La Sociedad De Los Poetas Muertos

Trabajo sobre “La Sociedad de los Poetas Muertos”

“Somos comida para gusanos, aunque no lo crean todos los que están en esta habitación un día dejarán de respirar… nos enfriaremos y moriremos.”; citado por Mr. Keating, el profesor de literatura de un colegio para hombres en la película La sociedad de los poetas muertos.

La narrativa de esta película toca varios aspectos importantes de la educación, sobre los cuales es interesante profundizar.

Los cuatro pilares en que se basa la educación de este establecimiento son la tradición, el honor, la disciplina y la excelencia. Estos aspectos son importantes para el desarrollo de los educados, ya que influyen en la conducta de la persona. Así ocurre con la disciplina por ejemplo, que hacen a la persona ir creciendo en control de sí misma, y en su ausencia se tiene indiferencia por parte del alumno, lo que no contribuye a su educación.

Pero sucede que llega el singular profesor Keating a enseñarles a estos jóvenes que el aprender no es sólo memorizar o retener información, sino que implica también ver las cosas de manera diferente. Los llama a considerar lo que ellos piensan, ya que es válido. Los incita a entender que uno de los fines de la educación es preparar a la persona para ser un aporte en la sociedad. Pero esto no implica que esa persona no pueda desarrollarse a sí misma en sus habilidades para su autorrealización, para que descubra su singularidad.

Un claro ejemplo de este aspecto es el papel del juego en la educación. Esto no sólo se aplica a los niños, sino que los jóvenes también aprenden si se les enseña didácticamente, tal como lo demostró este educador al hacerlos caminar cada uno a su ritmo o patear una pelota al decir una frase (como por ejemplo: “desafiar la adversidad al enemigo sin temor”). Esas son pequeñas cosas que hacen la diferencia al momento de aprender porque mantienen el interés y la motivación del educado, haciendo más fácil recordar la lección de aquellos momentos. Además que si la persona desvía su interés podría llegar al estado de angustia, en que pierde la capacidad de interesarse, y por tanto, pierde el sentido de la vida, lo opuesto a lo que se trata de lograr al enseñar.

Y tal como este hombre les enseña didácticamente, trata de que utilicen su imaginación, para que así puedan crear grandes cosas. Al educar la imaginación se desarrolla la intelectualidad. Sin imagen no se puede desarrollar un concepto. El desarrollo de la educación apunta a hacer al hombre más apto para la verdad, que es el objeto de la inteligencia.

Todas estas cosas llevan a humanizar a la persona. Es por esto que el hombre necesita ser educado, necesita cultura. El fin de la cultura es el hombre mismo, por lo que este necesita tener una concepción de hombre, una conciencia de sí mismo.

Y todos estos aspectos los trata de abarcar este profesor de literatura.

Otro de los fines de la educación es la investigación, por lo que un profesor debe despertar en el alumno el deseo de investigar, de interesarse en seguir profundizando e ir aprendiendo. El hombre necesita ayuda para crecer, necesita que

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