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Menores Infractores


Enviado por   •  30 de Mayo de 2015  •  9.853 Palabras (40 Páginas)  •  289 Visitas

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Introducción:

La delincuencia juvenil es un problema con diferentes facetas. Se trata de un problema social, en cuanto que representa un fracaso de la sociedad en la educación de sus nuevos miembros, además de constituir un riesgo que atenta contra el estado de derecho, el respeto de las instituciones, las reglas para la convivencia pacífica y la seguridad de los ciudadanos. Es un problema económico, cuando los comportamientos delictivos atentan contra el patrimonio y la propiedad privada o cuando promueven una economía basada en negocios ilícitos como el narcotráfico, el secuestro, el robo de autopartes, la piratería, el fraude y el chantaje.

Es también un problema político que se constituye en un reto para las autoridades, quienes tienen que desarrollar estrategias para prevenirlo y para tratarlo. Deben presupuestar los gastos de estos esfuerzos, capacitar personal y mantener instituciones judiciales y de custodia.

Se trata de un problema científico, cuando se aborda la necesidad de explicar las causas de estos actos, de diseñar y poner en operación medidas preventivas y correctivas, así como de evaluar los resultados de dichas intervenciones.

Resumen:

El principio del interés superior de la infancia y vulnerabilidad social del niño, reconoce que el menor por su falta de madurez física y emocional, requiere de protección y cuidados especiales, por lo que el fenómeno de la conducta infractora debe visualizarse desde diversos ámbitos; siendo el primero de ellos el interés superior de la infancia, principio rector de la protección de los derechos de los niños, y atendiendo a este principio, las normas aplicables a ellos se entenderán dirigidas a procurarles los cuidados y la asistencia que requieran para lograr un crecimiento y desarrollo plenos dentro de un ambiente de bienestar familiar y social.

Los menores con calidad de infractores sufren una doble victimización: la primera, por la deficiente actuación de las instituciones que deben garantizar el respeto pleno de los derechos fundamentales de las niñas, los niños y los adolescentes; como lo es la familia, el sistema educativo nacional y la comunidad a la que pertenece el menor.

Es incuestionable, que en la formación de una persona, la familia participa de manera determinante, brindándole la protección que requiere, dada su minoría de edad, proporcionándoles los recursos necesarios para su alimentación, para la atención de su salud, y en general, todos los medios para su subsistencia, en las mejores condiciones, así como en la transmisión de valores, propiciando un medio adecuado de carácter familiar para su desarrollo.

Los menores resultan ser víctimas de la familia que no realizó de manera responsable la función amorosa, protectora y formativa, que necesita un menor para ser una persona positiva para sí mismo y para la sociedad.

Otra de las bases determinantes en el buen desarrollo de los menores es el sistema educativo nacional; y es indudable, la deficiente presencia que le corresponde en la educación de los menores de edad.

Finalmente, la participación del grupo social al que pertenece el menor es fundamental en su sana evolución.

En suma, los menores infractores, en la mayoría de los casos, resultan ser víctimas de su familia o del sistema educativo o de la sociedad.

La segunda victimización, la reciben en los Centros de Tratamiento para Menores, donde no se satisfacen de manera adecuada sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral, como lo dispone el artículo 4° Constitucional.

Antecedentes:

Mucho se ha escrito últimamente sobre la problemática de los menores infractores y las posibles formas de abordarla. Sin embargo su permanencia y evolución en nuestras sociedades nos exige, conocidas sus causas, y efectos que las genera ya que durante años hablar de juventud y niñez era sinónimo de futuro, promesas, de mañana, de esperanza ya que muchos literatos convirtieron al niño en un paradigma de la conducta humana que durante siglos y en diversas culturas y tradiciones, la niñez y juventud se mantuvieron como símbolo de bondad y generosidad.

Los delitos de violencia lamentablemente han aumentado en los adolescentes en gran proporción dada que la tasa de frecuencia de la delincuencia de un menor infractor son a veces demasiado elevadas en el mundo entero.

Según algunos investigadores este alto y severo incremento de la delincuencia y violencia en los menores infractores coinciden sobre todo con los primeros años de su formación. La violencia va íntimamente unida a la delincuencia del menor infractor y para comprender este problema tenemos que considerar los factores sociales, el ambiente familiar y la organización propia del menor. Al hablar de menores infractores estamos mencionando un subgrupo de adolescentes cuya conducta no se guía por unos cauces socialmente aceptados ni sigue la misma pauta de integración de la mayoría sino que por el contrario da lugar a un tipo de actividades que los sitúa en franca oposición con la legalidad. Estas actividades o delitos mayores son los asaltos, homicidios, violaciones, drogadicción, etc. o delitos menores por robos, apropiación de vehículos, etc.

La conducta delictiva de un menor suele comenzar hacia los 13 o 14 años y alcanza su punto culminante entre los 17 y 19 años. Que la delincuencia continúa ligada a la miseria, su práctica se ha extendido últimamente a los grupos socioeconómicos medios y altos.

Sabemos que los menores se sienten atraídos por las masas porque al integrarse al grupo afirman su personalidad a través de las acciones del grupo y además logran conseguir lo que quiere ya que en las masas, confluyen la violencia organizada de los miembros y la actividad delictiva más o menos planificada y dirigida a un fin específico.

Se ha tratado de enfocar las diferentes formas por la que el menor infringe la ley pero son muy pocas las personas que se han interesado en buscar las causas verdaderas del problema, y para nuestra interpretación el posible origen tenga que ver con la falta de comunicación entre padres e hijos existente que existe en nuestra actualidad y en nuestro medio.

Concepto de delincuencia juvenil:

El término de «delincuencia juvenil» fue acuñado en Inglaterra desde el año de 1815.

Definir la delincuencia juvenil resulta complicado y problemático debido a que en algunos países “la delincuencia juvenil es una calificación que se obtiene de aplicar definiciones del Código Penal cuando esas infracciones son cometidas por menores de edad, en otros,

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