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El Hombre En Busca Del Sentido


Enviado por   •  23 de Agosto de 2012  •  3.617 Palabras (15 Páginas)  •  448 Visitas

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El Hombre en busca del sentido (Victor Frankl)

Primera fase: Internamiento en el campo

El síntoma que caracteriza la primera fase es el 'shock'. Todos los prisioneros del campo fueron transportados al primer campo en tren. Al principio, el buen humor y la esperanza se notaba en los pasajeros. Lo primero que hicieron al llegar al campo fue dividir a los hombres y mujeres, y a los que iban a matar y a dejar con vida, a continuación, se lavaron y le quitaron lo poco que poseían. Tenían que dormir amontonados en literas, no se lavaban muy a menudo, ni se cambiaban de ropa en seis meses, además debían mantenerse erguidos y con buena cara para no ser llevados a la cámara de gas.

De camino al lager

Los prisioneros experimentan un shoock al saber que van de camino a un campo de concentración, al llegar el tren se detiene y escuchan las primeras voces de un campo de concentración. En el libro cuenta que era como los chillidos de alguien que está agonizando.

Los reciben unos prisioneros con muy buen aspecto, ingenuos piensan que ellos también podían llegar a ser uno de ellos (la ilusión del indulto)

Hacen una primera selección donde separan a los prisioneros en dos bandos izquierda y derecha, a la izquierda mandan a los que tienen deficiencias físicas o que simplemente no les sirven para “trabajar”, pero en realidad esas pobres personas iban directamente a las cámaras de gas. Al bando derecho mandaban a los hombres cualificados para “trabajar”.

A continuación pasan a la “desinfección” llamaban eso a despojar a todas las personas de sus pertenencias, a lavarlos y afeitarlos totalmente, quedándose así con unas “nuevas personas”.

Segunda Fase: La vida en el campo

Los prisioneros sentían la añoranza de su lejana familia y de su hogar. Los castigos eran continuos, pero los prisioneros ya no se asustaban de nada, ni sentían piedad u horror.

El adormecimiento de las emociones y el sentimiento de que a uno no le importaría nunca nada eran los síntomas de esta fase. Los golpes físicos no significaban nada, sólo el impacto mental causado por la injusticia, por lo irracional de todo aquello.

Los prisioneros repetían al terminar el día: - ¡Ya pasé el día! - y por la noche venían los sueños que por muy malos que fuesen, serían mejores que la realidad de aquel campo.

El alimento era lo más codiciado en el campo, ya que todos tenían claros síntomas de desnutrición. La mayoría de los pensamientos de los prisioneros se concentraban en salvar el pellejo por lo que carecían de sentimentalismos. Los temas de conversación entre prisioneros se basaban en política y creencias religiosas.

Ya cuando todo se había perdido, cada prisionero pensaba en su familia y descubría que el amor es la meta más alta a la puede aspirar un hombre.

Todos los prisioneros intentaban desarrollar el sentido del humor mientras dominaban el arte de vivir. En el campo de concentración todos se conformaban con poco, ya que tenían que estar satisfechos de estar aún con vida. La soledad no se dejaba notar, ya que siempre se encontraban guardias en todos lados. Después de todos estos sentimientos, venían los planes de fuga.

Otra característica del estado psíquico de los prisioneros era la irritabilidad, ya que el hambre y la falta de sueño contribuían a su aparición. Las experiencias de la vida en el campo, demuestran que el hombre tiene capacidad de elección. La máxima preocupación de los prisioneros se resumía en una pregunta: - ¿Sobreviviremos en este campo de concentración? - .

El destino debe ser aceptado por todos los hombres y estos pueden conservar su valor, su dignidad, su generosidad, su bondad etc. ya que en un campo de concentración, no todo puede perderse. Todos los que han asistido y estado en un campo concuerdan en señalar que la influencia más deprimente era cuanto tiempo iba a durar el encarcelamiento. En un campo de concentración, el prisionero que pierda la Fe en el futuro, está condenado. Pero el sentido de la vida en un campo de concentración era luchar contra la muerte o este sentimiento. La suerte de los prisioneros, consistía en gozar condiciones favorable o menos favorables.

La vida en el lager

Quizás cabe destacar el porqué llamó lager al campo de concentración, es una palabra que me ha llamado mucho la atención y me parece una buena manera de llamar a un campo de concentración.

A continuación explica la vida en el lager.La primera de las cosas que ocurren en la segunda fase es el trastorno de la personalidad de los prisioneros, de cómo quizás lo que mas dolía no era los golpes que recibían sino el trastorno de la personalidad, la añoranza de su hogar o como a los primerizos le hacían pasar situaciones desagradables para que se dieran cuenta de la vida en el campo.

Cabe destacar los golpes que les daban a los prisioneros cuando hacían algo mal o también cuando no lo hacían.Los prisioneros no sólo recibían golpes sino también insultos que acompañaban a los golpes.

Una de las partes que más me ha gustado es este trozo pequeño de los sueños en un campo de concentración, como explica el autor que uno de sus compañeros lo despertó una noche con sus gemidos mientras dormía y como él pensó en despertarlo pero no lo hizo porque pensó que ninguna pesadilla sería tan cruel como la pura realidad en la que vivían.

Por supuesto no hace falta explicar la desnutrición que tenían los prisioneros a causa de la falta de comida que tenían y de lo poco que comían.

En el campo a pesar de las circunstancias tan difíciles que padecían existían cosas como el arte, la política y la religión. Por supuesto en un grado no como el que nosotros conocemos actualmente, sino algo mucho menor a la altura de las circunstancias que vivían, también les quedaba algo como es el humor, un humor frío por supuesto pero destaco estas cosas porque es algo complejo como en las condiciones en las que vivían, todavía existían cosas tan existenciales como esas.

El autor cuenta como se ofrece para irse a un campo de reposo a pesar de estar debilitado, pero vio mejor poder ayudar a sus compañeros como médico que estar sacrificando su vida en un trabajo que no le producía nada.

Los prisioneros añoraban la soledad algo totalmente razonable teniendo en cuenta que vivían las veinticuatro horas del día rodeados de gente sin poder tener ni un minuto de intimidad. Otra de las situaciones que más me ha impresionado del libro ha sido como el autor cuenta

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