Caso Practico Empresa Nexus

LIDERAZGO ESTRATEGICO

¿De qué tipo es mi problema?

Existen problemas técnicos y problemas adaptativos. Para los primeros, la respuesta ya

existe. Para los otros, tenemos que generar una respuesta nueva que se consigue

aprendiendo.

Lo peor que podemos hacer es tratar como técnico un problema que es adaptativo. Es

como pretender curar con una aspirina un dolor de cabeza que proviene de un tumor

cerebral.

Vimos en la clase pasada que le problema era la brecha entre aspiraciones y realidad.

Ahora debemos aprender a distinguir entre dos tipos diferentes de problema: los técnicos

y los adaptativos. Conducimos nuestro auto y repentinamente se detiene. Si no somos

entendidos en mecánica, buscamos la ayuda del experto correspondiente, el mecánico,

porque es una autoridad en esta área de competencia. Este es un problema técnico y

para este tipo de conflicto contamos siempre con una solución.

Lo mismo con otros muchos problemas: si una niña se fractura el brazo, recurrimos a un

traumatólogo, la autoridad en fracturas; si el gerente de finanzas de una empresa

renuncia, recurrimos a un head hunter. Los problemas técnicos pueden ser de diferente

gravedad y complejidad, pero la solución ya existe, la tengamos nosotros u otra persona.

Avanzar aprendiendo

No sucede lo mismo con los problemas adaptativos. Para este tipo de conflicto no hay

solución a mano. Tampoco expertos que nos la brinden. ¿Qué hacemos, por ejemplo,

frente a la delincuencia, al fracaso escolar, a la aparición de un producto de la

competencia que es el mejor que el nuestro, a la modificación de las leyes que regulan

nuestra actividad, a la contratación de un jefe con un estilo muy distinto al anterior, a la

disminución de aranceles a productos extranjeros que compiten con los nuestros? Estos

problemas aún no tienen respuestas adecuadas, o al menos aplicables al caso concreto.

Frente a un problema, lo más común es que busquemos respuestas rápidas o a alguien

que nos provea. Los problemas adaptativos frustran estas expectativas. Si bien hay

soluciones y solucionadores claros de los problemas técnicos, dicha alternativa fracasa

rotundamente en los problemas adaptativos. De hecho, lo peor que podemos hacer es

tratar como técnico un problema que es adaptativo.

Entonces, sabemos que estamos frente a un problema adaptativo cuando no

encontramos respuestas a la mano. ¿Qué pasa en esos casos? Antes que una solución

mágica, el problema adaptativo requiere aprendizaje de los propios afectados. Resulta

imprescindible aprender, pero no sólo para el gerente general, sino para todas las

personas que trabajan en la compañía. Lamentablemente, esto no es nada sencillo.

Nuestros conocimientos, hábitos, conductas y actitudes se ven desafiados. Incluso a

veces nuestros valores y visiones. No podemos basarnos en ellos. Debemos cambiar.

Esto lo saben quienes han vivido una ruptura matrimonial después de años de

convivencia en familia. Adaptarse a la nueva condición no es fácil.

Si una acción conocida no nos lleva al resultado deseado, ¿insistieron en ella? El trabajo

adaptativo demanda cuestionar y cambiar los supuestos sobres los que actuamos.

Siempre operamos sobre supuestos ya que concebimos las cosas y la realidad de una

determinada manera. Por eso, la adaptación no se produce sin aprendizaje. El

aprendizaje es la puerta al cambio.

Como ninguna organización escapa a la necesidad de producir cambios adaptativos, la

planificación estratégica, que procura una respuesta en el tiempo, suele ser inadecuada a

la realidad que afrontan

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