El fracaso escolar en la educación Secundaria en México
EdmundoPeredoEnsayo4 de Marzo de 2016
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índice
Introducción
CAPITULO I
El Fracaso Escolar
En la escuela Secundaria Diurna No. 166
Justificación
Planteamiento del problema
Hipótesis
Objetivos
CAPITULO II
El fracaso escolar en la educación Secundaria en México
Crecimiento de matrícula y participación de las modalidades en la ampliación de las oportunidades de acceso
Oportunidades de permanencia, aprobación y conclusión del ciclo
Oportunidades de aprendizaje
Resultados en Pruebas de Estándares Nacionales
Resultados en el Examen de Ingreso a la Educación Media Superior
CAPITULO III
Marco teórico.
Las prácticas de la enseñanza
La clase magistral expositiva.
La clase magistral y el libro de texto.
La escuela activa
La enseñanza abierta y colaborativa
Los estilos docentes.
Modelo centrado en el perfil del maestro.
Modelo centrado en los resultados obtenidos.
Modelo centrado en el comportamiento del docente en el aula.
Modelo de la práctica reflexiva.
La profesionalidad del docente
La reflexión del profesor
Los problemas para el aprendizaje.
CAPITULO IV
Marco Metodológico.
Diseño Metodológico.
Método y dimensiones.
Diseño muestral.
Descripción de los instrumentos de medida.
Observación.
Entrevista semi-estructurada.
El Portafolio.
Ejercicios de rendimiento.
Diseño y análisis estadístico de los datos.
Triangulación de la información
Bibliografía
Introducción
Esta investigación con un espíritu etnográfico, pretendió explorar y caracterizar las dimensiones[1] que desde la práctica generan el fracaso escolar en la escuela “Secundaria Diurna”, partiendo de la idea que el fracaso escolar no es un hecho social de una sola variable, pero coincidiendo que la práctica educativa y el estilo del docente son unas de las variables que infieren correlacionadas con muchas otras más en el fracaso escolar; considerando a la práctica educativa, como una práctica social definida en el ámbito de la transmisión de la cultura, por lo que haciendo una incisión a la intimidad del aula, observé las prácticas de los docentes de la Secundaria Diurna No. 166 TM “Alfonso Reyes” ubicada en la Av. Obregón y calle alumnos No. 26 en la delegación Magdalena Contreras de la Ciudad de México; en la que hay una clara marginación social, para tratar de caracterizar y explorar como las prácticas del docente se correlacionan con el fracaso escolar.
El fracaso escolar se constituye, por su complejidad y amplitud, en un objeto de estudio casi inabordable[2]. Por ello, sin abandonar esa idea inicial, encarar su estudio por etapas y “mirar” el problema desde las perspectivas de los actores es la intención de la presente investigación.
En un primer momento[3], el problema de la investigación se centró en los docentes, en un intento por conocer sus prácticas educativas, su estilo docente y como estas dos variables se relacionan sobre el fracaso escolar[4], y sí al modificarlas cambia la correlación con el fracaso escolar[5]. El fracaso escolar, en nivel de secundaria es un tema complejo. Según nos refieren Lárraga, G. y Mirele, M. (2003) esto da inicio desde las escuelas Normales, en donde los futuros profesores deben de enfrentar una serie de problemas que evidentemente tienen que ver con su práctica futura, de la que ellos mismos dudan, dado su preparación en la normal tan baja. Uno de los problemas que encierra el asunto, además de no ser unívoco, es a quien o a quienes se atribuye el fracaso. La intención de la investigación fue la de mostrar como el supuesto de la ambigüedad en el concepto de “fracaso escolar”[6], es usado como un elemento que contribuye a minimizar la responsabilidad del docente en el proceso de enseñanza y aprendizaje; si bien aborda sólo un recorte o problema particular de la cuestión de la desigualdad de logros escolares, me alertó acerca de la tentación de atribuir al alumno la responsabilidad última de su fracaso en un contexto caracterizado por el retorno de discursos meritocráticos y conservadores.
Para Beltran, J. (2000), la educación está organizada en torno a tres paradigmas. El paradigma institucional, que ve a la educación desde una perspectiva institucional amplia; funciona en sociedades donde la autoridad educacional está centrada, con un sistema nacional de educación y en sociedades donde se pretende indoctrinar. El paradigma administrativo, que es común a muchos de los países occidentales, en donde el control está semidescentralizado. La finalidad educativa se aleja de la indoctrinación y muchas de las grandes decisiones se toman localmente. el paradigma instruccional, predomina en los ámbitos en los que la instrucción, ayudada por la tecnología, se convierte en el sistema pedagógico; el objetivo de este sistema es el aprendizaje de los alumnos, pero la unidad primaria de análisis es la acción del profesor, por lo que se vuelve esencial conocer el quehacer del maestro, pero no solo en lo que a su formación como docente pudiera referirse, sino poniendo atención a todo su contexto socio cultural histórico en el que éste realiza su práctica docente, con alguna atención a las características de los estudiantes.
Es en este último paradigma en el que en México se han centrado las investigaciones y por el que se apuesta (Enciclomedia, red escolar, telesecundaria), sin embargo, la mayor parte de estas investigaciones se centran en la formación inicial del docente y las reformas o adecuaciones que al curriculum son hechas desde la administración del estado, quedando la observación y descripción de la práctica docente oculta, ya sea por cuestiones personales del docente o por conveniencias estructurales del sistema, siempre apoyado por el SNTE, que entre otras de sus características principales es la de tener un poder casi ilimitado en el control de la educación y ser el sindicato mas grande de América; siendo muestra de ello las investigaciones que se manejan en México.[7]
Para abordar la observación sobre las prácticas educativas y la personalidad o estilo del docente, y como este proceso tiene lugar en el contexto social, dentro de la etno-metodología como corriente en la tradición sociológica se ha desarrollado un conjunto de conceptos y de técnicas para construir las reglas y métodos de interpretación utilizados por los sujetos al interactuar en determinadas situaciones sociales; es decir, intentan conocer la "Construcción social de la realidad" (Rockwell, 2000).
La perspectiva de la investigación, que proviene desde la psicología social[8], está presente en la postura teórica-metodológica de este protocolo de investigación. En diversos estudios, aparece como fructífera (en sus implicancias metodológicas) la distinción entre tres dimensiones del hecho u objeto social, son la información, el campo y la actitud, dentro de las cuales se conocen cuatro procesos cognitivos que aparecen inherentes a la investigación: en la primera dimensión, la de la información, se tiene a la comprehensión y sintetización; en la segunda dimensión que es la de el campo de representación, se tiene que teorización y en la tercera dimensión, la de la actitud, se debe recontextualización. Por lo tanto, el investigador cualitativo debe alcanzar un nivel razonable de comprensión antes de ser capaz de sintetizar, y no es posible teorizar antes de haber sido capaz de sintetizar, finalmente la recontextualización no puede tener lugar mientras los conceptos o modelos en la investigación no han sido desarrollados totalmente.
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