El factor humano en las organizaciones y su relación con la promoción de la competitividad y la productividad

EL FACTOR HUMANO EN LAS ORGANIZACIONES Y SU RELACIÓN CON LA PROMOCIÓN DE LA COMPETITIVIDAD Y LA PRODUCTIVIDAD

Pedro López López.

Maestrante en Ciencias de la educación.

Instituto de Investigación y Formación Docente S. C.

1. Introducción.

Como lo manifiesta B. Romero & A. Alvarado, es fundamental para las organizaciones actuales la competencia ya no solo a partir de los productos y/o servicios que se ofertan, sino además la competitividad que se puede lograr a través del factor humano, ya que no es ajeno el hecho de que diversas organizaciones promueven y están compuestas de personal altamente calificado para operar en diversos escenarios.

Por tanto, es oportuno plantearse la siguiente interrogante ¿Cuál es la importancia que reviste el factor humano en el logro de la competitividad y productividad en las organizaciones actuales?

Tratando de responder al cuestionamiento, el presente ensayo pretende puntualizar algunos aspectos generales sobre la importancia del factor humano para el logro de sus objetivos organizacionales tales como: competitividad y productividad. De igual forma, trasladar el análisis al contexto educativo.

De acuerdo a Chiavenato (2011), toda organización debe considerarse de manera simultánea desde los puntos de vista de la eficacia y de la eficiencia. Eficacia es una medida normativa del logro de resultados, mientras que eficiencia es una medida normativa de la utilización de los recursos en los procesos. Lo ideal es una empresa eficiente y eficaz.

La vida de las personas se compone de una infinidad de interacciones con otros individuos y organizaciones. El ser humano es eminentemente social e interactivo; no vive aislado, sino en convivencia y en relación constante con sus semejantes.

1. La importancia del factor humano en el contexto competitivo de las organizaciones.

Hoy en día, las personas ya no son recursos o activos de la compañía, sino socios capaces de proporcionar vida y éxito a la organización (Chiavenato, 2011).

La competitividad es una tendencia que ha venido a revolucionar la manera de operar y de hacer negocios no solo en las personas, sino también en las organizaciones, ya que hoy en día éstas actúan y establecen sus objetivos y metas a partir de la búsqueda del logro de competitividad (B. Romero & A. Alvarado, s.f.).

El factor o recurso humano, supone las habilidades y el conocimiento de todos los empleados que componen una entidad empresarial, ya que a medida que se acelere la dinámica competitiva, aumenta la probabilidad de que la única fuente de una ventaja competitiva en verdad sostenible sean las personas (Hitt, et al., 2008, citado por B. Romero & A. Alvarado, s.f.). El factor humano representa el principal motor para el desarrollo de la organización, aun cuando es un aspecto intangible, es altamente evaluable cuando se trata de medir los resultados en cuanto a competitividad y productividad que se ha generado en la empresa, ya que los conocimientos, experiencias, la satisfacción de los empleados y el know-how (saber hacer) de la organización son aspectos que le permiten lograr sus objetivos.

En el ámbito educativo, Jesús Jarque García (s.f.) en su artículo “EL FACTOR HUMANO EN EDUCACIÓN”, hace la precisión de que El factor humano es la PERSONA que atiende al niño y al joven. Es el maestro, la maestra, el orientador, la logopeda, el pedagogo, el psicólogo, el terapeuta ocupacional, el fisio, la mamá, el papá, el abuelo.  El factor humano del educador termina siendo decisivo para que un niño progrese, mejore, avance, ya sea en un aula, en un gabinete, en una consulta. El factor humano es más decisivo que la más novedosa de las metodologías milagro con nombre anglosajón. La trascendencia del factor humano en educación se puede entender con la siguiente frase “Te van a recordar por tu factor humano, que fue verdaderamente el que les hizo crecer como personas”.

Por otra parte, el Dr. Ronald José Lárez Romero, en su artículo “Epistemología y la administración del factor humano en la organización educativa” manifiesta que en la construcción del conocimiento es imperativo considerar que el saber que necesitamos dialogar con nuestros alumnos es el saber emancipador, no el saber de la dominación. Es un saber libre de toda atadura, comprometido con la creatividad, con el deseo de conocer el enigma de nuestra existencia, el insondable infinito, la sociedad humana y el valor de la vida. Este es un saber alternativo que se construye en el encuentro de identidades del profesor y el alumno, marcado con la apertura del ser, de la diversidad, de la diferencia, de la multiculturalidad.

Se trata de asumir el proceso educativo como una totalidad dinámica, dialéctica, que incluye al ser social con sus manifestaciones culturales, estéticas, políticas, ideológicas, espirituales, axiológicas.

Por tanto, concluimos que el factor humano en la educación, es el diferencial competitivo ante los desafíos actuales, el docente en continuo proceso de actualización y preparación enfrenta los cambios complejos, es el que se reinventa constantemente para lograr el desarrollo humano, para lograr una educación emancipadora.

En otro aspecto, Chiavenato (2011), describe que el capital intelectual de una organización consta de activos intangibles; capital interno, capital externo y capital humano. El capital humano consta sobre todo del talento y las competencias de las personas, que es la capacidad de actuar en diversas situaciones para crear activos, tanto tangibles como intangibles. Su pleno aprovechamiento requiere una estructura organizacional adecuada y una cultura democrática e impulsora.

Hoy en día el conocimiento constituye el recurso productivo más importante de las organizaciones, y la tendencia es que cada vez cobre mayor importancia para el éxito de la organización (Chiavenato, 2011).

1. Condiciones y ambientes en la organización

Las organizaciones actuales enfrentan un sinfín de oportunidades pero también amenazas en cuanto a sus formas de operación, ya que como se ha señalado, las condiciones del mercado actual difieren bastante de lo que se vivía antes de la globalización, ahora los países se encuentran en un entorno en el que cada vez más existe competencia entre empresas no solo locales o nacionales, sino internacionales de las que poco conocen y es difícil competir sobre todo si se refiere a países subdesarrollados (B. Romero & A. Alvarado, s.f.).

Las organizaciones cada vez más deben orientar sus esfuerzos en adaptarse a un entorno cambiante y con nuevos retos por enfrentar.

El cambio es algo para lo cual las empresas actuales deben estar preparadas para no perecer, es imperante: la implementación de nuevas tecnologías, realizar procesos productivos cada vez más eficientes, tener una planta productiva que innove en productos y/o servicios, además de un factor humano sólido y bastante preparado y capacitado en lo que se refiere al quehacer organizacional.

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