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Escuela inglesa (lacan)


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2015  •  Exámen  •  2.874 Palabras (12 Páginas)  •  214 Visitas

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De acuerdo con lo observado, se puede establecer que la niña se encuentra en la fase de dependencia relativa, concepto tomado de D.W. Winnicott, que se distingue por el hecho de que el niño es consciente de la necesidad del cuidado de su madre, es decir, de su dependencia a ella. Esto se ha podido notar en el momento en que la niña, que había estado jugando unos minutos, sola (15 minutos aprox.), nota que la madre no se encontraba dentro de su campo visual, y comienza a angustiarse y a buscarla. Cuando se encuentra con la madre, esta angustia cesa y puede volver al juego sin problemas, pero ahora con la compañía de la madre. En este sentido, la madre actúa oficiando de “yo auxiliar”, siendo que esta función se destaca por equilibrar naturalmente, a una edad temprana, la inmadurez del yo del pequeño. Asimismo, al cabo de un tiempo, el individuo logra introyectar a la madre en tanto yo auxiliar, y de este modo es capaz de estar solo sin una referencia frecuente a la madre o a un símbolo materno. Por esto, podemos reafirmar, la idea de que en la niña no es posible aun, percibir esta capacidad, es decir, no puede observarse que la niña haya introyectado a este yo auxiliar, sino que aun esta madre actúa como un yo auxiliar por lo que cuando la niña comienza a llamarla, esta madre acude a ella para aminorar la angustia que le provoca a la niña, su ausencia, y por esto que todavía la niña necesita de la presencia de la madre luego de un tiempo limitado, es por esto que se ha ubicado a la niña dentro de la fase de dependencia relativa.

La capacidad de “estar solo” de la niña se ve reflejada, sin embargo, en el momento en que acompaña a los payasos sin la necesidad de que la madre esté a su lado. Es importante para la niña que la madre haya estado cerca de ella, disponible, aunque sin exigir nada ni intervenir, siendo en este momento capaz de prescindir de la presencia de esta, pero  con la posibilidad de volver a ella en caso de ser necesario. Es esta situación, esta confianza de la niña de que la madre estará allí cuando ella lo necesite, lo que le permite poder relajarse, distenderse y disfrutar de una actividad sola durante un tiempo limitado, adecuando sus impulsos a los requerimientos de la realidad. Estas características corresponden a la noción de relacionalidad del yo o allegamiento yoico.

La situación de dependencia se ve morigerada cuando en el niño se desarrolla  la capacidad de “ponerse en el lugar de la madre” y es aquí donde aparece un importante aspecto del desarrollo de la criatura, la identificación. Es bajo estas circunstancias que el infans pone en juego su capacidad de identificación con la madre y, a medida que trascurre el tiempo, este constituye progresivamente formas de identificación más complejas, plasmando en ellas la existencia de la imaginación. Cuando la niña comienza a recorrer el predio con los payasos que acompañaban a los niños en el reparto de “soles”, al momento de darles estos dibujos a niños más pequeños, ella los acariciaba, besaba en la mejilla y abrazaba, realizando esta acción solo con aquellos niños más pequeños que ella. Tras lo observado y mencionado con anterioridad, se podría decir que la niña establece una identificación con la madre, es decir, establece una identificación con la función materna, por lo cual reacciona de esta manera frente a estos niños.

Estos rasgos son posibles gracias a la relación bipersonal que se establece entre la madre y el niño, construida a partir de que el niño pueda combinar y unificar a la madre objeto así como también a la madre medio-ambiente en una misma persona y de esta manera alcanzar la ambivalencia, pudiendo percibir una integración de ambos aspectos (madre objeto y madre medio-ambiente) dentro del mismo objeto, la madre, es decir, como un objeto completo. Al mismo tiempo que el niño  pueda comenzar a establecer una diferencia entre el yo y el no-yo, teniendo una percepción de sí mismo en tanto yo integrado.

Como se ha dicho con anterioridad, la complementariedad de ambas madres coexiste y son percibidas por el niño, al momento en que se constituya este paso evolutivo, como dos aspectos de un mismo objeto. Ahora bien, ha sido posible observar ambos aspectos en la relación de la madre con la niña, en primer lugar la madre objeto, como capaz de satisfacer las necesidades urgentes de la niña, actúa de modo acogedor, en el momento en que la niña la busca y ésta responde a este llamado con el fin de mermar la angustia de perder a la madre objeto que experimenta la niña, logrando calmar y satisfacer la necesidad de compañía, afecto y atención que solicitaba. En cuanto a la madre medio-ambiente como persona que protege y provee cuidado, se ha observado que ésta le brinda un medio ambiente propicio para la seguridad de la niña, viéndose esto reflejado en el acompañamiento de la madre, permitiéndole espacio e independencia, a la vez que la vigilaba y seguía los pasos pero por detrás de la niña, y en los momentos en que esta se alejaba demasiado iba en pos de ella, garantizando a la niña, lo que antes denominamos protección.

La relación bipersonal entre la madre y el niño, que hemos descrito anteriormente, sustenta un factor o adquisición de esta etapa de gran relevancia: La capacidad para la inquietud. Esta capacidad, se construye en la medida en que el niño puede percibir a la madre como un objeto completo, como una persona completa compuesta por la madre objeto y la madre medio-ambiente,  pero esto requiere de un gran avance evolutivo.

Una vez que la capacidad de inquietud está establecida, el niño será consiente de que los actos de él mismo, en vinculación con el otro (la madre o figura materna), tendrán un efecto sobre este último. Tal como se ha observado en la niña, esta podría realizar ciertas acciones (repartir “soles”), a fin de agradarle a la madre para no perder a ese objeto de amor, es decir, intenta hacer todo aquello que le piden con el fin de que, así como la madre le da “cosas” a ella, como por ejemplo cuidado, afecto, cariño; asimismo ella tiene les dé  “cosas” a los niños más pequeños que ella por identificación con la madre. Además, se podría denotar esta capacidad con respecto a que la niña tiene conciencia de que los actos que realiza tienen un efecto sobre ese otro, esto se ve evidenciado claramente en el momento en que la niña reparte “soles” bajo la consigna de los payasos: “repartan a aquellos que no estén felices o que necesiten estos soles”.  

Por otro lado, además, esta identificación puede verse en los momentos en que la niña les ofrece un trato “maternal” en tanto a cuidados, caricias y abrazos, a los niños menores que ella. Aquí se puede ver, que la niña le da a los demás aquello que la madre le da a ella (afecto y protección) para poder mantener una buena relación con esta.

Para concluir, se ha planteado un cuestionamiento sobre la construcción de la personalidad verdadera de la niña, es decir ¿se encuentra construida esta personalidad de forma saludable? ¿Existen aspectos observables que podamos reconocer y mediante los cuales podamos llegar a dilucidar si la construcción de la personalidad de la niña se da de manera saludable?

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