INTEGRACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS CON SÍNDROME DE DOWN A LA EDUCACIÓN REGULAR

INTEGRACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS CON SÍNDROME DE DOWN A LA EDUCACIÓN REGULAR EN EL PREESCOLAR MÍ PAYASITO DEL MUNICIPIO ROSARIO DE PERIJÁ

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El Síndrome de Down no es una enfermedad.También conocido como trisomía 21, antes llamada mongolismo, es una anomalía donde un material genético sobrante que provoca retrasos en la forma en que se desarrolla un niño, tanto mental como físicamente. Esta condición genética es ocasionada por la presencia de un cromosoma extra en el par 21 en las células del organismo. Se estima que uno de cada 700 individuos nace con esta condición (Fundadown Venezuela, 2013,1).

El Síndrome de Down conlleva alteraciones en el desarrollo y en el funcionamiento físico e intelectual, que varían de una persona a otra. En la mayor parte de las situaciones, el diagnóstico del Síndrome de Down se hace de acuerdo a los resultados de una prueba de cromosomas que es suministrada poco después del nacimiento del niño o durante el embarazo por medio de un estudio llamado Alfafetoproteina se puede detectar este Síndrome.

Cuando en 1975 se aprobó, en Estados Unidos, la Ley "Education for All Handicapped Children Act" (Educación para niños discapacitados de todo acto), los padres de niños con Síndrome de Down en edad escolar saltaron de alegría. Por primera vez en la historia, se garantizaba a sus hijos una educación pública. Para más satisfacción, la educación había de ofrecerse en el entorno menos restrictivo posible y factible. Así nació el movimiento de integración, para esta condición especial. La integración escolar debe ser realizada desde el punto de vista físico, social y pedagógico. Integrar no es unificar, es abrir espacios donde todos tengan las mismas oportunidades, cuyo objetivo es que estos niños y niñas puedan llevar una vida plena y productiva dentro de cualquier contexto que se desarrolle con igualdad de oportunidades. Es decir, consiste, en darles las mismas oportunidades de participación curricular, de interactuar en el contexto escolar y social. Y el proceso favorecerá a toda la comunidad educativa, al aceptar y valorar las diferencias individuales.

Para la integración es fundamental que el establecimiento integrador cuente con los recursos humanos, materiales y técnicos, que conlleva una primera fase de capacitación técnica y apoyo a los docentes, directivos y especialistas en el área. Todos ellos han de sensibilizarse y comprometerse a respetar y ayudar a los alumnos con necesidades especiales, ya sea Síndrome de Down, discapacidad intelectual, visual, auditiva, motora, o alteraciones en la capacidad de relación y comunicación.

Otro caso importante, de acotar, es el del sistema educativo colombiano que también cuenta con instituciones que implementan, mediante su Proyecto Educativo Institucional (PEI), estrategias de apoyo para la integración escolar de esta población. A pesar de que estos establecimientos educativos intentan desarrollar proyectos desde la perspectiva de la educación para la diversidad, aún, no han logrado consolidar un propuesta didáctica que potencie el desarrollo de habilidades cognitivas, comunicativas y adaptativas en los grupo poblacionales con diversas Necesidades Educativas Especiales (NEE), y les garanticen su permanencia y promoción en el sistema educativo regular.

A raíz de la resolución del 2005 decretada por el Ministerio de Educación en 1996, se forman en Venezuela las bases legales de la Integración Escolar, que consisten en integrar a un niño o niña con Necesidades Educativas Especiales (NEE) al aula regular de preescolar, por otra parte el Consejo Legislativo del Estado Zulia en una de sus atribuciones decreta en la Ley para la Protección e Integración para Personas con Discapacidades (2001) Título II Art.9; que es derecho fundamental que toda persona con discapacidad recibir en cuanto sea posible una educación en todos los niveles y modalidades del sistema educativo, en establecimientos públicos o privados sin discriminación.

Por otro lado señala en su Título V Art. 26 y 28; que los planteles públicos y privados del estado deberán incorporar las técnicas y metodologías necesarias para asegurar el ingreso, permanencia y progreso, en el sistema educativo de las personas con Necesidades Especiales (NEE). No obstante, al observar la realidad, estas políticas no han cubierto en su totalidad los objetivos planteados, que es que cada alumno reciba una educación acorde a sus necesidades en la escuela de su comunidad junto a los niños de su contexto social.

En este mismo orden de ideas la Asociación Larense para el Síndrome de Down (ALASID) juega un papel pionero e irremplazable en Venezuela, y otra de ellas lo simboliza la Asociación Zuliana para el Síndrome Down (AZUSID) teniendo como misión insertar en la sociedad el mayor número de niños, niñas y adolescentes a través de un programa de orientación y estimulación temprana, para incentivar a sus progenitores dando apoyo didáctico, pedagógico y sociológico e incorporarlos en los círculos sociales, educativos, deportivos, culturales y lo más primordial familiar.

En todo caso en el Municipio Rosario de Perijá no existe una asociación estructurada, empero la población cuenta con el apoyo de la Escuela de Niños Especiales quienes orientan a sus familiares los pasos a seguir para promover dependiendo de las condiciones del niño o niña a espacios educativos regulares, con el fin de que ellos se involucren a la sociedad.

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