El Contrato Psicologico Y El Liderazgo

Introducción

El ambiente organizacional es muy complejo hoy día. Involucra una serie de elementos cada uno de los cuales resulta indispensable en el desarrollo exitoso de las mismas. La falta de manejo de ciertos conceptos y la conducta individualista que se propaga en la intimidad de muchas organizaciones, las está llevando a la decadencia.

Es por eso que en este apartado tocaremos dos de esos elementos básicos que deben primar en el desenvolvimiento éxito de las empresas. Estos son: el contrato psicológico y el liderazgo organizacional.

Hablar de contrato psicológico podría prestarse a interpretaciones basadas en los contratos formales. Nada está más lejos de la realidad. La relación laboral no termina simplemente en los puntos finales de los contratos escritos.

Existen una serie de percepciones, expectativas, creencias, condiciones de un acuerdo mutuo entre un trabajador y un empleador, y son estas expectativas no firmadas las que conforman el contrato psicológico.

Por otro lado abordaremos el concepto de liderazgo desde múltiples perspectivas teóricas, ningunas son irrefutables pero todas aportan importantes elementos a la hora de conceptualizar este término tan controversial.

Hablar de liderazgo no resulta nada fácil cuando este constantemente se confunde o se asocia con gerencia, poder, autoridad, mando, entre otros términos que si bien forman parte del conjunto de eslabones que forman el liderazgo organizacional, no determinan en lo absoluto el concepto de forma radical, de hecho ni siquiera son un comienzo.

El Contrato Psicológico y Liderazgo en las Organizaciones

1. Realice un informe acerca de los siguientes conceptos:

Concepto

 Contrato Psicológico

Según Rousseau: conjunto de creencias individuales en los términos y condiciones de un acuerdo de intercambio recíproco entre una persona y otra parte.

Otros autores: es un conjunto de creencias de los empleados acerca de las obligaciones reciprocas entre ellos y la organización.

Conclusión Personal: acuerdo implícito que se da cuando un individuo se integra en una organización en donde ambos se crean expectativas uno del otro que van más allá del contrato formal y que no están por escrito.

 El Contrato Psicológico: un esquema mental flexible.

Con el término “esquema mental” el autor trata de explicar de una forma más comprensible el patrón de pensamientos o ideas preconcebidas que tiene un individuo en cuanto a lo referente al contrato psicológico.

Rousseau considera que el contrato psicológico de un trabajador es similar a un esquema cognitivo, que se va desarrollando a lo largo del tiempo, a medida que la persona adquiere mayor experiencia dentro del marco organizacional.

Basado en esta premisa, Rousseau definió una serie de etapas que integran la secuencia del proceso de formación del contrato psicológico. Estas se muestran a continuación:

ETAPAS

Antes del Empleo Reclutamiento Integración a la empresa Experiencias posteriores Revisiones sucesivas

Creencias profesionales Intercambio de promesas activo. Continúa el intercambio de promesas. Búsqueda activa de información tanto por el trabajador como por la empresa.

Se reducen el intercambio de promesas y la búsqueda activa de información. La información discrepante puede llevar a reevaluar.

Los incentivos y costos del cambio impactan en la evaluación.

Normas sociales La empresa y el candidato evalúan sus señales mutuas. Múltiples fuentes de información procedentes de la empresa. La empresa reduce sus esfuerzos por socializar al empleado.

Los cambios se incorporan a contratos ya existentes.

Las personas se las ingenian para buscar información que les hagan sentir seguridad sobre la satisfacción de sus necesidades. Este proceso va dando origen a sus esquemas mentales, los cuales se hacen cada vez más completos, tanto el empleado como el empleador estarán más aptos para identificar las conductas apropiadas para el cumplimiento de las responsabilidades que han asumido.

Con el paso del tiempo, las personas van recibiendo retroalimentaciones del ambiente incluyendo los aportes informativos que proporcionan los miembros del grupo de trabajo, lo cual permite un ajuste de sus esquemas mentales.

 Ruptura del Contrato Psicológico y sus contingencias.

Por ruptura de contrato psicológico se entiende la percepción de una de las partes de que la otra ha fallado en el adecuado cumplimiento de sus promesas y obligaciones. Se habla de ruptura porque el fenómeno está considerado desde la perspectiva de la víctima, de manera que se enfoca en la percepción de que ha habido un incumplimiento aunque en la realidad esto no haya sucedido. Esto le da cierta subjetividad a la ruptura, por lo que esta será comprobada a través de sus consecuencias.

Según Rousseau, el incumplimiento del contrato podría deber a tres causas:

A un malentendido entre ambas partes. Involucra las interpretaciones que los implicados hacen de los términos de su relación.

La injerencia de causas externas que impiden que una de las partes cumpla sus compromisos aunque quiera.

La ruptura, es decir, cuando una de las partes deliberadamente falta al cumplimiento.

Otros autores establecen una diferencia entre la ruptura y la violación del contrato. El componente cognitivo lo envuelven en la ruptura percibida, y el afectivo emocional, en la violación, que constituye la experiencia general del incumplimiento del contrato psicológico.

Indistintamente de ambos conceptos, lo que queda claro es que ambos estarán acompañados de algún tipo de respuesta por parte de la persona afectada, ya sea actitudinal o conductualmente.

En este proceso aparece el concepto de comparación social ya que el mismo aporta información relevante cuando se trata de valorar los desajustes entre lo esperado y lo obtenido. La comparación social es el proceso por el que sacamos conclusiones

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