¿Influye la cultura organizativa en el control de la gestión?

¿Influye la cultura organizativa en el control de la gestión?

Si. Influyen entre si ambos. Y uno es el reflejo del otro de forma indirecta. Una cultura que sea orientada a la eficacia y a los resultados creará un tipo de sistema de control y otra cultura que sea orientada a la burocracia y al freno hacia cualquier tipo de cambio tendrá consigo otro sistema de control de la gestión…y podrá provocar que los miembros de una organización se identifiquen con ella y con el sistema de control de la gestión o no lo estén.

Resumo los puntos en los que afecta una cultura organizativa sobre el control de la gestión:

• La propia cultura organizativa crea un mecanismo de control
• El diseño, implantación y la utilización del sistema de control estará influenciado por la cultura organizativa.
• Promoverá  el complemento  perfecto al control financiero y la aceptación al mismo mediante el desarrollo la identificación y el autocontrol de sus empleados.
• Reflejará los valores dominantes, culturas existentes, las relaciones, los cauces de comunicación, de forma simbólica y significativa sobre el sistema de control.

Personalmente,  bajo mi experiencia y en la medida en que puedo, dentro de la empresa en la que trabajo y donde tengo a cargo una plantilla media de unos 150 trabajadores, con puntas de 250, busco una estructura organizativa basada en la participación, la implicación del personal a cargo, en un ambiente en el que se genere confianza y estabilidad.

Es imprescindible, que el diseño e implantación de los sistemas de dirección y de control sean realizados en función, no sólo de los aspectos técnicos que lógicamente siguen siendo fundamentales, sino especialmente del contexto en que operan, y dentro de éste, de la cultura tanto de la empresa como de las personas que forman parte de ella (aspecto difícil por ser subrogados de distintas empresas). Para ello es necesario considerar la influencia de los valores de las personas y de los grupos que tienen un mayor peso dentro de la organización para entender cuáles son los objetivos de la organización, cuáles son sus expectativas o sus reticencias a la realización de cambios, sus exigencias para la aceptación de éstos, etc.

Bajo mi punto de vista, el desarrollo de una cultura organizativa recogiendo los aspectos antes citados es básico y fundamental para la estabilidad, la adaptación, el crecimiento, la expansión e internalización de las empresas. Por tanto influye en el control de la gestión y de sus resultados.

Actualmente, nos movemos en mercados en constante evolución, con continuas incertidumbres, en el cual, aquellas empresas  que desarrollen una cultura organizativa adecuada, tendrán mayor capacidad de crecimiento, mayores fortalezas, mayor capacidad respuesta al cambio, mayor capacidad de adaptación, todo ello propiciará por otro lado, el desarrollo de una fuerte imagen de marca (interna y externa) y por consiguiente un “nombre”  de empresa fuerte y estable, en la que es atractivo trabajar y crecer profesionalmente para sus trabajadores , frente a la competencia.

La sensación de pertenecer a una gran empresa (aunque sea pequeña) es muy importante y tiene un efecto positivo demoledor para los trabajadores, directivos y para la propia empresa  (y se puede realizar de muchas formas).

Sentirse orgulloso de ella,  de lo que hacemos (por insignificante o poco importante que nos pueda parecer), ser felices en lo que hacemos, sentirnos parte de ella, dar estabilidad y confianza…crea una retroalimentación hacia la empresa, mejorando la calidad del trabajo percibido por el trabajador, generando una disminución del absentismo, un aumento del rendimiento, una mejora de la eficacia de todo el sistema productivo, y finaliza en una mejora del servicio prestado hacia el cliente, en un aumento de los márgenes y por consiguiente del beneficio económico de la empresa.

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