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EL TRABAJO GERENCIAL

NatynatynatyEnsayo30 de Mayo de 2016

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Curso: Empresas I

CLASE  17

EL TRABAJO GERENCIAL

Profesor

José Luis Farías G.

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Mayo   2016

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Cuando hablamos del trabajo gerencial o qué hacen los gerentes ¿realmente de qué estamos hablando? ¿Existe algo que se pueda denominar trabajo gerencial?, respecto a esta última interrogante, existe suficiente evidencia para obtener una respuesta positiva, son muchos los textos, artículos, revistas y papers – también recetarios de temporada – que se escriben y debaten para dar cuenta de la actividad de los directivos. También existen mitos y fantasías acerca de la actividad. Lo cierto es que las posiciones directivas dejan indiferentes a pocas personas.

Desde otra perspectiva, usted podría concentrarse un breve instante en los gerentes exitosos que haya conocido. ¿Qué situaciones o circunstancias los llevaron a las posiciones gerenciales? ¿Qué corresponde a méritos propios y qué a condiciones favorables? ¿Qué situaciones favorecieron el éxito? ¿Siempre fueron situaciones de éxito? ¿Tienen algunos fracasos esos gerentes exitosos? ¿Está relacionado su éxito con la tolerancia al fracaso? En muchos gerentes se admiran virtudes como no perder la calma durante las crisis, la capacidad para captar la atención de la gente, una visión que le otorga gran capacidad de enfoque y la energía que se requiere para lograr tales propósitos. Es posible que el éxito se explique en buena parte por el calce entre la dinámica de la actividad gerencial      – para algunos el vértigo – y los  dones o virtudes para realizar este tipo de trabajo.

En el sentido opuesto se puede pensar ¿por qué fracasan los gerentes? ¿Son muchos o pocos los gerentes que fracasan? ¿Cuáles son las causas de tales fracasos?

En parte, los gerentes fracasan por el desajuste entre las capacidades inherentes por un lado y el tipo de trabajo que se debe realizar. Para algunos, los puestos gerenciales son atractivos por los aspectos decorativos: se goza de algunos privilegios – se recibe trato de señor o don –, son posiciones de poder, se cuenta con los anhelados recursos para el beneficio personal, las siempre apreciadas buenas remuneraciones, y en caso de término del contrato se abren los paracaídas de oro[1], es decir, las cuantiosas indemnizaciones. Sin embargo, estas personas – y también las empresas – olvidan que se trata de un tipo de trabajo que debe ejecutarse con eficacia. “Cuando la cabeza está mal, es probable que todo ande mal”. Se marchita la creatividad, la organización se queda sin ideas, el ambiente se deteriora, la desconfianza domina las relaciones entre las personas, la competencia parece un mejor lugar para trabajar, los mejores gerentes y empleados abandonan el barco, incluso algunos abandonan por las mismas o peores condiciones remunerativas, y finalmente el éxodo de clientes.

Respecto a la rotación de empleadores por parte de los gerentes, les cito el siguiente párrafo señalado por Warren Bennis en su mensaje a un conjunto de académicos que le rendían homenaje: “…No hace mucho tiempo cené con un colega de la facultad y con sus padres. El padre se encontraba alrededor de los 70 años, acababa de jubilar como un banquero exitoso. Me comentó que, cuando dirigía su empresa, no contrataba nunca, en serio nunca, a una persona que hubiera pasado ya por tres empleos anteriores. Tenía que suponer que este tipo de personas eran desleales o incompetentes.” ¿Qué comentarios pueden provocar a usted y a mí, declaraciones como éstas?

Hace algunas pocas décadas atrás, los principales ejecutivos de grandes compañías afirmaban que “nunca trabajarían para un competidor”. Como es el caso en la industria internacional de las “colas” y con competidores tan rivalizantes como Coca-Cola y Pepsi. Pero los signos de los tiempos en el ámbito gerencial han cambiado, en la realidad empresarial de Chile es habitual que la prensa de negocios nos alerte de las “operaciones grúas” entre compañías; transferencia de gerentes en multitiendas, cadenas de supermercados, telecomunicaciones y bancos.

Al parecer, el nuevo criterio de actuación es “yo pertenezco al mercado o a la industria y no al pequeño mundo de la compañía”. Las lealtades con la empresa se han cambiado por la dinámica del funcionamiento del mercado. Lo anterior no se explica sólo por cambios en la recompensa monetaria, la situación es más diversa, incluye factores como: el reconocimiento, cambios en la composición de los directorios, conflictos en las empresas familiares, pérdida de autonomía, escaso reconocimiento a la trayectoria y mala relación con los dueños.

En el último tiempo se ha hecho necesaria la reflexión y el debate en torno a equilibrar las preocupaciones entre el trabajo, la familia y el desarrollo personal.  Una nueva área de interés es la necesaria dedicación a la reflexión personal.  Recordando la advertencia de Sócrates: “Conócete a ti mismo”.  El llamado al autoconocimiento podría ser, al menos por algún tiempo, la principal tarea a la que deban dedicarse los gerentes.  En este mismo contexto  han  cobrado  relevancia – o será una nueva moda –  los seminarios/talleres en calidad de vida en el trabajo.

La naturaleza de la actividad gerencial es un fenómeno complejo, que normalmente acontece en ámbitos que son de mayor complejidad, como ocurre con las organizaciones y sus entornos mediatos e inmediatos. El trabajo de conducir desde el vértice superior se relaciona con la dirección de organizaciones o de unidades al interior de ellas, y también por la responsabilidad que se tiene en alcanzar resultados. Además tiene mucha aceptación que el dirigir organizaciones es: 1) tener claridad respecto a la situación actual, 2) tener una visión del estado futuro al que puede llegar la empresa, y 3) trasladar la organización de la situación inicial al estado futuro deseado. Aceptando que lo anterior ocurre en un entorno turbulento, donde ninguno de los agentes (competidores, reguladores, distribuidores, clientes, proveedores, etc.) permanecen inactivos.

En el último tiempo, y me refiero a casi todo lo avanzado en los dos últimos años, me ha correspondido leer, estudiar, escribir y conversar con académicos, profesionales, estudiantes y tesistas sobre el liderazgo. ¿Por qué será? ¿Cuestión de interés personal o signo de los tiempos? Ahora les presento algunas de las interrogantes que me han planteado mis interlocutores: ¿Por qué se habla de líderes positivos y negativos? o ¿Por qué se habla de líderes buenos y malos en un sentido moral? También está la pregunta: ¿Por qué afirma usted que el concepto influencia es lo que mejor define la interacción de las personas en el liderazgo? ¿Son todos los tipos de influencia de la misma intensidad? o ¿Se influye en distintos componentes de la naturaleza humana, por ejemplo, pensamientos, actitudes, creencias, intenciones? Quizás otros estudiantes, que hayan estado leyendo a John Kotter o a Zaleznik se interesan por conocer las diferencias entre liderazgo y dirección.

Algunas reflexiones y aprendizajes personales de los encuentros anteriores podrían ser:

  • A nivel general, existe consenso que el liderazgo es el tema más estudiado en las Escuelas de Negocios, y a pesar de esto, continúa siendo el tema más complejo y de mayor discusión.

  • La ubicuidad del liderazgo, al parecer se explica por la metáfora del grito desesperado de personas, grupos y organizaciones, preocupados por estar en la senda correcta, o por la necesidad de contar con  una visión que les permita adaptarse al cambio incesante.  
  • El liderazgo basado en el enfoque del Súper hombre”, que desconoce la alta probabilidad de cometer errores o de fracasar en las personas, tiende a ser superado por la red de líderes (Noel Tichy) o la coalición de base en el lenguaje de Kotter, es decir, la inmensa mayoría de hombres y mujeres silenciosos y anónimos, en los cuales se sostiene la mayoría de los grupos y las organizaciones. Son estos personajes, para algunos de bajo perfil, los que nos permiten disfrutar de un mundo mejor.

Este apunte docente tiene la intención de destacar la actividad que realizan un grupo de hombres y mujeres para poner en práctica algunos valores – los propios de la actividad empresarial- que en definitiva se reflejan en la mayor riqueza económica de la sociedad, en la creación de mayores fuentes de trabajo y en el goce de un mayor bienestar, como el que ha ocurrido en Chile, en las últimas dos décadas.

José Luis Farías G.

                Santiago,  Octubre  2015

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El propósito de este material docente es presentar algunos modelos explicativos del trabajo gerencial, comenzando por aquellos planteamientos que forman la base originaria de la administración hasta las propuestas de mayor aceptación en la actualidad. Un modelo es una herramienta metodológica que es utilizada para aproximarse a la realidad o a fenómenos específicos para interpretarlos y explicarlos. En consecuencia, los modelos gerenciales son elaboraciones de los autores para explicarse la administración o el trabajo que realizan los gerentes. En general, el propósito de los modelos que intentan explicar el trabajo de los gerentes es señalar: primero, las actividades, roles y responsabilidades de los directivos superiores, y segundo, el tipo de competencias que se requiere para ejercerlos. Con alguna garantía o probabilidad aceptable de éxito.

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