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Enviado por   •  6 de Agosto de 2013  •  2.390 Palabras (10 Páginas)  •  217 Visitas

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permitió aplicar una política anti cíclica basada en operaciones de mercado abierto, que demostró ser exitosa en 1936-37. El ciclo era concebido como una interacción de unos pocos flujos monetarios. El ciclo en el país central era transmitido a la periferia por vía del multiplicador.

La preocupación por controlar el ciclo motivó emprender la medición más amplia de la actividad del país, el ingreso nacional, tarea iniciada en 1940, promovida por Prebisch.

El origen del enfoque "estructural" en el país se remonta a 1939, al estallar la guerra en Europa. Por semejanza con la anterior, que había cortado suministros y cerrado mercados de ultramar, se anticiparon grandes dificultades para exportar. Ante una caída de exportaciones -componente activa del gasto- el multiplicador, que transmitía al interior del país el ciclo internacional, hacía prever una recesión.

Como plan defensivo, el ministro de Hacienda confió la solución del caso al gerente general del Banco Central.

Prebisch y sus colaboradores -entre quienes estaban Ernesto Malaccorto (1902-91), Máximo Juan Alemann (1901-86) y Guillermo Walter Klein (1899-1986)- confeccionaron un Programa de reactivación de la economía nacional (1940), para “dar al movimiento económico el ritmo que conduzca al más alto grado de ocupación”.

La capacidad anticipatoria de Prebisch se reveló en aquel Programa, donde usó un enfoque que implicaba instrumentos técnicos creados años después, en trabajos de Leontief, Goodwin, Hirschman, Watanabe y Chenery, publicados en las décadas de 1940 y 1950.

El instrumento señalado para contrarrestar la recesión prevista era el mecanismo obras públicas-multiplicador. Sin embargo, la economía argentina dependía fuertemente de sus exportaciones, fuente propia y genuina para generar divisas, importar y pagar servicios financieros al exterior. Una reactivación "general" provocaría importaciones insostenibles con un menor ingreso de divisas. Este aspecto había sido ya afrontado por Prebisch en 1933, en el PAEN (Plan de Acción Económica Nacional), al aplicar una política selectiva de importaciones con racionamiento de divisas.

Cuando el Programa se presentó al Senado (1940), ya la profesión económica comenzaba a llamar "estructural" al enfoque interindustrial o de insumo-producto, desarrollado por Leontief.

En 1943, Prebisch salió del BCRA. Durante sus años en la institución, su cargo de profesor de Economía II (Dinámica Económica) había sido suplido por Juan José Guaresti (h.) o por Julio Broide. A fines de 1943 resolvió reasumirlo plenamente. Encaró reflexionar sobre sus experiencias y someter a crítica la ciencia económica vigente.

En marzo de 1944, Preebisch dio en el Banco de México unas charlas sobre su experiencia al frente del Banco Central, y publicó El patrón oro y la vulnerabilidad económica de nuestros países, en la que refería la desigualdad entre países y su reflejo en la desigualdad en el comercio, y cómo el patrón oro potenciaba la vulnerabilidad ínsita en la condición primario-exportadora. La dicotomía centro-periferia estuvo cada vez más presente en sus trabajos, y de aludir al centro y la periferia del ciclo, mutó, para designar por centro a países de mayor desarrollo económico y por periferia a los subdesarrollados.

La década 1955-65, en cuanto a promover estudios económicos, puede calificarse de edad de oro de los economistas. En este lapso, el Estado fundó sus actos en el conocimiento experto, ya sea de los nuevos funcionarios -profesores o graduados de la Facultad de Ciencias Económicas (Eugenio J. Folcini, Eugenio A. Blanco, Roberto A. Verrier, Adalbert Krieger Vasena, Alizón García, Juan Llamazares)-, el asesoramiento de una Junta Consultiva (en que figuró Díaz Arana), o de funcionarios de la ONU. Se alentó la formación de jóvenes economistas, nacieron asociaciones, se reanudó la actividad académica, se crearon carreras, se apoyaron estudios de posgrado en el exterior y se crearon entes públicos y privados servidos por economistas.

El Gobierno Provisional solicitó el asesoramiento de Prebisch, quien lo brindó en Informe preliminar acerca de la situación económica (26/10/1955), Moneda sana o inflación incontenible y Plan de restablecimiento económico (9/1/1956).

Para estudiar el desarrollo económico argentino, el gobierno pidió en enero de 1956 la ayuda de una misión técnica de la ONU que, dirigida por Raúl Prebisch, trabajó entre 1956 y mediados de 1957, con la participación de John D. Black (Harvard), Richard Goode (FMI), Alberto Fracchia, Ángel Monti y Manuel Balboa. En el análisis macroeconómico, aportaron Carlos Brignone, Ricardo Cibotti, Norberto González, César Piana y Jorge Trebino. También colaboró el Equipo de Renta Nacional del BCRA: Alonso Olivera, Guarrochena, Guglieri, Monteverde, Trebino, Vicente y Zorzano.

Historia: El organismo rector del sistema financiero nació como consecuencia de la reforma monetaria y bancaria de 1935, que implantó cambios fundamentales a través de seis leyes, las que fueron promulgadas el 28 de mayo de ese año con los números 12.155 a 12.160.

Ese día dejó de existir formalmente la Caja de Conversión vigente desde 1899 y comenzó la existencia del Banco Central de la República Argentina tal como lo conocemos hoy.

A la vez, los decretos que fijaron las así llamadas operaciones constitutivas y que dieron por terminadas las funciones de la Caja de conversión, del Crédito Público y de la Junta Autónoma de Regulación llevan la fecha del 31 de mayo.

Ese mismo día, la Caja de Conversión y el Banco de la Nación Argentina transfirieron al flamante organismo los fondos provenientes del justiprecio del oro. Y este día es el que se considera como el del aniversario del Central, aun cuando éste comenzó a funcionar como tal unos días después, el 6 de junio de 1935.

El encargado de diseñar el Banco Central fue Raúl Prebisch, primer gerente general de la institución hasta 1943.

La iniciativa de crear el sistema del Banco Central -con Agustín P. Justo como presidente de la Nación y Federico Pinedo a cargo de la economía- se basó en el dictamen emitido en 1933 por una misión encabezada por el perito británico Otto Niemeyer, que Prebisch elaboró para formular sobre esa base principios apropiados a la realidad económica nacional. En sus palabras, "una política monetaria y financiera que responda a las auténticas conveniencias nacionales".

El prestigioso economista -que fundó su esquema en la necesidad de superar la grave situación monetaria y bancaria creada por la crisis mundial de los años treinta- soportó luego los embates de la recesión de 1938, que combatió

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