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Importancia De La Promoción Del Desarrollo Cultural En América Latina


Enviado por   •  2 de Diciembre de 2013  •  2.669 Palabras (11 Páginas)  •  530 Visitas

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Importancia de que los Estados locales establezcan políticas para promover el desarrollo cultural en América Latina

Resulta complicado darse cuenta, porque ya se ha convertido en una acción tan común y cotidiana que la tomamos como natural o, simplemente, no nos detenemos a analizar la situación, el hecho de que la programación televisiva en el Perú está, en su mayoría, acaparada por programas extranjeros. Según la última “Encuesta de Niños y Adolescentes sobre la radio y televisión peruanas”, realizada en el año 2012 por el Consejo Consultivo de Radio y Televisión (CONCORTV) a nivel nacional, el 61% de niños y adolescentes tiene acceso a televisión pagada. De este porcentaje, solo el 30% prefiere ver televisión nacional, frente a casi el 70% de niños y adolescentes que optan por ver programación extranjera .Estas estadísticas no varían mucho con respecto a los demás países latinoamericanos y muestran que el consumo de productos televisivos y audiovisuales (en general) extranjeros supera al de productos nacionales.

Con la llegada de la globalización a América Latina (a fines del siglo XX e inicios del siglo XXI), además de las relaciones económicas con los mercados de Norteamérica y Europa, vino una inevitable interrelación de dichas culturas con las nuestras. Esto, a su vez, generó una influencia cultural por parte de los países Norteamericanos que fue creciendo progresivamente, en especial, desde los Estados Unidos hacia nuestras sociedades. Poco a poco, fuimos incorporando rasgos sociales, costumbres, y hasta palabras pertenecientes al país del norte, hasta integrarlos y convertirlos en parte de nuestra comunidad. Hasta este punto, no se puede concluir que este intercambio cultural sea perjudicial para la sociedad latinoamericana. El problema es que estas costumbres, palabras y maneras de la sociedad estadounidense, llegaron por medio de las industrias culturales: televisión, música, publicidad, arte, radio, etc. Se instalaron en los mercados locales y, mediante el amparo de leyes que decretan la libre competencia, monopolizaron la producción y el consumo cultural, y no dejaron espacio para el desarrollo cultural de las industrias nacionales. En este sentido, surge una pregunta: ¿Es acaso importante que las industrias culturales en América Latina tengan el apoyo del Estado para poder coexistir y desarrollarse en sus propios mercados? Y si lo es, ¿por qué lo sería?

Para desarrollar este tema, nos apoyaremos en cuatro fuentes y sus respectivos autores. En primer lugar, en su artículo “Las industrias culturales: más allá de la lógica puramente económica, el aporte social”, George Yúdice explica la importancia del desarrollo cultural local por encima del extranjero, porque nos representa a nosotros, “nuestra idiosincrasia, nuestras tradiciones, nuestros valores artísticos” (Yúdice 2002). En segundo lugar, “Medios y culturas en el espacio latinoamericano”, es un artículo escrito por el antropólogo Jesús Martín-Barbero, donde se explica la importancia de la transmisión cultural, a través de la comunicación tecnológica para transformar las culturas tradicionales de América Latina en nuevas culturas urbanas. “Tecnologías de la información y la comunidad e industrias culturales” es el texto de Jorge Katz, el cual habla sobre la cultura como un “bien meritorio”, que genera identidad y sentido de pertenencia. Por último, “Viejas y nuevas formas de ciudadanía”, es un artículo escrito por el filósofo Martín Hopenhayn, donde explica que el desarrollo cultural se vio influenciado por los nuevos medios tales como la televisión y las redes de información y, en este contexto, adquieren relevancia las políticas culturales.

A continuación, pasaremos a explicar sobre la importancia de que los Estados locales establezcan políticas para promover el desarrollo cultural en América Latina. Para ello, emplearemos los argumentos de los autores antes ya mencionados.

Una primera razón por la que es importante que los Estados latinoamericanos establezcan políticas para promover el desarrollo de sus industrias culturales surge a partir de la situación en la que hoy nos encontramos, ha habido, desde inicios de este siglo (tiempo desde el que se puede decir que la globalización llegó a Latinoamérica), una “penetración de los conglomerados globales de entretenimiento, que no solo adquieren los derechos a los repertorios latinoamericanos, sino que estrangulan gran número de productoras y editoriales (…)” (Yúdice 2002). Esta inmersión de las transnacionales llega a través de los medios de entretenimiento como la TV y la radio y ocasiona, a su vez, que ya no se puedan hacer gestiones locales, ya que las decisiones se ajustan a las sedes principales de dichas transnacionales . Aun si una empresa mediana o pequeña ha conseguido posicionarse en las mentes de los consumidores, estas multinacionales son tan poderosas que incluso pueden llegar a absorberlas. Ya se han visto casos, en otros ámbitos, como la absorción de Donofrio por Nestlé, de Inka Kola por Coca Cola y más. Lo mismo pasó en muchas editoriales latinoamericanas en los años 80’s y 90’s que, al final, terminaron absorbidas por las grandes editoriales internacionales. Dicho esto, si deseamos que nuestras empresas nacionales se desarrollen, es necesario protegerlas, ya que es casi imposible competir, aun tratándose del propio mercado local, con las multinacionales, amas y dueñas del mundo globalizado .

Dentro de este mismo enfoque, encontramos a Martín Hopenhayn, quien habla sobre la importancia de las políticas culturales, esto viene a ser uno de los temas en el que los Estados locales no actúan con disciplina y responsabilidad. Este hecho insólito, que es comúnmente regular en cualquier industria cultural, se puede mejorar ayudando a que la población tome acciones democráticas y se cree una polifonía de voces que harían que los Estados locales tengan el derecho de asumir sus metas correctamente, ya que con este cambio repentino se lucharía para terminar con la exclusión social . Sin embargo, para que este plan se solucione, no solo basta comunicarse, se deben tomar medidas económicas y políticas. Por el lado económico, se deben privatizar las comunicaciones, mientras que por el político, debe haber una aceptación por parte del Estado que conlleve a la formulación de políticas culturales que apuesten por una mayor democracia comunicacional . Hopenhayn afirma que estas medidas son importantes, ya que, en base a ellas, el Estado tomaría la iniciativa de dirigir y movilizar el capital social y cultural de la gente para optimizar el efecto de la ayuda social en diversos programas . Los movimientos sociales y culturales son el efecto por el cual el pueblo puede trabajar como una sociedad conjunta

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