La Innovación Empresarial En términos De Competitvidad.dot

1. Introducción

Existen diversos factores que pueden determinar la competitividad.

Aunque hoy está muy extendido el criterio de que entre las herramientas que se pueden utilizar para cambiar las reglas de la competencia, el cambio tecnológico figura como la más importante, aunque no es la única. Las ventajas competitivas derivan, hoy día, del conocimiento científico convertido en tecnología.

El desarrollo de las economías nacinales dentro del contexto mundial actual nos sitúa ante la necesidad de estimar como los procesos de Gestión de la Innovación Tecnológica permiten la creación de capacidades productivas, y sobre todo tecnológicas en el marco empresarial y nacional.

Esto nos lleva al análisis del proceso innovador como respuesta a las necesidades económico-sociales.

Los países y las empresas se encuentran siempre en estado de competencia, independientemente de si tienen o no capacidades productivas que los hagan competentes. En este tipo de situaciones, el objetivo final es siempre la búsqueda de la competitividad.

En este sentido los estados deben ser competentes, sin excepciones, ya que la eficiencia del sector estatal es una de las principales necesidades de la economía. De la misma manera, este es un asunto que ocupa un lugar prioritario en las decisiones de los empresarios.

Esta es la razón por la que la misión de la ciencia, la tecnología y la innovación, en el momento actual deben orientarse hacia esa dirección, constituyendo el elemneto dinamizador del desarrollo sostenible de un país

2. Competitvidad

a. ¿Qué es la competitividad?

El término competitividad tiene muchas definiciones, dependiendo del contexto en el que se utilice.

“La medida en que una nación, bajo condiciones de mercado libre y leal, es capaz de producir bienes y servicios que puedan superar con éxito la prueba de los mercados internacionales, manteniendo y aún aumentando al mismo tiempo la renta real de sus ciudadanos”, sería una de ellas, planteada por John Ivancevich et al.

Pero el mismo Ivancevich et al ofrece otra versión a la definición que obtenemos al cambiar la palabra nación por organización y ciudadanos por propietarios.

Situándonos desde la perspectiva individual, puede decirse que la competitividad es hacer del hombre un mejor empresario, porque de nada sirve producir bienes y servicios, si estos no se colocan en un mercado que les pueda dar cabida.

La competitividad es un reto que se establece para poder alcanzar cualquier tipo de objetivo, personal, grupal, organizacioal o nacional.

Hoy en día para sobrevivir en la situación actual resulta necesario valerse de todos los recursos disponibles en un mercado dónde un tipo de bien o servicio suele ser ofrecido por diferentes empresas como diferentes versiones del mismo.

Existen utensilios que permiten mejorar esos productos. Uno de ellos es la gestión de la innovación, que comprende una serie de pasos y herramientas, como es la creatividad, que sirve para desarrollar nuevas y exitosas ideas que logren dar el empuje necesario al diseño final del bien o servicio, con el que se podría conquistar el mercado.

La gestión de la innovación tiene como objetivo principal establecer nuevas necesidades, abastecer nuevos mercados y crear nuevos productos o servicios para combatir en la dura guerra del comercio global.

b. Niveles de competitvidad

La competitividad se pueden clasificar en tres niveles, y la manera de plantearlos sería con un esquema piramidal (Figura 1).

Figura 1. Esquema de niveles de competitividad. Escenarios y retos.

Aquí podemos observar como se presentan, tanto los escenarios de cada nivel de competitividad, como los retos más transcendentes que deben enfrentarse para alcanzar estos niveles. Estos tres niveles conforman la llamada competitividad integral.

Alcanzarla es, en cierto sentido, un estadio ideal, ya que todos los niveles dependen del desarrollo de la capacidad y competencia humanas, lo cual es un escenario demasiado difícil de controlar por la infinidad de combinaciones de carácteres e inteligencias que, en general, cada individuo presenta.

c. ¿Competitividad Integral = Utopía?

Como se acaba de mencionar en el apartado anterior, la competitividad es un estadio ideal, y para alcanzarla es necesario que se establezaca un compromiso entre los tres niveles de competitividad de la pirámide iniciándolo desde la base. Se ve que se trata de una tarea ardua y difícil de alcanzar debido a que los países son competitivos entre sí y dentro de ellos existen organizaciones competitivas, lideradas por individuos inconscientemente competitivos.

Existen países que han alcanzado la competitividad integral, lo cual los ha convertido en potencias mundiales. En la actualidad los casos más notables son los países asiáticos, cuya cultura de orden, trabajo y limpieza ha sido una de las herramientas más eficaces para su desarrollo y rápido posicionamiento en el escenario global.

En Latinoamérica, donde la cultura ha degenerado al desorden, flojera y postergación de actividades, es un verdadero reto alcanzar la competitividad integral. Es difícil, pero no imposible. Ahora bien, el obstáculo que surge para lograrlo es, el bloqueo mental al suponer que trabajar por alcanzar la competitividad integral es trabajar de más.

Debe entenderse que ser más eficiente no quiere decir que se esté trabajando tiempo extra para serlo, con un simple cambio en la administración de nuestro tiempo y la priorización de actividades puede alcanzarse una mayor eficiencia en nuestro desempeño a nivel personal, grupal y organizacional. Tampoco puede plantearse como algo sencillo, pues nuestras mismas normas culturales dictan que los cambios bruscos en la estructura de nuestro tiempo y actividades nos colocan en una zona de vulnerabilidad ya que no estamos acostumbrados a poner disciplina en nuestras vidas.

Aunque nos disciplinamos para ciertas actividades, a veces esta disciplina se aplica con esquemas no adecuados y terminamos convirtiendo la disciplina en una rutina la cual probablemente generará estrés en cualquier momento en que ésta sea alterada.

En este contexto, trabajar desde la base de la pirámide de la competitividad, es la clave para alcanzar la competitividad integral en los países latinoamericanos.

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