Mercado De La Basura En Chile
algarri15 de Noviembre de 2013
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INDICE
INTRODUCCION …….…………………………………….…..………….……… …...03
RESUMEN EJECUTIVO …..…………………………. ..….………..…………… ......04
MARCO TEORICO..…………………….………………….……………………….…..05
CASO PARTICULAR – NOTICIA …………………………………………………….09
ANALISIS ………………………………………………………………………………..11
CONCLUSIONES………………………………………………………………………..13
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………….....14
INTRODUCCION
Hablar de regulación de mercados y de libre competencia, en estos días, parece ser hablar de algo que se hace para evitar la corrupción y las utilidades estratosféricas de algunas empresas. Visto de otra forma, la percepción general que se tiene es que la regulación de los mercados se hace para evitar los abusos del sistema. Algo de verdad hay en ello. Sin embargo, la regulación tiene un origen más profundo y técnico que esta visión de la ciudadanía.
La mayoría de los chilenos ve que se dictan más y más leyes, que se readecuan las existentes, etc. Como apreciación general (y dada la desconfianza generalizada hacia los políticos de todos los colores), se cree que de alguna forma, estas nuevas leyes van a ser eludibles por los poderosos (“Hecha la ley, hecha la trampa” reza el dicho). Y esta desconfianza genera incertidumbre, sobre si servirán estas nuevas leyes o los tribunales aplicarán las sanciones correspondientes.
Sin embargo, esto tiene un origen definido.
El auge del sistema económico de Mercado a partir de la década de los 80 (caída de los socialismos reales) ha visto aparecer la preocupación por la regulación del Mercado. En principio, se trata de los casos de ineficiencias del Mercado (Competencia imperfecta y externalidades negativas) y de la actitud que el Estado debería adoptar frente a ellas. Algunos creen que el Estado debe tener un rol más activo; otros, que debe generar las condiciones para que el mercado funcione por sí sólo. Ambos puntos de vista tienen buenos argumentos de defensa. Por esta razón, vamos a analizar uno de los mercados menos conocidos públicamente y que genera mayor desconfianza: El mercado de los residuos sólidos domiciliarios.
La mayoría de las personas sólo sabe que saca la basura, pasa un camión y se la lleva. Además que tiene que pagar un monto a la municipalidad donde reside. Hasta ahí su conocimiento. Por esto, indagaremos más profundamente en este tema, se analizará más en detalle para dar a conocer ciertos aspectos que no son conocidos por la ciudadanía en general, y de esta forma entregar herramientas para tener una opinión más acabada sobre el tema.
RESUMEN EJECUTIVO
En el presente trabajo tendremos la opinión de 3 economistas que hablan sobre la regulación de los mercados. Tres puntos de vista distintos referentes al tema.
Primero, René Fernández Montt nos habla sobre el juego “Pepito paga doble, haciendo un paralelo con la regulación de mercados; donde menciona que debe existir un ente regulador para ciertas industrias.
Posteriormente, Ricardo Paredes Nos habla de que debe existir un marco regulatorio adecuado para ciertos tipos de mercados, donde la privatización (en este caso, del servicio de recolección de basura), se debe realizar con las leyes lo suficientemente claras para que funcione lo mejor posible.
Jorge Ospina, nos dice que los mercados regulados sólo necesitan dejar que la oferta sea lo más grande posible y comprometer a los participantes bajo ciertos códigos de conducta. Lo cual, dados los tiempos actuales, es muy difícil de llevar a cabo.
Finalmente, aplicamos el pensamiento de estos economistas a una noticia relacionada directamente con este tipo de Mercado en la ciudad de Curicó, y se analizan los distintos puntos de vista mencionados para llegar a ciertas conclusiones comunes.
MARCO TEORICO
1.- Sobre Mercados Autorregulados
La información, la regulación y la posterior fiscalización son fundamentales para el desarrollo de cualquier mercado. Al alzamiento de voces contrarias a una mayor regulación, atendiendo a la posibilidad de sobrerregulación, -asunto que a mi personal parecer está lejos de ocurrir-, considero útil el ejercicio de describir como sería un mercado si no existiese regulación.
Observar el “modus operandis” de un negocio perteneciente a la Economía Informal Santiaguina nos servirá para asimilar como sería un mercado sin regulaciones.
El juego callejero “Pepito paga doble”, que ha sido tantas veces mencionado en diferentes programas de reportajes, será el negocio de la economía informal que utilizaremos para nuestro análisis. Para iniciar al potencial “inversionista” en este juego callejero, hay que observar que la técnica de ventas utilizada por los dueños se caracteriza por intentar cubrir los potenciales perfiles de los clientes con “vendedores” adecuados a cada uno, vale decir que cada “vendedor” se caracteriza como un par encubierto que actúa en forma cercana al inversionista o potencial cliente (oficinista, estudiante o la tan recurrente señora Juanita).
Una vez que el transeúnte accede a jugar, la táctica es que gane algunas veces, para incentivar un mayor monto futuro de inversión. Sin embargo, al igual que en el mercado de capitales no podrá vencer al mercado sistemáticamente, pues ahí actúan las “fuerzas del mercado” con medidas como aumentar la dificultad del juego, la velocidad del movimiento, apelar a la distracción y a los “palos blancos”.
En un mercado sin regulaciones, se podría afirmar que existirían incentivos para que una mayor cantidad de especuladores intentaran maximizar sus ganancias sin necesariamente cuidar el bolsillo del potencial comprador, que aunque asumamos que actúa en forma racional, obviamente existen asimetrías de información que los palos blancos aprovechan.
Cuando el jugador mantiene una actitud agresiva y además ha obtenido ganancias en términos netos con respecto a lo que ha ganado la casa o mercado, bajo el argumento que en esta casuística en particular se denomina “vienen los pacos” (sic) se cierra el mercado y en este período de Black-Out, se pierde el monto que estaba en juego, asunto que obviamente no ocurre en el Mercado de Capitales chileno, pero de no existir regulación, sería bastante probable su ocurrencia.
Con las condiciones de este mercado tan competitivo y centralizado, la forma de generar potenciales ganancias obedecería a la estrategia de “hit and run”, aunque no conozco a alguien que haya podido llevarla a cabo, pues este subsistema de la economía informal toma fuertes y amenazantes resguardos.
El comportamiento ético y la autorregulación no se generan espontáneamente, es necesario que haya un ente regulador y coordinador. Además, un contexto que plantee como amenaza creíble una mayor regulación aumenta la probabilidad de aumento en autorregulación. Puede haber discrepancias en el enfoque y es preciso determinar que no exista sobre-regulación en eso estamos de acuerdo. Pero, para quienes pudieran pensar aún que el mercado solucionará todos los problemas, es necesario consideren el ejemplo de este habitual juego de la economía informal.
Fuente: http://www.paisproactivo.cl/index.php?mostrar=columnasdetalle&ver=00000046
René Fernández Montt, Ingeniero Comercial y Magíster en Economía Financiera de la Universidad de Santiago de Chile. Posee Diplomados en Economía Social de Mercado, Riesgo Operacional, Normas Internacionales de Contabilidad para el Sector Público y Políticas Públicas en Medio Ambiente, Energía y Desarrollo Sustentable Académico, Investigador y Columnista de diversas instituciones y medios de comunicación iberoamericanos.
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2.- CONCLUSIONES
En este artículo se ha enfatizado un aspecto que siempre debiera estar presente en la implementación de un proceso de privatización y que dice relación con el marco regulatorio adecuado. La regulación previa a la privatización es algo que debe ser procurado por los ejecutores de la privatización, aun cuando frecuentemente los incentivos para hacerlo suelen ser pequeños. Desde este punto de vista, el análisis de la experiencia chilena muestra que los privatizadores chilenos, si bien racionalizaron la operación de las empresas para la privatización, no dividieron adecuadamente las empresas, de modo de facilitar la regulación posterior. Por otra parte, si bien hubo mejoras en las leyes específicas que regulaban a los monopolios estatales para que fueran más funcionales a la nueva operación privada, las nuevas leyes no fueron lo suficientemente claras para evitar el abuso de poderes monopólicos existentes.
La falta de perfección en la legislación puede ser la consecuencia inevitable de una experiencia pionera y, por lo tanto, sujeta a las imperfecciones del aprendiz. Por otra parte, la regulación óptima no es un evento, sino proceso, por lo que incluso de haber existido una preocupación especial por el tema, cambios en la regulación serían necesarios en el tiempo. Sin embargo, en este artículo se ha llamado la atención sobre un conjunto
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