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Desaprender para aprender nuevos hábitos de conductas


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2021  •  Tareas  •  1.279 Palabras (6 Páginas)  •  71 Visitas

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Ministerios “La Viña” / Educación Cristiana y Escuela de Servidores.

Tema 9.

Tema General: Hábitos de conductas.

Teme Específico: Desaprender para aprender nuevos hábitos de conductas.

Texto: I Timoteo 3:7,15.

Introducción:

Vr. 7.

El Buen Testimonio, es una clara señal de buenos hábitos de conductas, porque evitamos caer en lazos del diablo y en descréditos ante las personas.

Vr. 15.

 Entender a la luz de la palabra de Dios, como debemos conducirnos en la casa de Dios. E igualmente, en cualquier lugar donde estemos. Debemos brillar y poner en alto el testimonio de Cristo y su Palabra. Una manera que podamos cumplir con estos dos versículos 7 y 15 de primero de Timoteo capítulo tres, es desaprender y aprender nuevos hábitos de conductas.  

¿Qué son los hábitos? BUSCA EN UN DICCIONARIO UNA BUENA DEFINICIÓN DE LA PALABRA HÁBITOS.

Cualquier conducta repetida regularmente, que es aprendida.

El uso más usual de un hábito, está asociado a la rutina que se adquiere a partir de repetir conductas similares. Estos hábitos también pueden asociarse al instinto y a la herencia.

Los hábitos pueden ser buenos, y en tal caso se presentan como virtudes, por ejemplo: El hábito del estudio, el hábito del aseo personal, el hábito del orden, el hábito de la lectura, el hábito de la puntualidad, el hábito de saludar, muchos otros. Muchos hábitos que ya no van con nuestro caminar cristiano, si no renunciamos a ellos, serán un problema serio para crecer, madurar, servirle a Dios, hacer la voluntad de Dios y que el carácter de Cristo pueda ser formado en nosotros. Estos tipos hábitos son tóxicos, que ponen en tela de juicio nuestra vida cristiana, por tal motivo no podemos seguir con ellos. En persistir en un mal hábito, se convierte en un vicio.  

Algunos tienen incidencia no solo a nivel espiritual o cultural, sino físico como los buenos hábitos alimentarios y los deportivos. El hábito es algo que se aprender con la repetición constante, hasta que se vuelve rutina y ya lo hacemos automáticamente, quizás si darnos cuenta. Cuando un hábito llega a su mayor nivel, queda arraigado en el ser de la persona, que se hace muy difícil renunciar o dejar, donde realmente nos genera serios problemas cuando llegamos al Señor. Porque si ese hábito no ayuda en nada a nuestro crecimiento cristiano, seremos creyentes carnales, dando malos testimonios. Esto era uno de los grandes problemas que tenían muchos creyentes de Corintios, se acostumbraron a los pleitos, a las contiendas, a las divisiones, a resolver sus conflictos atacándose unos a otros. Los creyentes de Corintios, traían estos hábitos, desde una vida sin Dios.

Una de las cosas que nos cuesta mucho cambiar son nuestros hábitos de vida, quizás una de las razones puede deberse a que estos tipos de conductas o comportamientos que tenemos en la vida y ante la vida,  fueron sembrados desde nuestra niñez. Fueron conductas que nos enseñaron a repetir todos los días, en casi todas nuestras actividades diarias de la vida, que luego de un tiempo estos hábitos se volvieron costumbres. Es bueno dejar en claro, que existen buenos hábitos y malos hábitos, como también hay hábitos que no parecen ser ni malos ni buenos, pero vienen hacer tóxicos, dañinos y perjudiciales en nuestro caminar en la vida cristiana. Cuando llegamos al evangelio, nos encontramos con una verdad y realidad de vida cristiana, donde muchos de nuestros hábitos de vida traídos de un mundo sin Dios, son duramente golpeados, acorralados, confrontados y generando un terrible conflicto en nuestras conductas o comportamientos ante la vida. Hay muchos tipos de hábitos, entre los más fuerte por desaprender son aquellos de carácter religiosos y aquellos que se aprende por herencia.  Una de las razones de este conflicto, se debe a que estamos obligados a desaprender y renunciar a todos aquellos hábitos que no son cónsonos con la Palabra de Dios, si en verdad queremos ser cristianos que agraden y desean hacer la voluntad del Señor.

Estos nos dice claramente, que nuestros hábitos de vida deben tener un único propósito, que es darle la gloria a Dios, de una manera decente y en orden que permite demostrar la excelencia de una verdadera vida y servicio cristiano. Dicho en otras palabras, para demostrar la excelencia del verdadero carácter y servicio cristiano, aprendamos a desarrollar hábitos que edifiquen el cuerpo de Cristo.  

Es bueno dejar en claro, que la palabra hábitos en su esencia es buena.

La repetición es la clave para formar un hábito nuevo.

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