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JAPAN INC. modelo gráfico


Enviado por   •  14 de Mayo de 2019  •  Resúmenes  •  3.259 Palabras (14 Páginas)  •  61 Visitas

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JAPAN INC.

Aproximación analítica macroeconómica a Japón, desde la puesta en marcha de las Abenomics en 2013

A lo largo de la historia moderna y contemporánea, Japón ha sido una de las principales economías en el contexto global. Particularmente, en el siglo XIX y tras la Segunda Guerra Mundial, emergió como uno de los países más avanzados, llegando a ser considerado como la segunda economía del mundo y más recientemente como la tercera en este ranking, por detrás de Estados Unidos y China.

En los años 90, durante la llamada década perdida, Japón ve estancada su economía al estallar las burbujas financiera e inmobiliaria, que se generaron producto de la época expansiva, la apreciación de su moneda y por la política monetaria que buscaba estimular el mercado y apoyar a los sectores dedicados a la exportación. Durante años, tras varios programas de estímulos fiscales y variaciones en su política monetaria, las autoridades no han logrado estabilizar la economía, siendo afectada por períodos de deflación, la crisis financiera de 2008 y un alto índice de actividad sísmica, dada su ubicación geográfica.

Para realizar la aproximación analítica macroeconómica con base al modelo de Demanda Agregada y Oferta Agregada (DA/OA), se consideró como coyuntura inicial la llegada al poder, a finales de 2012, del Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, en adelante Abe, quien ha impulsado desde esa fecha un programa denominado “Abenomics” con 3 grandes objetivos o flechas: (i) política fiscal, (ii) política monetaria y (iii) reforma estructural, pero que ahora aseguran se ha convertido en un plan más amplio “para un cambio socioeconómico favorable”.

Contexto coyuntural:

  1. Situación del crecimiento 2012-2013

De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la economía japonesa tuvo un crecimiento real de su Producto Interior Bruto del 1,5% en 2012, año en el cual se realizaron las elecciones y resultó elegido Abe como jefe del gobierno. El PIB per cápita ascendía a USD 37.214, mientras que la formación bruta de capital fijo llegaba al 4,4%.

En cuanto a la estructura de la economía japonesa, el sector primario representa el 1,1% del PIB, afectado cada vez más por el envejecimiento de la población, medidas proteccionistas y desastres naturales. El sector secundario aporta en promedio un 26,2%, con fortalezas fundamentalmente en las industrias del automóvil, electrónica, nanotecnológica, maquinaria, entre otras; mientras que el sector terciario constituye el 72,7%, apoyado en los servicios bancarios, transporte y telecomunicaciones, entre otros.

En cuanto a la deuda pública, ésta representaba el 230% del PIB, mientras que el déficit público se encontraba en 8,3%, debido a que el gasto público ascendía al 40,7% y a 32,3% en ingresos gubernamentales.

La inflación continuaba comportándose de forma negativa y cerraba en                  -0,1%, una deflación que había estado presente recurrentemente desde 1999, afectando los precios y el consumo.

La población activa ascendía a 65,6 millones de personas y la tasa de desempleo a 4,35%, pero con un importante riesgo progresivo dado el envejecimiento y el decrecimiento de la tasa de natalidad. A su vez, estos valores han puesto también la atención sobre la sostenibilidad de la seguridad social.

El balance en la cuenta corriente para 2012, representaba un punto porcentual del PIB. Los ingresos por inversión extranjera directa ascendían a USD1.732 millones.

En el contexto interno, destaca la frágil situación política que sufría Japón, con seis Primeros Ministros en seis años y la reelección de Abe, en un proceso de elecciones anticipadas.

Asimismo, los efectos de la crisis financiera internacional de 2008, cuando la economía japonesa se contrajo 1,1%, seguido de un 2009 con otro importante número negativo de -5,4% y un rebote a 4,2% en 2010. Un año después, el terremoto de Fukushima arrastró los valores a -0,1%.

Por otra parte, su economía mantiene una fuerte dependencia de las exportaciones hacia Estados Unidos y China, así como las importaciones para cubrir sus necesidades alimentarias y de energía.

Estrategia Política Económica: Las flechas de Abenomics

Una vez asume el poder en 2012, Abe puso en marcha su plan de gobierno con base a 3 grandes áreas o flechas (llamadas así por una parábola japonesa de la imposibilidad de quebrar tres flechas juntas, a diferencia de una sola) a saber:

  1. Política fiscal flexible, para incrementar en 2% el crecimiento económico y crear 600 mil puestos de trabajo, expandiendo el gasto público y reduciendo el índice de desempleo. Entre otras medidas, el gobierno buscaba lograr el equilibrio presupuestario para el 2020. [pic 1]

Este plan, el segundo más grande en la historia de Japón, tuvo un valor inicial de 20,2 billones de yenes (226 mil millones de dólares) en 2013, de los cuales 10,3 billones de yenes representaban el gasto directo del gobierno central y estaba focalizado en proyectos de infraestructura. Posteriormente, para contrarrestar el efecto de la subida del Impuesto al Consumo del 5% al 8%, incluyó un estímulo extraordinario por 8 billones de yenes.

  1. Política Monetaria Expansiva en coordinación con el Banco Central de Japón para duplicar la base monetaria (BM) entre 2002 y 2014, con el objetivo de lograr la estabilidad en los precios y lograr una tasa de inflación del 2%.

El Banco Central de Japón ha mantenido en los últimos años una política monetaria expansiva, bajo dos premisas: La primera es la de lograr la “estabilidad en los precios”, superando la época de deflación y alcanzar el 2% de inflación anualizada; y la segunda premisa, es la de “Flexibilización monetaria cuantitativa” que luego se extendió a “cualitativa, con control de curva de rendimiento”, también conocida como Quantitave Quality Easing (QQE) por sus siglas en inglés, que se compone a su vez en dos parámetros:

El primero, controlar la curva de rendimiento (relación entre el rendimiento y madurez de los títulos públicos) a través de las tasas de interés. Para ello ha mantenido desde 2016 el interés negativo (-0,1%) en el corto plazo a los saldos de cuentas corrientes de instituciones financieras en el banco; y alrededor de 0% la tasa de interés en el largo plazo (10 años), a través de la compra de manera flexible de los títulos públicos.

Y el segundo parámetro, ampliar la base monetaria a través de operaciones de mercado abierto hasta que la tasa año a año del Índice de Precios supere y se mantenga estable sobre el 2%. Para ello, ha definido una serie de pautas sobre la adquisición de otros activos más allá de los bonos públicos. En este sentido, el banco ha mantenido una estrategia de compra de fondos cotizados en bolsa y fideicomisos de inversión inmobiliaria a un ritmo anual de unos 6 billones de yenes y unos 90 mil millones de yenes, respectivamente.

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