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Ensayo De Administracion

FABEREM30 de Octubre de 2013

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Ensayo sobre “Teoría de la Administración”

Por Omar Ricardo Gómez Castañeda, desde Venezuela

I. Antecedentes y algo de Historia

Los pilares de la teoría clásica de administración se desarrollan antes de la industrialización. Entre éstos pilares, se incluyen la división del trabajo y la especialización,la estructura organizacional, el alcance del control, el proceso escalar ó jerarquía de autoridad, y la delegación de la autoridad.

En segundo lugar, en los siglos anteriores a la industrialización, ocurrieron cambios significativos en cuanto a los conceptos de autoridad y poder. Es sabido, que existen tres bases fundamentales para legitimizar la autoridad, estos son: tradición, carisma y ley (base racional). Durante el período anterior a la industrialización, se produce una tendencia a basar la autoridad en la tradición legal más que en la basada en la tradición. Hoy en día, en las organizaciones, tienden a basar la autoridad en el carisma.

En tercer lugar, los valores que prevalecían en cuanto al trabajo cambiaron fundamentalmente. En el siglo XVIII el trabajo ya había dejado de ser una actividad denigrante que era realizada por los esclavos, para pasar a ser signo de inherente bondad,dignificación y valor del hombre.

Las primeras organizaciones en gran escala fueron los monopolios estatales de Egipto, que tenían la misión de ejecutar proyectos de riego artificial, construcción de canales, y de pirámides. A la cabeza de la organización estaba el Faraón, cuya autoridad se basaba en el derecho divino. Este era el principal ministro del reino, jefe de la administración de justicia y además tesorero, directamente responsable por el manejo de una complicada burocracia, en la base de la cual se encontraban decenas de millares de esclavos. La economía egipcia era casi totalmente agraria y la función principal del estado autocrático dirigido por el Faraón consistía en utilizar y prever las crecidas periódicas del río Nilo. Los negocios y los préstamos de dinero se dejaban a los esclavos y a los ciudadanos menos respetables;

“…para la realeza egipcia, cualquier actividad que pusiera el espíritu en contacto con el mundo material era una penosa y humillante experiencia…”

Los romanos heredaron éste desdén por los negocios y dejaban estas actividades en manos de algunos griegos u orientales. Aún cuando la aristocracia celebraba convenios de negocios a cambio de suministro de dinero para financiar sus guerras, el comerciante siempre inspiraba desconfianza, pese a lo cual, el comercio prosperaba y el Estado Romano se fué mezclando en todos los aspectos de la vida económica. Esto se debió en gran parte a la necesidad de normas comerciales y de un sistema de pesas y medidas, medidas y moneda garantizado por el estado. Además el gobierno fijaba aranceles y multas.

La época que media entre la caída del Imperio Romano y el Renacimiento, se caracterizó por el estancamiento y la falta de desarrollo económico y social. El sistema

feudal dominaba la vida económica de Europa, y el siervo, que legalmente era libre, dependía casi totalmente del señor feudal, reemplazó al esclavo como base del orden económico y social imperante en la Edad Antigua (Imperio Egipcio y Romano).

En la Edad Media, la Iglesia era la institución dominante en todas las áreas de la actividad humana, tanto seculares como espirituales. Lo importante era la salvación del alma, y al hombre europeo se le enseñaba a llevar una vida de pobreza y privaciones a cambio de ganar la eternidad en el cielo. Con esto, la Iglesia tal como es de intuir, declaraba las prevenciones en contra del deseo de cualquier cosa con esta vida terrenal, por lo cual, se perpetúa la opinión de que los negocios eran un mal necesario.

Resultado del feudalismo y el fervor religioso, se estimulan las Cruzadas a tierras santas, las que irónicamente, a la vez propiciaron el comercio al establecer nuevas rutas y llevar la riqueza de oriente a la civilización parroquial de Europa. Las primeras grietas e indicios de decadencia del poder de la Iglesia comienzan a aparecer cuando los cruzados,que habían emprendido sus viajes con una inalterable convicción religiosa, fueron sorprendidos por la cultura del Oriente Medio y se dieron cuenta de que en muchos aspectos, era superior a la de ellos, sobre todo en lo referente al comercio e industria. En resumen, las Cruzadas estimularon el comercio abriendo nuevas rutas comerciales,contribuyendo al surgimiento de poblaciones y de una nueva clase media, y debilitando la dominación de la Iglesia.

El aumento del comercio trajo la llamada industria a domicilio, sistema en el cual un mercader actuaba como intermediario para conseguir la materia prima y para vender el producto terminado. Los materiales los entregaban a trabajadores individuales o familias,que se servían de su propio equipo para la fabricación del producto y recibían en compensación un jornal.

Este sistema estaba bien adaptado a la época, el comercio estaba todavía en su infancia, no se había desarrollado todavía una demanda de bienes en gran volumen y la misma naturaleza del sistema de producción a domicilio se oponía a la estandarización tanto de la materia prima como del producto final. Sin embargo, a medida que aumentó el volumen del comercio, este sistema fue resultando ineficiente y la civilización avanzó inexorablemente hacia la Revolución Industrial.

El paulatino incremento del comercio sumado a los descubrimientos científicos ytecnológicos de Galileo, Gilbert, Harvey, Watt y otros, contribuyen a la industrialización.

La Revolución Industrial tuvo su origen en Inglaterra hacia los años de 1870 y su principal característica: El reemplazo de la fuerza muscular del hombre por fuerza mecánica. En cuanto a las organizaciones se refiere, la industrialización dió por resultado un énfasis casi total en la estrategia de acumulación de recursos y crecimiento de las compañías, lo cual era necesario por la disponibilidad de capital y las ventajas de productividad, ampliamente reconocidas, de la división del trabajo. La división del trabajo y la especialización requieren volumen y estabilidad, y por consiguiente, el crecimiento produjo rendimientos crecientes:mientras las ventas, el volumen y la estabilidad aumentaban, los costos unitarios disminuían. En una época en que todavía las comunicaciones eran “lentas”, no existía transporte masivo, ni expertos en eficiencia, investigación de desarrollo ni intervención estatal, ésta estrategia de acumulación de recursos era efectiva para proteger la producción contra los caprichos del mercado.

Al ampliarse las operaciones de las compañías, comenzaron a aparecer muchos problemas al empresario. En primer lugar, se dió cuenta él por sí solo no podía dirigir y controlar todas las actividades de su organización, y encontró la imposibilidad de hacer un seguimiento adecuado del trabajo de los subgerentes y de los trabajadores. Además había una grave escasez de administradores y obreros calificados, y estos últimos se oponían con frecuencia a la estandarización de partes, métodos y herramientas que requería el método de producción a base de partes intercambiables.

Ante lo anterior, se pusieron en práctica ideas como las de centralización, jerarquía, división especializada del trabajo y liderazgo autocrático.

II. La Administración Científica

En los últimos años de 1800, los recursos se acumulaban y aumentaban el tamaño de las fábricas, combinando los avances tecnológicos, la rápida urbanización, la

introducción del automóvil y las mejoras en de la producción en masa, dieron por resultado el crecimiento rápido de los mercados de masa y las empresas a base de sociedades anónimas. Siguió una era de intensa competencia y los empresarios dinámicos reaccionaron construyendo un exceso de capacidad. Esto a su vez intensificó la competencia, y el resultado fué un círculo vicioso de aumento de tamaño y nuevas acumulaciones de recursos.

Como se ha visto, el tamaño era una estrategia no sólo para el crecimiento, sino también para aislar a la compañía de su ambiente. Al aumentar la organización su participación en el mercado, la competencia y los hechos imprevisibles tendían a disminuir y se facilitaban los volúmenes y la estabilidad que exigían las técnicas de producción en masa.

El tema principal de la administración científica era que el trabajo, y sobre todo, los el de los obreros, se podía estudiar científicamente. Frederick Taylor, creía que el análisis objetivos de datos recogidos en los talleres daría la base para determinar “la manera óptima” de organizar el trabajo. Sugirió un sistema que se puede resumir en cuatro

Principios:

1. La observación y el análisis mediante estudios de tiempo para fijar la tasa óptima de producción. En otros términos, desarrollar una ciencia para la tarea de cada hombre

- un modo óptimo-.

2. Seleccionar científicamente al mejor hombre para cada tarea y adiestrarlo en los procedimientos que se debe seguir.

3. Cooperar con el obrero para asegurarse que el trabajo se hace como se ha descrito. Esto significaba fijar un sistema diferencial para pagar el trabajo a destajo, y pagar al obrero sobre la base de un incentivo y no según el empleo.

4. Dividir el trabajo entre gerentes y trabajadores de manera que los gerentes, y no a los trabajadores individuales, se les asigne la responsabilidad de planear y preparar el trabajo.

Esto último se lograba con el sistema de capataces funcionales, según el cual el obrero de la producción dependía de distintos capataces, según el aspecto del trabajo de que se tratara (por

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