Análisis e Interpretación de Segundo Parcial Caso de la Empresa “Nublosa”

Universidad Católica Andrés Bello

Escuela de Administración y Contaduría

Materia: Ética Profesional

Profesor: Ludwig Schmidt

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Análisis e Interpretación de Segundo Parcial

Caso de la Empresa “Nublosa”

Integrantes:

Dines, Angelica; C.I. :20.872.073

Rojas, Nelson; C.I.: 20.411.069

Caracas, 20 de Junio de 2015

Modelo de formato para el estudio de casos

1. Lea primero detenidamente el caso.  
2. Posterior su lectura, subraye y numere los hechos.
3. Agrupe los hechos en hechos o ideas éticas relevantes. (Puede hacerlo al margen del caso, con un número, letra o color).  En caso de existir, cuáles son otras ideas alternas que surgen del caso.
4. Antes de contestar, esté seguro de lo que va a escribir.  
5. Sea preciso y claro en sus respuestas.
6. Recuerde que este es un modelo de formulario y que el espacio es relativo.
7. No requiere ser llenado en estricto orden, pero sí tratar de llenar todas las casillas.

CASO SEGUNDO PARCIAL:

CASO DE LA EMPRESA “NUBLOSA”

        En el año 1989 los señores Norberto Unanue y Bernardo López fundaron una fábrica para producir ácido sulfúrico. Después de constituir legalmente su Empresa, que llamaron "Norberto Unanue y Bernardo López, S.A." ("NUBLOSA"), compraron un terreno en las afueras de la ciudad y allí instalaron su Fábrica.

         Al comenzar a producir el ácido sulfúrico, la Fábrica lanzaba al aire bastante humo rojizo. Los obreros comenzaban a quejarse de irritación de los ojos, bronquitis aguda, sinusitis y diversos problemas pulmonares. Era obvio que la causa de estos problemas era el humo. A veces hubo tanto humo en el aire, que era como caminar a través de una cortina de humo rojizo. Se recomendó a los obreros cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo. Pero frente al temor de que este humo podría aumentar el riesgo de cáncer pulmonar, el Sr. Unanue se vio forzado a proveerles de unas máscaras especiales. Con el paso de los años, efectivamente, se ha notado un aumento de cáncer pulmonar entre los obreros y entre los vecinos del lugar.

         Poco a poco, la ciudad ha ido creciendo alrededor de la Fábrica. Hace como tres años, una Empresa Urbanizadora, "Valle Hermosa, S.A.", compró un amplio terreno colindante a la Fábrica. Al comenzar las obras de urbanización, el Gerente General de "Valle Hermosa, S.A.", el Sr. Pablo Paloverde, se da cuenta de la gravedad del problema de contaminación en la zona e intentó comprar la Fábrica de los dueños; pero éstos, ni cortos ni perezosos respondieron: "Lo sentimos, Sr. Paloverde; pero "NUBLOSA" no está en venta." En realidad, los Señores Unanue y López ya estaban hartos de los problemas de "NUBLOSA" y no les vendría mal venderla. Los obreros eran inquietos, se quejaban de que las máscaras especiales no eran buenas y que, por tanto, las condiciones de trabajo eran poco saludables. Recientemente, habían tenido que despedir a uno que estaba robando del almacén, alegando que el sueldo miserable que le pagaban no le alcanzaba para las necesidades de su familia. A raíz de este incidente, el Sindicato había exigido vincular los aumentos al aumento en el costo de vida en la zona. Contra su voluntad, habían tenido que ceder a esta demanda para mantener la paz. Para el colmo de males, los accidentes industriales habían aumentado, según los obreros, porque la maquinaria ya era anticuada y debe ser reemplazada.

        Con las utilidades que había sacado del país, el Sr. Norberto Unanue podría vivir en el extranjero durante el resto de su vida, sin mayores problemas económicos. Pero siendo un hombre astuto, se daba cuenta que con el correr del tiempo, el precio ofrecido por el Sr. Paloverde sería cada vez mayor. Los compradores de terreno se darían cuenta del problema de el humo, y según calculaba el Sr. Unanue, la Urbanizadora "Valle Hermosa, S.A." se encontraría en apuros dentro de poco tiempo. Por este motivo, convenció a su socio que sería mejor esperar una mejor oferta.

        El Sr. Pablo Paloverde estaba furioso. Decidió entonces, comenzar a vender lotes al extremo contrario de la Urbanización. En aquella época del año, el viento soplaba en sentido contrario, de modo que el humo no recaía sobre la parte de la Urbanización más alejada de la Fábrica. Este plan le dio buenos resultados y muchas personas, atraídas por la publicidad que tenía como tema central "El Aire Puro" de la zona, compraron terrenos y comenzaron a construir sus casas.

        Tres mes más tarde, el Sr. Paloverde aumentó en un 10% su oferta para la compra de la Fábrica "NUBLOSA". Pero el Sr. Unanue contestó que estaba en vísperas de su viaje anual a Europa y no podría considerar la oferta hasta su regreso, dentro de unos seis meses. El Sr. Paloverde no sabía qué hacer, porque dentro de cinco meses, al cambiar la dirección del viento, el humo de "NUBLOSA" sería muy evidente en toda la Urbanización. Le hubiera gustado ejercer presión política contra la Fábrica; pero lamentablemente no tenía "padrinos" en el Gobierno de turno. Hizo un último intento de llegar a un arreglo por "las buenas". Ofreció costear la mitad de unos filtros nuevos que controlarían en un 80% la emisión de humo de la Fábrica. Pero, como era de esperar, el Sr. Unanue no devolvió su llamada.

        Al salir para Europa, El Sr. Norberto Unanue dejó la Fábrica en manos de su socio, el Sr. López, a quien dijo claramente que por ningún motivo debería llegar a un arreglo con el Sr. Paloverde. Pero un mes más tarde, hubo un incendio de sospechoso origen en "NUBLOSA". El almacén principal, se hizo humo y una parte de la maquinaria sufrió daños de cierta consideración. Era obvio que la planta tendría que suspender sus operaciones.

        Al día siguiente, estaba allí el Sr. Paloverde, le da su sentido pésame a Bernardo López y, como buen samaritano que era, ofreció comprar la Fábrica por un precio que era 15% superior a su oferta original.

         El Sr. López no sabía qué hacer. La maquinaria podría ser reparada, con el dinero del seguro; pero la oferta del Sr. Paloverde le parecía buena. Incluso, según sus cálculos, con el dinero del seguro y con el dinero del Sr. Paloverde sería posible reubicar la fábrica en otra zona. Pero recordaba las indicaciones dadas por su socio antes de emprender su viaje a Europa. Frente a esta situación tan inesperada, decidió llamarlo por teléfono para pedir consejo. Al enterarse de los pormenores del asunto, la respuesta del Sr. Norberto Unanue fue tajante:

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