Entrevista psicológica, el rol que juega la empatía dentro de una entrevista

El entrevistador

La lectura menciona cuales son las cualidades y habilidades recomendadas y   necesarias según el comité de la asociación americana de psicología las cuales son: habilidad y juicio intelectual superiores, sentido del humor, originalidad, y variedad de recursos. En resumido tener personalidad madura, carácter genital e inteligencia interpersonal, en especial el sentido del humor ayuda para que en algún caso de entrevistar a personas con actitud pesimista sostener la actitud. Es necesario tener siempre presente que los entrevistados son personas que han sido humilladas, rechazadas, incomprendidas y  agredidas físicamente  emocional y verbalmente. Por esa razón es de suma importancia cuidar el lenguaje con el que se refiere al paciente para evitar ofensas o malinterpretaciones, por lo tanto es muy importante no dejar de lado la empatía, ya que es el ingrediente esencial de una buena entrevista, es una relación entre el clínico y el paciente.

“El impulso epistemofilico y La capacidad de identificación con el otro, que se manifiesta como empatía y comprensión. Identificarse con el otro, sin perder objetividad, finalmente implica una capacidad de disociación en el entrevistador.”(Stevenson,1959)

Es importante entender y comprender las necesidades del paciente pero sin perder el objetivo principal de la entrevista.

El texto nos habla de la (proyección) en un clínico sobre su entrevistado y de la necesidad de un acompañamiento terapéutico para evitar la identificación con los  pacientes, ya que la proyección es un mecanismo de defensa.

 “La capacitación de transferir, es inherente al ser humano, y por tanto el entrevistador es objeto, en ocasiones incluso antes de tener contacto con el paciente, de la proyección de algunos de los objetos significativo de su pasado, lo que puede expresarse a través de fantasías consientes o inconscientes.” (Pontalis, 1971)

Cuando dicha identificación  con el paciente existe, se pierde el objetivo principal de la terapia. Por esa razón el autor recomienda prestar atención a cualquier contratransfencia y  tomar terapia también el clínico.

También nos hace mención de la importancia que tiene el no sobrepasar los límites a la hora de dirigirse verbalmente a un paciente, cuidar el lenguaje y controlar el tuteo, saber en dónde implementarse y en donde no, para así evitar el cambio de roles que se pueda llegar a dar en donde comienza siendo el interrogador y termina siendo el interrogado o en otros caso la entrevista se vuelve caótico y repetitiva, el entrevistador no sabe ni que preguntar la entrevista se vuelve en un intercambio de miradas perplejas, el clínico debería tener la capacidad de adaptar su tiempo y tipo de verbalización a los de los pacientes esperando impasible las lentas respuestas y silencios reflexivos. El autor nos da  una regla de mucha importancia y relevancia en consulta terapéutica la cual es: no debemos interrumpir al paciente mientras aporta material nuevo y relevante, ni polemizar sobre los intentos de explicación que intenta ofrecernos, por delirantes que sean estas respuestas.

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