Taller de Ética Empresarial

Taller de Ética Empresarial[pic 1]

Nombre: José Güerere

ESCENARIO

Mi primer trabajo como ingeniero fue en un proveedor de servicios de Internet vía microondas llamado Meshtel. Desempeñaba el cargo de Ingeniero de Postventa y entre las responsabilidades que tenia se encontraba la supervisión de las instalaciones a nuevos clientes.

La empresa pasaba por problemas financieros, necesitaban hacer el pago de la mensualidad a su proveedor Tier 1 de conexión de fibra óptica hacia Internet y no se tenía el dinero completo, si no se hacia el pago pronto el proveedor iba a cortar el servicio lo que afectaría a los casi 500 clientes a los que se les prestaba servicio.

En vista de la situación uno de los dueños, llamado José, le pidió a su hermano, llamado Manuel, que era vendedor que consiguiera clientes que contrataran el servicio para que con el pago de la instalación se recaudara el dinero faltante para resolver el pago de ese mes.

El proceso de instalación de un nuevo cliente tomaba entre un mes y un mes y medio, ya que se compraban los equipos nuevos y se traían desde EEUU a Caracas.

Rápidamente Manuel consiguió un cliente interesado con la condición que la instalación se haga esa misma semana. Ambas partes aceptaron, el cliente hizo el pago y procedí a planificar la instalación.    

No teníamos equipos nuevos en stock, así que mis jefes, José y Rolen, el otro dueño de la empresa, me dijeron que hiciera la instalación con equipos usados.

Llego el día de la instalación, el equipo asiste a casa del cliente, no fui con ellos porque me tocó supervisar otra instalación. Al reunirnos al final del día me entero que los instaladores tuvieron problemas con el cliente porque se dio cuenta de que los equipos eran usados, les pregunto si eran usados a lo que respondieron que sí. El cliente necesitaba el servicio por lo que accedió a continuar con la instalación. También se enteraron de que el vendedor le cobro una “cuota especial” para que la instalación se hiciera más rápido de lo normal.  

De manera irrespetuosa Manuel irrumpió en la reunión y empezó a gritarnos diciendo que no debíamos hablar con sus clientes, que el trabajo solo era instalar y que por culpa de nosotros el cliente se dio cuenta de que los equipos que le estaban instalando eran usados. Manuel estaba molesto porque el cliente lo llamo diciéndole que era un ladrón y estafador, y que se aprovechó de él cobrándole de más para instalarle más rápido.

En mi posición como supervisor debía tomar cartas en el asunto, pedirle al vendedor que respetara a mi equipo, que no se dirigiera a ellos de esa forma y que debía aceptar la responsabilidad de la situación porque todo lo que le dijo el cliente era verdad. Pero no lo hice por la desconfianza que sentía al ser mi primer trabajo y lo intimidado que me sentía por la agresividad con la que Manuel se expresaba.

DESENLACE 

Rolen, que era mi jefe directo, intervino, pero solo para pedirle a Manuel que no les gritara a los instaladores, y José no intervino en toda la discusión. A ninguno le molesto el fondo de la situación, que era que un vendedor había engañado a un cliente.

Como consecuencia de no haber participado en la discusión, me sentí poco profesional los días siguientes, dudé de mis capacidades para estar al frente de un equipo y responsabilizarme de todo lo que esto implicaba. Así mismo toda la situación cambio mi imagen de la empresa en la que trabajaba y de los valores que ella representaba. Por esto y otras situaciones, también éticamente cuestionables, termine renunciando de Meshtel.    

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