Cultura De Calidad

En la actualidad, hablar de calidad es un tema prioritario para todas las empresas u organizaciones, debido a que se ha tomado esta como una fuerte estrategia para ser competitivo; sin embargo, podemos observar que pese a que existen muchas técnicas estadísticas o metodologías para alcanzar la calidad, las empresas que las aplican o desarrollan en sus procesos no siempre logran obtenerla en la medida que desean, la pregunta es ¿a qué se debe esto? La respuesta, es sencilla, no debemos ver la calidad como algo simple sino como parte de un todo; con esto nos referimos a un cambio de ideología, pues anteriormente, muchas empresas creían ser competitivas por el simple hecho de poseer en mayor cantidad un recurso natural e incluso por contar con un costo de mano de obra menor a nivel mundial; ahora todo eso dejo de ser una ventaja; debido a que entre países se realizan convenios que permiten la apertura de nuevas organizaciones y que por ende aumentan la competencia, con ello las empresas no solo deben producir algo no existente sino innovar y además contar con ventajas como su costo, tiempo de respuesta, etc.; para lograrlo deben hacer un cambio organizacional, pensando que aunque se encuentran divididas por áreas o departamentos, todos colaboran para crear un producto, y que si alguno no cumple su función, afecta a los demás; por esta razón debemos contar con una mano de obra calificada, capaz de interactuar con todas las áreas, enriqueciendo el trabajo en equipo con la aplicación de valores e intercambio de conocimientos.

Como vemos, la gran responsabilidad de obtener calidad, recae en nuestros recursos humanos, pues son ellos quienes aplican las herramientas necesarias para lograrla, por ello el cambio de ideología del que hablamos, implica mirar hacia una “Cultura de calidad”, pero para comenzar definamos cultura, que en palabras de Salzman es “la manera de hacer las cosas en una sociedad determinada”; sabemos también que la cultura es algo que se aprende y se modifica con el tiempo, pues podemos adoptar nuevas costumbres pero mantener otras transmitiéndolas de generación en generación, son los valores y hábitos que nos caracterizan, la forma de relacionarnos con los demás, la manera en que reaccionamos ante un suceso y hasta la forma de trabajar. Por ello cuando nos demos cuenta de que las diferencias con los demás pueden ser ventajas competitivas, podremos realizar un cambio significativo y lograr el éxito no solo como empresa, sino a nivel personal e incluso como país. No existe una cultura mejor que otra, sin embargo si existe una forma de evaluarla y es el grado con el que como cultura ayudamos al país a responder a los retos que se nos presentan; un claro ejemplo es Japón, quien no puede dejar de mencionarse cuando hablamos de calidad, porque es un país cuya cultura le permite enfrentar con éxito los retos, gracias a características como la costumbre de vivir en competencia, su adaptabilidad a las teorías de calidad estadounidenses, su dinamismo, etc.

Sin embargo, nosotros los mexicanos tenemos muchas ventajas

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