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Inclusión Del Trabajo Social En El Equipo Profesional De La Residencia Interdisciplinaria En Salud Mental En El HEEP

jorgelinaluz29 de Octubre de 2012

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Inclusión del Trabajo Social en el equipo profesional

de la Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental en el HEEP

“Se dice de mí” TS

¿Qué es el Trabajo Social?

El TS es un campo disciplinar con saberes e intereses específicos, que trascienden la ayuda inmediata y el voluntarismo. Es una profesión que trabaja con “los rostros duros” de las problemáticas sociales y el sufrimiento humano, en distintos ámbitos: salud, educación, niñez, familias, vivienda, empleo, justicia, protección de derechos humanos, entre otros.

El campo de intervención del TS se configura en una constante disputa en la cual se encuentran presentes distintos mandatos de quien contrata; representaciones e ideas acerca del rol profesional, de su labor; y lo que cada profesional de TS se propone, sus objetivos y metas a alcanzar: como buscar conjuntamente con las personas alternativas y oportunidades para mejorar la calidad de vida de las mismas.

La práctica social nos demuestra, entre otras cosas, que la demanda de intervención no es unívoca sino que por el contrario se nos presenta como un entramado confuso y difuso de "problemas" de diferente índole. Ante los cuales, los Trabajadoras sociales “son un agente más en el juego de la intervención, por lo tanto no se puede seguir concibiendo roles predeterminados para la profesión, ya que su accionar no debe depender de la aplicación de un arsenal de instrumentos que cada rol predetermina o traiga implícito” . Los roles e intervenciones se adaptan y/o construyen en relación al contexto de intervención y en interacción con colegas y/o profesionales de otras disciplinas.

Dice Karsz que “el Trabajo Social no ha sido inventado para solucionar los problemas materiales de la gente, mejor dicho: para solucionar de manera exhaustiva la dimensión material de los problemas de la gente. No puede reemplazar ni la acción política, ni el trabajo psicológico, ni las transformaciones sociales…” . El TS interviene para que las personas puedan ejercer sus derechos, media y acompaña “a hacer algunos pasos con el sujeto, a su lado pero no en su lugar”

¿Cómo y cuándo surge el TS?

Susana Cazzaniga plantea que rastrear el surgimiento de la profesión nos lleva a las últimas décadas del siglo XIX, y en particular a Inglaterra, en 1869 se creó la Charity Organization Society (C.O.S.), Sociedad para la Organización de la Caridad u Organización de la Caridad para la Sociedad. En pocos años se instalaron filiales en otros países, entre ellos, en Estados Unidos, país que presentaba condiciones análogas a Gran Bretaña, en especial en lo referente a lo religioso y los fines de moralización que buscaban con sus acciones. La primera escuela de Trabajo Social de Europa se crea en Holanda en 1899. Es posible considerar que en la base de la institucionalización de la profesión se dan dos líneas diferentes: una más ligada a las ideas anglosajonas, vinculadas a las universidades y otra bajo el control de la iglesia católica, que se observa en los países de Europa mediterránea.

Instalada una filial de la C.O.S. en Estados Unidos una figura comienza a distinguirse tanto en la organización de las actividades de la institución como en la búsqueda de la teorización de las prácticas asistenciales y la profesionalización de sus agentes voluntarios: Mary Richmond. Se debe a ella la primera escuela de trabajo social en ese país, la Escuela de Filantropía Aplicada, en la Universidad de Columbia, Nueva York, en 1898. En pocos años se fundan numerosas escuelas en el ámbito universitario y unas pocas en instituciones confesionales. Los trabajos de investigación de Richmond se plasmaron en libros específicos del Trabajo Social: "Diagnosis Social" (1917) y "Caso Social Individual" (1922); y a su trabajo como docente e investigadora, se le debe agregar la militancia en las propuestas de reformas sociales. Fiel prototipo de una época y un contexto social (la Norteamérica de las primeras décadas del siglo XX) abreva en el positivismo pero incursiona, a la vez, en las corrientes teóricas que surgen en ese momento (antropología cultural, el psicoanálisis de Freud, y en particular la perspectiva de Ana Freud), y resiste con fuerza la incorporación de los trabajadores sociales a la esfera estatal.

No obstante esto, otra línea dentro del Social Work norteamericano liderada entre otras por James Adams imprime una perspectiva diferente la naciente profesión desde el llamado movimiento de Casas de Asentamiento (Settlement House). Focalizada la preocupación por la pobreza y sus causas, y trabajando con grupos y en las comunidades barriales donde estas casas se levantaron, realizaron sus actividades con inmigrantes, obreros y negros, actuando en forma decidida en investigaciones para las reformas sociales que según sus mentoras debían otorgar protección a los más vulnerables de la sociedad norteamericana.

Por otra parte en Latinoamérica las primeras escuelas de Trabajo Social fueron impulsadas por el higienismo o por la Iglesia Católica. Se crea en Chile en 1925 la Escuela de Beneficencia de Santiago de Chile, con orientación higienista y ligada al estado. En 1929 se crea la Escuela de Servicio Social anexa a la Universidad Católica.

En Argentina, una cronología como mapa de análisis:

Las ideas hegemónicas de racionalidad científica encarnado sobre todo en el movimiento higienista atravesaron el proyecto de construcción del estado moderno en nuestro país, y estructuraron las instituciones. Los portadores del “saber racional” (sobretodo médicos y abogados) que conformaban el movimiento político de los liberales reformistas sostenían que ya no se podía responder a los problemas de la población (hacinamiento, pobreza, hacinamiento, vagabundeo, etc.) con la ineficaces estrategias de la beneficencia. En este contexto se necesitaba de actores formados sobre conocimientos científicos para intervenir en las manifestaciones de la cuestión social en particular profesiones que lograran el control de la vida cotidiana, a fin de formar los ciudadanos aptos para ese modelo de sociedad. Trabajo Social se convierte así en una de las privilegiadas.

En 1930 se crea la Escuela de Servicio Social del Museo Social Argentino. Buenos Aires. En 1936: Escuela de Servicio Social de Salud de la Facultad de Medicina. UBA. Y en 1941: Escuela Argentina de Asistentes de Menores y Asistentes Penales del Patronato de Recluidas y Liberadas. En 1946 pasa a depender de la Facultad de Derecho de la UBA. Estas dos escuelas se subsumieron en lo que es hoy la Carrera de Licenciatura en Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

En 1942: Escuela de Servicio Social de la Asociación de Ex alumnas del Liceo Nacional de Señoritas de Rosario, provincia de Santa Fe. Esta escuela luego pasa al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de la provincia, se cierra en 1977 por decreto de la dictadura militar y se reabre en 1984 en la Universidad. En la actualidad es la Carrera de Licenciatura en trabajo Social de la Facultad de Ciencia Política de la Univ. Nac. de Rosario. Posteriormente en 1944: Escuela de Servicio Social de Santa Fe, del Ministerio de Salud Pública Y Bienestar Social de la provincia de Santa Fe.

1945: Hay un intento en Paraná de crear una escuela, una comisión realiza gestiones ante el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, tomando los planes de estudio y reglamentos de la escuela de Santa Fe, pero no se llega a concretar. En 1966 se crea la escuela de Servicio Social dependiendo del Ministerio de Acción Social de la provincia de Entre Ríos. En 1976 pasa a la UNER.

Según Gustavo Parra, el Trabajo Social argentino se institucionaliza con un carácter conservador y anti moderno. En efecto, en la base de la creación de las escuelas se encuentran dos matrices diferentes, pero complementarias, por una parte el racionalismo higienista, laico y filantrópico que propugna la aparición de profesiones que respondan a la cuestión social, desde una perspectiva de disciplinamiento de la fuerza de trabajo, justificando las desigualdades y tendiendo a la armonización de la relación capital - trabajo. Una intervención que llegando a la vida cotidiana de los pobres permitiera el control social. Este ideario lleva a plantear la intervención del estado, a pesar de sus preceptos liberales, lo que vincula el desarrollo de la profesión a la esfera estatal. No obstante estas consideraciones, lo cierto es que recibimos un mandato de control social, mandato que no es exclusivo para el Trabajo Social, sino que lo compartimos con muchas disciplinas que nacen a la luz de las necesidades de las clases dominantes. El recurso a la historia nos ayuda a reflexionar sobre los supuestos de una disciplina, en este caso, cuestión que nos permite comprender, a la vez, todo el proceso histórico y su situación actual. Dicho con otras palabras, entender el modo de constitución de la profesión nos aclara los horizontes y la posibilidad de trascender los límites de ese mismo momento de constitución .

¿Qué es la intervención social?

La intervención es un termino contradictorio que incluye lo colaborativo, la mediación, la cooperación y lo autoritario, la intrusión, la coerción. La intervención social es una forma de dar respuesta a mediante acciones intencionadas a los problemas sociales o situaciones que desde algún criterio lo requiera (necesidad, riesgo o daño inminente, ruptura de la cohesión social, cuestión social entre otras)

Estrategias típicas de intervención social:

- Estrategia Intervención social confesional y la doctrina social de la Iglesia

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