Los Secretos Del Poder

Los Secretos del Poder

Russell Crowe es Cal McCaffrey, es un periodista de Washington DC, cuyo olfato le lleva a desenmarañar los misteriosos asesinatos de algunas de las figuras más prometedoras de la política y de la gran empresa. El apuesto e imperturbable congresista Stephen Collins (Ben Affleck) representa el futuro de su partido: debido a su honradez, ha sido elegido presidente del comité que supervisa los gastos de Defensa. Todos esperan que esta estrella en auge represente a su partido en la próxima carrera hacia la presidencia. Hasta que alguien asesina brutalmente a su ayudante/amante y los secretos se escapan de su escondite. McCaffrey tiene la dudosa fortuna de ser un viejo amigo de Collins y de que su jefa (Helen Mirren) sea totalmente despiadada y le mande a investigar el caso. Mientras sigue la pista del asesino con la ayuda de su compañera Della (Rachel McAdams), descubre una tapadera que amenaza con hacer temblar las estructuras del poder de la nación.

Sinopsis

Un congresista y un reportero se ven envueltos en un caso de brutales asesinatos que, aparentemente, no tienen relación entre sí. Crowe es un periodista de Washington DC, cuyo olfato le lleva a desenmarañar los misteriosos asesinatos de algunas de las figuras más prometedoras de la política y de la gran empresa. Ben Affleck como el congresista representa el futuro de su partido: debido a su honradez, ha sido elegido presidente del comité que supervisa los gastos de Defensa. Todos esperan que esta estrella en auge represente a su partido en la próxima carrera hacia la presidencia. Hasta que alguien asesina brutalmente a su ayudante/amante y los secretos se escapan de su escondite. McCaffrey tiene la dudosa fortuna de ser un viejo amigo de Collins y de que su jefa (Helen Mirren) sea totalmente despiadada y le mande a investigar el caso. Mientras sigue la pista del asesino con la ayuda de su compañera Della (Rachel McAdams), descubre una tapadera que amenaza con hacer temblar las estructuras del poder de la nación. En una ciudad de relaciones públicas, asesores y ricos políticos, aprenderá una verdad innegable: cuando miles de millones están en juego, la integridad, el amor y la vida de cualquiera están en peligro.

Los secretos del poder trae de regreso al clásico periodista con alma de detective; un hombre tan apasionado por su oficio que por sus venas debe de correr tinta, y tan empecinado por descubrir la Verdad que no repara en los poderes que enfrenta ni en los riesgos a que se expone. El film gira en torno de la complicada confabulación que él se empeña en desenredar cuando un viejo amigo suyo, actual diputado y adalid de la lucha contra la corrupción, se ve en problemas y requiere su ayuda. Pero si Cal es quien lleva el peso de la acción, la verdadera heroína del relato es la prensa gráfica, que abre y cierra el cuento y cuya condición de pilar insustituible del sistema democrático se exalta.

Entre políticos (honestos o venales), policías, editores bajo presión por la competencia de los medios audiovisuales y periodistas (del diario de Washington en cuestión o del blog con el que conviven) transcurre, pues, este impetuoso thriller que se inicia a toda marcha y sostiene el interés hasta el final. Con tanto nervio y coherencia como para que no haya tiempo de advertir que en la trama se filtran unos cuantos clichés y que algunos giros sorpresivos (sobre todo al final) suenan excesivos. La historia procede de una miniserie de la BBC que los adaptadores (entre ellos Tony Gilroy, el de Michael Clayton ) supieron ceñir al formato de dos horas. Se inicia con dos episodios casi simultáneos: un ratero perseguido y asesinado, la muerte dudosamente accidental de una muchacha que cae a las vías del subte y que trabajaba (o tal vez algo más) con el diputado. Y se interna después en una maraña conspirativa en la que los dos casos se relacionan con una corporación monopólica similar a la famosa Halliburton de la era Bush, con políticos corruptos, temibles ex soldados, agentes de relaciones públicas vendidos y pusilánimes y otros personajes de doble faz.

El film no tiene veleidades, aunque toque temas como compromiso, ética, negocio y el estado actual de la prensa: busca entretener y lo logra eficazmente gracias a un guión lleno de apuntes y subtramas que lo enriquecen, un ritmo nervioso que apuntala el suspenso y un elenco notable (Crowe, Mirren, Affleck, McAdams) que presta espesor a personajes apenas esbozados. El viejo romance entre Hollywood y la prensa, se ve, es inagotable.

Cine Premiere (México)

Muy Buena

“Los buenos reporteros no tienen amigos, sólo fuentes de información”, afirma la editora del Washington Globe, Cameron Lynn (Helen Mirren), al inquisitivo reportero Cal McAffrey (Russell Crowe)… pero es justo la amistad de muchos años que McAffrey sostiene con un miembro del Congreso, Stephen Collins (Ben Affleck), el meollo de este irresistible thriller político. Los secretos del poder es una buena cinta sobre los asuntos internos en los periódicos, en la tradición de Todos los hombres del presidente de Alan J. Pakula y de la más reciente Zodiaco, de David Fincher. Pero lo que hace original a esta cinta es la dinámica actuación de Crowe en su papel del periodista veterano que es asignado a la investigación del sospechoso homicidio del asistente de su amigo de Capitol Hill, cuya emergente carrera avanza viento en popa. Este filme no podía ser más oportuno, dada la pregunta que prevalece en los periódicos en la actualidad: cómo ser medios relevantes y dar las últimas noticias si tienen que competir contra los blogs, lo que ha llevado a cerrar la producción de los diarios para moverse a las noticias en línea.

El filme está basado en una miniserie homónima de la BBC que gozó de muy buenas críticas, y está dirigido por Kevin MacDonald (El último rey de Escocia). Estuvo a punto de ser una víctima fatal de la huelga de escritores cuando su protagonista original (Brad Pitt) dejó la producción argumentando desacuerdos sobre las correcciones al guión. Crowe entró en su lugar, pero el retraso causó que Edward Norton ya no estuviera disponible para interpretar al político. Es difícil imaginar esta cinta de una forma distinta al resultado final. La encarnación de Russell dota al personaje con su estilo de tipo duro, alguien con quien cualquier hombre se puede identificar; a esa actuación se yuxtapone Affleck, perfecto como el apuesto y superficial aspirante a la presidencia que se ve envuelto en un escándalo que pone en riesgo su carrera. Rachel McAdams es una reportera/bloggera novata que busca que la tomen en serio: y va por lo suyo en la nada

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