito es propagar los mitos sociales y las creencias que distinguen a una sociedad de otra y que la mantiene unida.
Guzmán (1978), enfatiza el elemento de arbitrario cultural “como columna del currículo oculto”, que sirve para mantener y reproducir la ideología dominante por medio del sistema de enseñanza.
Remedi (1982), en la ponencia “Currículum y accionar docente” aborda el concepto de currículo oculto junto con el currículo oficial, ambos “signan la práctica del maestro”. En relación con la situación y la perspectiva del maestro, se señala el “conjunto de acciones que a partir del currículo se expresa en el aula”.
Reconocer la diferencia entre planteamiento curricular y la realidad escolar ha servido para ampliar el panorama del currículo y cuestionar sus fundamentos racionales. Esta perspectiva, junto con el énfasis en el actuar del docente, constituye una interpretación común del currículo oculto en México.
Algunas de las investigaciones sobre este respetan el sentido original de la conceptualización de Jackson, mientras que otras se apoyan
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