Niños Con síndrome Down
21 de Septiembre de 2014
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INTRODUCCION
En éste ensayo se analizan las principales características del niño con Síndrome de Down, qué debe hacer el maestro si alguno de sus alumnos tiene Síndrome de Down, cómo debe trabajar el maestro de grupo en la adaptación del niño con SD en el aula, los factores que debe tomar en cuenta para saber qué estrategias idear para trabajar con él y cuáles pueden ser algunas de las acciones contraproducentes en el desarrollo de éstos alumnos. También la importancia de la participación de los padres de familia en todo éste proceso. Nunca se debe subestimar la capacidad de aprender de un niño, aún si tiene discapacidad, todos podemos ser capases de hace cosas increíbles, sorprendentes e inesperadas.
También se abordará el tema de Discapacidad intelectual: ¿qué es? ¿Qué define? ¿Qué se pretende? Retraso mental, deficiencia mental, discapacidad intelectual. ¿Qué significan realmente esos términos? ¿Qué conceptos teóricos y, sobre todo, qué actitudes vitales se esconden detrás de esas palabras? Repetimos una y otra vez que el coeficiente intelectual no puede definir a una persona con discapacidad. ¿Cuál o cuáles son entonces los elementos que la definen?
La evaluación de este funcionamiento intelectual es un aspecto crucial para diagnosticar la discapacidad intelectual, y ha de ser realizada por personas con amplia experiencia y cualificación, que habrán de recabar en ocasiones la colaboración de diversos especialistas. Pese a sus limitaciones y al abuso que de él se ha hecho, se sigue considerando al coeficiente intelectual (CI) como la mejor representación de lo que aquí denominamos como funcionamiento intelectual de una persona. Pero ha de obtenerse con instrumentos apropiados que estén bien estandarizados en la población general. El criterio para diagnosticar discapacidad intelectual en el funcionamiento de una persona, continúa siendo el de "dos desviaciones típicas o estándar por debajo de la media".
LAS PERSONAS CON RETRASO MENTAL
El diagnóstico y la clasificación del retraso mental ha dependido tradicionalmente de un enfoque psicométrico.
Las referencias a las actividades adaptativas, las dimensiones clasificatorias psicológicas, emocionales y de salud y el análisis de ambientes, junto al establecimiento de tipos de apoyo y sus distintas identidades, supone un replanteamiento de la concepción sobre las personas con retraso mental.
Las definiciones del retraso mental se pueden organizar en distintas categorías, biológicas, sociales y psicométricas.
El retraso mental se refiere a un funcionamiento intelectual general significativamente inferior a la media, que se manifiesta en el periodo de desarrollo, y que va acompañado de un déficit de la conducta adaptativa.
El problema de la evaluación del retraso mental se sitúa en la falta de especificación de los niveles de adaptación social, que son muy difíciles de precisar. La conducta adaptativa es entendida como la eficacia con que un individuo satisface los patrones de independencia personal y responsabilidad social esperados para su edad y grupo cultural.
De manera general la tendencia de los últimos años hacia una evaluación basada en el currículo significa una reducción de la confianza depositada en los test psicoeducativos de tipo psicométrico, subrayando la evaluación individual y continua hecha por el profesor sobre habilidades académicas funcionales y sociales.
Desde la escuela, el valor de la evaluación en el último término se refleja en el grado en que guía la intervención e instrucción.
ANALISIS DE LA DEFINICION DE LA DISCAPACIDAD INTELECTUAL
1992: Asociación Americana sobre Retraso Mental (AARM) -> nueva definición del retraso mental -> cambio radical porque se plantea una concepción basada en la interacción de la persona y el contexto.
La discapacidad intelectual debe concebirse desde un enfoque que subraye a la persona como cualquier otro individuo de la sociedad.
• Críticas al sistema de 1992
Propuesta de la AAMR de 1992 -> criticada. Excesiva representación de las minorías en la categoría diagnóstica. La gran heterogeneidad de la población difícilmente puede entenderse son el sistema propuesto.
Todo esto derivo a crear la propuesta de 2002:
Reflexión principal: sustituir la clasificación artificial de categorías de conducta adaptativa y de niveles de CI por un “modelo tripartito” de la inteligencia.
• Modelo teórico de la definición de 2002
Definición de retraso mental por la AAMR (2002): discapacidad caracterizada por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y la conducta adaptativa tal como se ha manifestado en habilidades prácticas, sociales y conceptuales. Comienza antes de los 18 años.
- La aplicación de la definición parte de cinco premisas:
1.- Las limitaciones en el funcionamiento presente deben considerarse en el contexto de ambientes comunitarios típicos de los iguales en edad y cultura.
2.- Una evaluación válida ha de tener en cuenta la diversidad cultural y lingüística, así como las diferencias en comunicación y en aspectos sensoriales, motores y comportamentales.
3.- En un individuo las limitaciones a menudo coexisten con capacidades.
4.- Desarrollar un perfil de los apoyos necesarios.
5.- Si se ofrecen los apoyos personalizados apropiados durante un periodo prolongado, el funcionamiento en la vida de la persona con retraso mental generalmente mejorará.
• Dimensiones de la discapacidad intelectual
- Inteligencia: capacidad mental que incluye “razonamiento, planificación, solucionar problemas, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender con rapidez y aprender de la experiencia”
- Medición inteligencia: distinta relevancia según la finalidad diagnóstica o clasificatoria.
- Evaluación funcionamiento intelectual: aspecto crucial para diagnosticar discapacidad intelectual, para esta evaluación hay que tener en cuenta las cinco premisas ya mencionadas.
- Coeficiente Intelectual: Mejor representación del funcionamiento intelectual de la persona.
- Criterio para diagnosticar discapacidad intelectual: “dos desviaciones típicas por debajo de la media”.
- La conducta adaptativa: “conjunto de habilidades conceptuales, sociales y prácticas aprendidas por las personas para funcionar en su vida diaria”.
MI CONOCIMIENTO DE LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE DWON
Para mejorar las condiciones cognitivas, lingüísticas, afectivas y de autonomía física, personal y social en las personas con síndrome de down, lo que se ha de hacer es cualificar los contextos donde conviven. El ser humano funciona como un todo, de tal manera ya que lo cognitivo está influenciado por lo lingüístico, por el movimiento y por la afectividad. Si una persona con síndrome de down tiene dificultades cognitivas, desde el lenguaje, desde el movimiento y desde la afectividad. Y del mismo modo el resto de las dimensiones.
El cerebro de las personas con síndrome de down tiene menos neuronas y menos contactos sinápticos, reducción en el peso del cerebro, hidroplastia del cerebelo y de los lóbulos frontales. Las personas con síndrome de down, pueden tener dificultades en la entrada de la información, en el procesamiento de la misma, en saber dar respuestas espontáneas y saber regular y controlar su propio aprendizaje.
Los genes actúan de manera flexible según las estimulaciones que reciban de los contextos en los que se eduquen las personas con síndrome de down, como dice Pablo Pineda “los médicos me consideran como un enfermo, sin embargo mis padres y mis amigos me tratan como una persona. Y, en consecuencia, así me comporto. Considero a estas personas competentes desde un punto de vista cognitivo, afectivo, lingüístico y motriz, siempre y cuando los contextos le den la oportunidad para ello.
El diagnostico tiene un propósito clasificatorio y que los test psicológicos son instrumentos de diagnóstico que han de construirse con el propósito de medir estas cualidades innatas. Las desigualdades entre las personas con algo natural e inevitable, estos autores se equivocan por que las desigualdades no están en los genes, si no en el entramado social.
MI HIJO TIENE SÍNDROME DE DWON
Ante el nacimiento de un hijo con discapacidad, muchos papás permanecemos en estado de shock, incapaces de reaccionar, con la mente en blanco. Sentir enojo, dolor, miedo, rechazo, tristeza o culpa es común entre las parejas que hacemos frente a esta situación. Nadie nos prepara para ser padres y menos para serlo de un bebé con necesidades especiales.
La aceptación es un proceso, no se da de una vez y para siempre. Como una espiral iremos
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