Planeacion

La organización escolar referencia para nosotros desde una perspectiva operativa al estudio de la interrelación de los elementos que intervienen en una realidad escolar con vistas a conseguir la mejor realización de un proyecto. (Gairín, 1987) La organización de la escuela ha de facilitar no sólo la enseñanza sino el aprendizaje. Las escuelas tienen que ser instituciones que aprenden. Para ello tienen que fomentar el trabajo colegiado de sus miembros, disponer de tiempos para el diálogo, la coordinación ,la investigación y, sobre todo, debe tener estímulos para aquellos docentes cuyo trabajo responde a las necesidades reales de su entorno laboral.

Las dimensiones de organización se relacionan íntimamente con el desarrollo profesional ya que hay varias transiciones que por la misma organización se dan, por ejemplo: de la certeza a la incertidumbre, ya que la misma práctica puede ser una fuente de aprendizaje o un arsenal de rutina que atrofie el trabajo de los maestros y por lo tanto el de la escuela; es decir, que en primera instancia se puede tener seguridad y confianza de lo que se esta haciendo es lo correcto, y en un momento dado asalta la duda contraria, de que si la acciones emprendidas podrían ser las convenientes.

Esto nos muestra que el docente en ocasiones puede mostrarse seguro de lo que esta haciendo pero en otros momentos se siente totalmente inseguro de que su trabajo este tomando rumbo adecuado para avanzar hacia la mejora deseada.

Otra de las dimensiones citadas en el texto hacen referencia a todo aquello que va de la simplicidad a la complejidad, explican la importancia que conlleva la realización de proyectos menos ambiciosos, hasta llegar a convertirlos en iniciativas de las cuales se esperen frutos totalmente satisfactorios.

De la neutralidad al compromiso es otra de las dimensiones que deben ser tomadas en cuenta en una organización escolar, ya que los fenómenos de educación más que técnicos son de carácter moral y/o político, la eficacia de los métodos debe estar sujeto a una ética en las prácticas educativas por lo que queda el dicho de que “el fin (eficacia) no justifica los medios” ya que deben tomar en cuenta las consecuencias para la sociedad y los individuos. Esta dimensión hace referencia a la necesidad que existe en las escuelas de que el colegiado abandone la neutralidad y la indiferencia para pasar al compromiso y al alto sentido de responsabilidad social que lleva consigo la labor docente.

Por último menciona que la organización escolar debe pasar del individualismo a la colectividad, ya que el primero empobrece el aprendizaje y dificulta la consecución de las pretensiones educativas. El trabajo colectivo asegura resultados de alto beneficio para toda la comunidad educativa, cuando el compromiso es asumido de manera ética y profesional.

En el texto de Santos Guerra se menciona que la práctica profesional del docente está contextualizada. El carácter singular de los escenarios, de las culturas y de los contextos exige una actuación profesional específica que no se deriva de la aplicación automática, rígida, mecanicista, instrumentalista de las teorías y de los principios.

La práctica profesional del docente está cargada de conflictos de valor. La educación y la enseñanza están transidas, institucional y particularmente, por valores de diversa naturaleza. No solamente porque cada individuo y cada grupo entienden los valores de manera diferente sino porque a la institución escolar se le plantea una contradictoria tarea axiológica.

La práctica profesional del docente es cambiante. La acción educativa está sometida a cambios de diversa naturaleza y alcance. La sociedad modifica sus patrones culturales, el conocimiento se diversifica y multiplica, las informaciones que recibe el estudiante fuera

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