Prospectiva estrategica

PROSPECTIVA ESTRATEGICA

102053 GRUPO 52

ACTIVIDAD DE RECONOCIMIENTO

PRESENTADO POR:

LAURA NELLY HERNANDEZ LUQUE

COD 51997949

ANA EDILSA ROJAS

CC 52034508

OLGA JANETH GUAYAZAN

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD

ESCUELA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS ECONOMICAS CONTABLES Y DE NEGOCIOS

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

MARZO DE 2014

ENSAYO

LA LUCHA DE LA CORRUPCION DE UNA REGION

Para empezar a describir este problema que aqueja a los países del mundo entero, en unos países más que en otros, resumiré a continuación las definiciones que en mí concepto son las más cercanas a la realidad que vive la sociedad contemporánea. Según el diccionario de la real academia española, corrupción es la acción y efecto de corromper. Y corromper significa alterar algo, echar a perder, estragar, pervertir.

La corrupción, es la desnaturalización o desviación del regular ejercicio de la función pública, entendida esta como la entera actividad del Estado, entendida la función pública no solo como las funciones del poder ejecutivo, sino como el ejercicio de las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales, nacionales, provinciales y municipales, frente al comportamiento de sus titulares o al de terceros destinatarios o no del acto funcional.

Algunos organismos internacionales presentan cifras que recaudan a través de diferentes estudios que realizan. Por ejemplo la organización “Transparencia Internacional” realiza anualmente un estudio sobre la corrupción en el mundo . Los países menos corruptos en el mundo de acuerdo al estudio son en su orden Islandia, Finlandia, Nueva Zelandia, Dinamarca y Singapur. Y a nivel de nuestra región los países mejor posicionados son en su orden Canadá, en la posición 14, Estados Unidos (17), Chile (21), Uruguay (32) y Costa Rica (51). Colombia ocupa una no muy envidiable posición 51 en el listado de los menos corruptos. Los “peores” del mundo son Chad y Bangladesh, apenas por debajo de

Haití.

Otros Organismos que se dedican al estudio, seguimiento y control de este fenómeno son: La Oficina contra el Soborno perteneciente a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude de la Unión Europea (OLAF) y el Grupo Multidisciplinario sobre la Corrupción del Consejo de Europa.

La Corrupción es un tema de investigación difícil de abordar, dado que resulta complicado recaudar datos confiables y ordenados sobre actividades ilegales o producto de la corrupción. Lo que se conoce proviene regularmente de escándalos publicitados por los medios de comunicación, de experiencias personales y de estudios adelantados por organizaciones como las referidas hasta el momento, pero datos oficiales no hay en la materia.

La corrupción se manifiesta tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo. La revolución de la información y el avance en las comunicaciones han hecho públicos muchos casos de corrupción, ocasionando escándalos de alcance mundial. Tal como lo cita Gerald E. Caiden , “La falta de ética, que podía esperarse en regímenes corruptos como el de Pakistán, Paraguay, India, Indonesia, Colombia y Zaire, también podía verse ahora en Estados Unidos, la Unión Soviética, Japón, Italia, China e incluso en Australia, los Países Bajos, el Reino Unido, Francia, Bélgica, Suiza y Suecia, aunque supuestamente no en la misma escala ni tan inmerso en la cultura de la gobernanza. Y entonces alcanzó a la comunidad internacional con escándalos que posiblemente surgieron primero en la UNESCO y luego en organismos de Naciones Unidas, en la propia ONU, los bancos de desarrollo regional, la OTAN, la Unión Europea, y recientemente en las organizaciones no gubernamentales, inclusive en la organización de los Juegos Olímpicos.”

A nivel nacional, en palabras del propio zar anticorrupción, es tan crítica la situación que se puede afirmar que la corrupción “corrompió”, incluso, hasta a los grupos armados al margen de la ley. Pero lo más preocupante es que los organismos de control ni mucho menos otras entidades del orden público o privado manejan unas cifras exactas sobre los costos económicos y sociales que el fenómeno de la corrupción le genera al Estado.

De un total de 30 billones de pesos contratados por la Nación en promedio para los años recientes, el 12,9% se destinan al pago de sobornos, de acuerdo con una encuesta recientemente aplicada por la firma Transparencia por Colombia y la Universidad Externado de Colombia a un total de 560 empresarios contratistas del Estado, y tan solo el 8% de los encuestados estarán dispuestos a denunciar hechos de corrupción o lo han hecho

Estos recursos podrían destinarse al financiamiento del gasto público social como la educación, la salud y los servicios básicos esenciales como acueductos, alcantarillados para municipios pobres o evitar en parte la onerosa carga impositiva de la que tanto nos quejamos.

Pero existen en Colombia otras clases de corrupción, aún más difíciles de cuantificar: La que permite el “atajo” en la realización de trámites, que se produce cuando funcionarios públicos aceptan o demandan pagos para agilizar trámites o permitir el acceso a ciertos servicios o información.

A nivel Latinoamérica Colombia ocupa el séptimo puesto Colombia mantuvo constante su posición frente al resultado obtenido el año anterior. La calificación del índice global de competitividad se mantuvo en el orden de 4,2, con lo que Colombia ocupó el lugar 69 entre 148 países analizado por la FEM.

Por otra parte, Colombia se mantiene estan¬cada en los índices internacionales que miden la competitividad relativa de los países, como el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, en el que el país se ha mantenido en los últimos cinco años alrededor del puesto 69, entre una muestra 144 países, y el Informe

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