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Control interno. Clasificación de los elementos de control por áreas


Enviado por   •  17 de Julio de 2017  •  Trabajos  •  5.232 Palabras (21 Páginas)  •  603 Visitas

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Índice

Contenido

Índice        1

Introducción        2

1. Concepto        3

2. Finalidades        3

3. Elementos del control interno        4

4. Clasificación de los elementos de control por áreas        11

5. Métodos de investigación del control interno        12

6. Departamento de Organización y Métodos en el Control Interno        16

Conclusiones        17

Referencias bibliográficas        19

Introducción

Desde tiempos remotos, el ser humano ha tenido la necesidad de controlar sus pertenencias y las del grupo del cual forma parte, por lo que de alguna manera se tenían tipos de control para evitar desfalcos; por tal situación, es necesario que la empresa establezca un control interno, ya que con esto se logra mejorar la situación financiera, administrativa y legal.

Se indica que el control interno es una herramienta surgida de la imperiosa necesidad de accionar proactivamente a los efectos de suprimir y/o disminuir significativamente la multitud de riesgos a las cuales se hayan afectadas los distintos tipos de organizaciones, sean estos privados o públicos, con o sin fines de lucro.

El control interno es la base donde descansan las actividades y operaciones de una entidad; es decir, que las actividades de producción, distribución, financiamiento, administración, entre otras, son regidas dicho control; además, es un instrumento de eficiencia y no un plan que proporciona un reglamento tipo policíaco o de carácter tiránico.

El estudio del Control Interno da al auditor la base para confiar en los registros e identificar aquellos que parecen garantizar que las cuentas correspondientes a los mismos son adecuadas. Además, la evaluación preliminar suele influir en la identificación de las principales deficiencias visibles del mismo, que deberían comentarse con los responsables de la empresa para adoptar medidas correctoras.

  1. Concepto

Se entiende por sistema de control interno, la función gerencial que comprende todos aquellos procedimientos, por medio de los cuales las empresas o entidades, organizan, controla y/o verifican:

El sistema de control interno son todas aquellas medidas organizativas y operativas, que toma la empresa para garantizar que sus operaciones se realicen como debe ser y de acuerdo a lo planificado y convenido.

Por lo general, muchos sistemas de control interno, no son más que planes elaborados por los ejecutivos principales, o de niveles gerenciales superiores de la organización y que operan en los niveles inferiores de la misma.

En las publicaciones técnicas Nro. 2 de la “Federación de Colegios de Contadores Públicos de Venezuela”, se puede observar la siguiente definición de control interno: “ El control interno comprende el plan de organización, todos los métodos coordinados y las medidas adoptadas en el negocio, para proteger sus activos, verificar la exactitud y confiabilidad de sus datos contables, promover la eficiencia en las operaciones y estimular la adhesión a las practicas ordenadas por la gerencia”.

Según, Meigs, Larsen, (1994), el propósito del control interno es: “Promover la operación, utilizar dicho control en la manera de impulsarse hacia la eficaz y eficiencia de la organización”. Esto se puede interpretar que el cumplimiento de los objetivos de la empresa, los cuales se pueden ver perturbados por errores y omisiones, presentándose en cada una de las actividades cotidianas de la empresa, viéndose afectado por el cumplimiento de los objetivos establecidos por la gerencia.

2. Finalidades

El sistema de control interno, en las empresas u organizaciones, tiene como objetivos ineludibles los siguientes:

  1. Preservar los activos contra pérdidas por siniestros, deterioro, inclemencia, sustracciones, desperdicio, etc.
  2. Detectar errores u omisiones.
  3. Reducir al mínimo los desperdicios, tanto de tiempo, como de insumos.
  4. Realizar las operaciones con la mayor eficacia posible.
  5. Reducir los costos operativos, en general.
  6. Evitar los fraudes y actos dolosos.
  7. Garantizar el cumplimiento de las políticas generales establecidos.
  8. Proporcionar información financiera correcta y fidedigna, a través de los registros e informes.

Desafortunadamente el sistema de control interno no puede impedir el incumplimiento de estos objetivos; pero se consideran suficiente con que los detecte oportunamente, para que se tomen las medidas correctivas a tiempo.

No obstante, el solo hecho de saberse, que el sistema de control interno es capaz de detectar cualquier irregularidad; resulta un incentivo suficientemente poderoso, en la mayoría de los casos, para disuadir a muchos de intenciones aviesas y, a otros tantos, los incita a trabajar con eficiencia y corrección, en las oportunidades precisas; todo lo cual conduce a la coordinación de las operaciones, efectividad en el cumplimiento de los planes y a la observancia irrestricta de las políticas y planes adoptados por la Administración; lo cual, es fundamental y resulta extremadamente saludable.

Una de las normas de auditoria exige que se realice un estudio analítico y evaluación del sistema de control interno, adoptado por la empresa que se va a auditar; con la finalidad de tomarlo como base para la planificación y diseño del tipo de trabajo de Auditoría más apropiado al caso particular, y que mejores resultados pueda ofrecer, con el menor consumo de recursos posibles.

El conocimiento del grado de efectividad que ofrezca el referido control interno, le dirá al Auditor cuales habrán de ser los tipos de pruebas de Auditoria, que habrá que adoptar, con cuanta extensión y en qué oportunidad.

Resulta evidente la estrecha relación que existe entre el control interno de la empresa y el tipo de auditoria más apropiado para ella.

3. Elementos del control interno

Para alcanzar sus objetivos, todo sistema de control interno debe estar formado por una serie de elementos indispensables; los cuales varia, tanto en cantidad, como en intensidad, de una organización a otra; dependiendo del grado de complejidad de cada una, del tipo de operaciones que comúnmente realizan, del entorno ambiental, en la cual operan y de las características del mercado, al cual concurren en libre competencia de oferta y demanda.

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