El suicidio escolar en México a nivel secundaria y sus causantes

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN.

El suicidio escolar en México a nivel secundaria y sus causantes

  Materia: Metodología de la Ciencias Sociales y Humanas

Profesor: Pacheco Pacheco W. Antonio

Licenciatura en Pedagogía

Segundo Semestre     Grupo: 2202

INTEGRANTES

Lerma Bonilla Karen Mitchel

López Rodríguez Cintia Elizabeth

Gonzales Mendoza Valeria Berenice

CORREO ELECTRÓNICO

karenlermabonilla@gmail.com

cinti.lopz@gmail.com

vmendoza161098@gmail.com

ÍNDICE

Introducción        3

Descripción de la problemática        4

Justificación del tema        10

Antecedentes del problema        11

Impacto del problema en la actualidad        17

Cuestionario utilizado para el análisis de resultados        19

Análisis de resultados        26

Conclusiones        28

Fuentes de información        29

Desempeño de los integrantes        30

Introducción

Hablar sobre suicidio en adolescentes o en la adolescencia, sobre todo a nivel secundaria, resulta difícil por varias razones; porque se considera un tema trágico, un tabú que preferimos no mencionar, por temor a que se incremente el riesgo en adolescentes que intenten quitarse la vida, por considerar que el suicidio no es tan frecuente en estas edades, pues se piensa que es una etapa de la vida llena de felicidad, de nuevas experiencias, de amistades, de amores, de salir a conocer, de estar lleno de energía y de vida y se cree que cuando ocurre, puede ser un acto impulsivo, no bien pensado y por considerar que es una tarea exclusiva de psiquiatras, psicólogos, médicos y suicidólogos, en el que ni la escuela, ni los padres, ni algún otro sector de la población debería ocuparse. Cada una de estas razones constituyen mitos relacionados con la conducta suicida y no reflejan en modo alguno las evidencias del suicidio en la adolescencia.

En el presente trabajo tratamos de investigar cuales son las principales razones que llevan a un adolescente a querer terminar con su vida. Analizar si hay ciertos factores que pueden propiciar el aumento de las ideas suicidas, así como las diferentes disciplinas que han intentado dar una explicación a esta situación. Evaluar si tiene alguna relación el contexto económico en el que se encuentran, la edad o si tiene algo que ver con el Estado de la República en el que viven, así como cuestiones mentales, familiares y escolares que puedan aumentar las cifras de suicidio adolescente en el país.

También se buscara la relación de la escuela con el suicidio adolescente y si es esta la principal causa o hay alguna otra que la supere. De igual forma se presentaran algunos datos estadísticos que se obtuvieron con la realización de cuestionarios acorde al tema que se está tratando, estos fueron aplicados en el Estado de México, dentro del sector escolar en su nivel secundaria, seleccionando una institución pública y una privada.

Descripción de la problemática

Es muy importante considerar al suicidio adolescente como un problema que afecta el funcionamiento como sociedad y no a una sola persona, es una estructura que está fallando y se refleja en el aumento de los suicidios.

Para conocer más a fondo la problemática, hay que tener en cuenta el significado de algunos conceptos, que estamos considerando para el seguimiento de nuestra investigación.

El suicidio (del latín, etimología sui: sí mismo y caedere: matar) es un hecho humano transcultural y universal, que ha estado presente desde el origen de la humanidad. Ha sido castigado y perseguido en unas épocas y en otras ha sido tolerado, manteniendo las distintas sociedades con actitudes enormemente variables en función de sus principios filosóficos, religiosos e intelectuales (Bobes García, González Seijo y Saiz Martínez, 1997).

El concepto de ‘acto suicida’ fue introducido en 1969 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y define éste como “todo hecho por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, cualquiera que sea el grado de intención letal y de conocimiento del verdadero móvil”

La adolescencia se define como el período de la vida que se ubica entre la niñez y la adultez, si lo tenemos que ubicar temporalmente en una edad determinada, la adolescencia comprendería más o menos desde los 13/14 años hasta los 20 años aproximadamente.

Las conductas suicidas son todas aquellas conductas que se realizan de una manera consciente o inconsciente con el objeto de llevar a cabo una acción suicida, y se dice que el riesgo de suicidio es la posibilidad de que una persona atente deliberadamente contra su vida, finalmente se habla del suicidio consumado que es el acto suicida que se ha llevado a cabo con éxito y la persona acaba con su vida. Existe otra alternativa que es el llamado suicidio frustrado, que es el acto suicida que no cumple su objetivo por alguna circunstancia imprevista.

Antes de que el suicidio suceda como tal puede haber algunas señales como la ideación suicida que son aquellos pensamientos intrusivos y repetitivos sobre la muerte auto-infringida, sobre las formas deseadas de morir y sobre los objetos, circunstancias y condiciones en que se propone morir, es decir, son los pensamientos y planes para llevar a cabo un acto suicida, también está el gesto suicida que es dar a entender con actos, que suelen tener algún simbolismo sobre una acción suicida que se realizará y finalmente esta la amenaza suicida que es dar a entender con palabras sobre una acción suicida que se realizará. Estos deben ser focos de alerta de que una persona necesita ayuda desesperadamente.

Hay diferentes tipos de suicidio o fenómenos que se derivan del suicidio como la simulación suicida que es el acto suicida que no cumple su objetivo, porque hay fingimiento o presentación de algo como real, cuando no existía una auténtica intención de consumar el acto (en este caso es principalmente para llamar la atención y es un grito de ayuda). También existe el llamado suicidio colectivo, esto sucede cuando varias personas a la vez llevan a cabo la conducta suicida. En este tipo de suicidios lo normal es que una persona del grupo sea la inductora y el resto los dependientes. Los suicidios en grupo, tanto si implican un gran número de personas como si sólo son dos (como un par de enamorados o cónyuges), representan una forma extrema de identificación con la otra persona. Los suicidios de grandes grupos de gente tienden a ocurrir en sectas y en situaciones con una gran carga emocional.

Hay un fenómeno llamado suicidio contagioso, a veces cuando se conoce el suicidio de un personaje conocido se produce un aumento de la conducta suicida, lo que se conoce como contagio, efecto imitación o “efecto Werther” nombre del protagonista de la novela “Las desventuras del joven Werther” de Johann Wolfgang von Goethe, entendido como la exposición al suicidio o a conductas suicidas entre los miembros de la familia y el grupo de amigos; también puede darse el contagio mediático a través de las noticias o reportajes de suicidios en los medios de comunicación cuando dan una cobertura repetitiva y continua de este, lo que tiende a inducir a pensamientos suicidas, particularmente en adolescentes (OMS, 2000).

Como sucedió cuando Marylin Monroe se quitó la vida, las muertes por suicidio en jóvenes se incrementaron o el caso de la estrella japonesa Yukiko. También se ha señalado el contagio entre los compañeros de trabajo cuando se suicida una persona en el lugar de trabajo (Hedström, Liu y Nordvik, 2008).

De igual manera existe el suicidio racional que es uno de los más comunes y se refiere a cuando una persona, que inmerso en una enfermedad crónica, incapacitante o deterioro progresivo, toma la decisión de que suicidarse es la solución a su sufrimiento.

Algo muy peligroso es el intento de suicidio, en él se engloban aquellos actos auto-lesivos deliberados con diferente grado de intención de morir y de lesiones que no tienen un final letal. Se ha afirmado que el intento de suicidio es el predictor del suicidio, ya que entre un 10% y un 14 % de las personas que realizan un intento, cometerán suicidio posteriormente. De ahí se deduce que cualquier persona que haya realizado un intento de suicidio tiene un riesgo de suicidio unas 100 veces mayor que la población general, durante el año siguiente al intento (Diekstra, 1993).

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