Articulación teórica "Trátame bien"
123MariposaTarea8 de Junio de 2018
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Introducción
En este trabajo se realizará una articulación teórica entre la bibliografía de la asignatura y un capítulo del unitario Tratame bien. El mismo se trata de una terapia familiar, a la cual acuden el matrimonio y sus dos hijos adolescentes (Elena y Damián). Se reviven en este espacio los conflictos de la pareja y los vínculos fracturados con sus hijos, que giran alrededor de una mentira.
Tratame bien se trata de un unitario argentino, y en el capítulo elegido, acuden a terapia porque Damián se fue de casa luego de descubrir la mentira que por tanto tiempo ocultaron sus padres: Damián no es hijo del padre que convivió con él. A raíz de esa mentira, los hijos adolescentes ya no creen en sus padres, no confían en ellos y los vínculos se rompieron.
Desarrollo
Dentro de la perspectiva sistémica, un problema es una interpretación de una determinada situación que supone una determinada conducta, la cual no nos posibilita resolver favorablemente una situación. Cuando esto ocurre, el problema persiste. En el caso de este capítulo seleccionado, el problema principal es la mentira, la cual originó otras consecuencias: que Damián se vaya de la casa y ya no confíe en sus padres, y los vínculos rotos en la familia.
Este procedimiento necesario para resolver un problema requiere de tres pasos: 1) la definición del mismo; 2) fijar una meta y elegir un medio para lograrlo; 3) evaluar los resultados. El medio son las intervenciones; y el objetivo es modificar las creencias, conductas, tipos de interacciones y relatos a través de los cuales los sujetos describen el mundo. Este capítulo refiere al primer paso, la definición del problema y la aceptación del mismo. Cuando la terapeuta toma la palabra y expresa: “Esto es una familia, a veces las familias son un desastre, llenas de soledades, de angustias, de tristezas, de incomunicaciones, de imposibilidades de amarse, aunque se amen, porque todos se quieren en esta familia. (…) Una familia sigue siendo una familia aunque no suceda en el mismo espacio”; con esa intervención está tratando que la familia acepte el problema que los llevó hasta allí.
Desde un punto de vista sociológico, un psicólogo es considerado un consultor. Por ende, el consultor hace referencia a un rol, en el cual, el consultor es llamado por otro que padece un problema. El consultante es el que sufre ese problema; pero entiende que ese sufrimiento no tiene sentido y que lo está sufriendo contra su voluntad. En este caso, el consultante es el sistema familiar. El sistema consultante hace referencia a un sistema construido por el consultor y el consultante. Las interacciones que se dan dentro de este sistema consultante, se denominan “entrevista cara a cara” y suponen ciertos pasos; en este momento de la terapia elegida, se dan los tres primeros pasos, porque el tratamiento en sí todavía no ha empezado:
*Una pre-entrevista: se manifiesta el motivo de consulta (en este caso, un problema de comunicación en la familia). La ida del hijo de su casa podría ser el motivo de consulta por el que se acercan a la consulta, pero el motivo real es la mentira sobre su identidad.
*Establecimiento de la relación en la cual el consultante y consultor se conocen. Comienza cuando la terapeuta pregunta a la familia si se sienten cómodos y quien toma la palabra es el hijo, quien expresa que no quería asistir. La psicóloga comienza haciendo una introducción, expresando que allí va a generarse el espacio para compartir las problemáticas que tienen, para que todos digan lo que no pueden decirse o no encuentran la manera de decirse fuera de la terapia.
*Definición del problema y objetivos consensuados. Quien comienza a hablar es el hijo varón, expresando que nunca hizo terapia y que no cree en ella. De inmediato dice: “A mí me mintieron con algo muy importante, con lo más importante que se puede mentir a alguien”. Este reconoce que tiene errores que tal vez a su familia no les convenza, pero que siempre fue sincero. El hijo aduce que debido a esa mentira, ahora no cree en su familia. Entonces, solicita a los padres que empiecen a ser honestos con sus hijos.
Teniendo en cuenta la teoría de los sistemas, que expresa que un sistema está compuesto por un conjunto de elementos que interactúan entre sí, se puede sostener que la familia es un sistema en el cual cada uno de los elementos del sistema tiene efecto sobre la totalidad del mismo, por lo cual, si uno “falla”, “falla” el sistema. En este sentido, el problema de la mentira ha afectado todo el sistema, puesto que se generó un desequilibrio en el mismo, el cual es lo que intentará resolver la terapia.
Según la teoría de los sistemas, en el marco de la terapia familiar, se tienen en cuenta las características del sistema: la retroalimentación, el proceso y acumulación de información, la adaptabilidad, la capacidad de autoorganización y la formulación de estrategias para la conducta propia del sistema.
Circuito de retroalimentación: hace referencia a 2 elementos interconectados entre sí, de manera tal que la conducta de uno influye sobre la del otro, y viceversa; y todo esto, a su vez, hace posible la autorregulación entre dichos elementos en la comunicación. Y esto permite anticipar una respuesta del otro, y modificar o perfeccionar la propia conducta en base a esa anticipación. La retroalimentación negativa apunta a disminuir un cambio en un sistema, a mantenerlo estable, que no se desvíe. Mientras que la retroalimentación positiva apunta a promover el cambio, genera un aumento en el desvío del sistema, para que éste cambie o evolucione.
En este caso, hay una retroalimentación negativa por parte de los padres que, por su forma de comunicarse, parecen no querer hacerse responsables del efecto que tuvo la mentira en sus hijos y, ante sus reclamos (Elena dice que no se puede hablar con ellos y Damián dice que ya no puede confiar porque si mintieron en algo tan importante como su identidad, también pueden estar ocultando otros secretos), la pareja en lugar de afrontar el tema, se enojan con sus hijos y le reclaman por aspectos personales de su vida que no tienen relación con el problema en sí (que su hija fuma porro o se graba con la cámara de la computadora y los secretos que oculta Damián). Esto deja entrever que los hijos quieren un cambio, por eso se van de la casa, pero los padres no afrontan su responsabilidad en el problema que generaron con la mentira, y quisieran que todo siga igual para no afectar el sistema familiar.
Proceso de información: por lo que puede verse en este capítulo, este sistema familiar ha sido siempre cerrado, ya que no se permitió que la información ingrese al sistema, el cual se llenó de mentiras, complicidades, ocultamientos, oscuridades (como dijo el padre de familia). Esta familia cerrada trata de mantener su unidad organizativa ante las perturbaciones del ambiente. A los fines prácticos, tratándose de un sistema cerrado, donde los padres no parecen aceptar su responsabilidad en el problema y ante el reclamo de sus hijos, no proveen de información, la intervención del terapeuta será mediante la perturbación.
En este caso particular, la perturbación se produce cuando la terapeuta pregunta “¿Qué es un desastre para vos?” a Damián, en referencia a un comentario que éste hizo sobre su madre, que está en la casa pero es como si no estuviera y que eso es un desastre. Ante la pregunta, Damián responde: “Que de un día para el otro yo no soy hijo de mi papá, que puede haber muchas cosas más que nosotros no sepamos y que estallen en nuestra cara”. Esa es la perturbación, porque a partir de allí comienza a hablar la madre, que era la única que se mantenía en silencio y se genera un clima de interrogaciones y reclamos entre madre e hijos. Tal perturbación generó en ellos una reacción: la madre termina llorando, a Damián se lo nota triste y al padre y a Elena se los nota nerviosos (Elena se muerde las uñas y el padre se toca el mentón). Y debido a eso, la terapeuta toma la palabra para tranquilizar la situación, diciendo: “esta es la familia que ustedes son capaces de tener y esta es la real”.
Entropía: hace referencia al grado de desorganización que tiene un sistema, es decir, a la información que al ingresar en un sistema lo desorganiza. La información que desorganizó el sistema familiar ha sido el secreto develado de que Damián no es hijo del padre que lo crió.
Adaptabilidad: al ser un sistema cerrado, sus miembros son incapaces de adaptarse a los cambios del ambiente. Es así que Damián se va de la casa ante el descubrimiento de la mentira y no parece haber una actitud de aceptar la situación por parte de los integrantes de la familia y adaptarse al cambio que esta situación genera.
Al no poder adaptarse, tampoco tiene capacidad de autoorganización, por eso es que deciden concurrir a la terapia de familia para que ése sea un espacio donde puedan hablar y resolver el problema, con ayuda de la profesional. Ésta, en ese primer encuentro, intenta definir el problema que los motivó a asistir, y que logren la aceptación del mismo para a partir de allí, y en futuras intervenciones, planificar estrategias que promuevan el cambio saludable.
Siguiendo en el camino de las comunicaciones, según Bateson, uno de los aspectos de la comunicación esquizofrenizante se basa en el envío de dos mensajes, con la particularidad de que ambos son contradictorios (paradoja) y de que el destinatario del mensaje (el hijo) no tiene posibilidad de ignorar ninguno de ellos. Esto ocurre en el discurso del padre que, ante el reclamo de Damián, le dice a su hijo que entiende lo que pide, pero que eso (de decir la verdad) ya está pasando, porque están sincerando una situación, están en ese espacio para aclarar la situación. Sin embargo, luego de que habla Elena (ésta dice que están ahí pero no sabe si realmente están diciendo algo, porque lo que saben es que su hermano se fue de la casa, pero que a pesar de haber vivido tantos años juntos, nadie sabe lo que le pasa al otro), su padre se enoja, le dice que se saque los dedos de la boca y no se haga la nena, y le reclama cosas que ella ha hecho, le hace la burla, le dice que no se haga la débil, y a los dos hijos les pide que no se hagan las víctimas de la situación. Esto marca una paradoja en la comunicación, puesto que, por un lado, se manifiesta dispuesto a hablar y resolver el problema, pero luego no se hace cargo y contesta a sus hijos con agresiones haciendo referencia a temas que no se relacionan con el problema en cuestión y con lo que sus hijos intentan que diga.
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