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KAREN HORNEY las Necesidades Neuróticas


Enviado por   •  18 de Abril de 2016  •  Trabajos  •  3.964 Palabras (16 Páginas)  •  653 Visitas

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INTRODUCCIÓN

A continuación presentaremos el trabajo y estudio de Karen Horney sobre el tema de las Necesidades Neuróticas. Se presentará básicamente una enumeración y descripción de las distintas necesidades neuróticas, sin ahondar demasiado en la génesis o consecuencias. El conflicto básico, producto de la existencia de dos  más tendencias neuróticas contradictorias dentro del individuo.

Planteó su propia teoría de la personalidad, como ya sabemos la Personalidad se refiere a los patrones de pensamientos característicos que persisten a través del tiempo y de las situaciones, y que distinguen a una persona de otra, también es la mezcla del temperamento con el carácter que uno se hereda y el otro es adquirido. A través de este trabajo queremos saber más afondo sobre este tema, ya que nos parece interesante porque identifica a todas las personas.

Las teorías de la personalidad cumplen un papel muy importante en la psicología, sabemos que la personalidad surge de un motivo inconsciente fundamental para evitar la ansiedad y el sentimiento de soledad

La teoría de Karen Horney se encuentra ubicada en una corriente psicoanalítica, en su rama culturalista, ya que considera fundamentalmente al individuo y sus conflictos como producto de su ambiente cultural.

Karen Horney da una descripción del neurótico que vive entre la sociedad, los describe tal cual con todos sus conflictos, angustias y dificultades en general.

El término neurótico, suele aplicarse hoy en día con la mayor libertad, sin que empero, se tenga siempre un concepto claro de lo que denota. Muchas veces no pasa de ser una manera algo presumida de expresar reprobación por alguien, pues quienes se habrían conformado otrora con calificarlo de holgazán, pusilánime, caprichoso o suspicaz, tenderán hoy a endilgarle el epifeto de “neurótico”. No obstante, al usar tal palabra es forzoso que imaginemos algo, y al elegirla quizá nos dejemos llevar por determinados criterios, sin percatarnos de éstos cabalmente”.

Habla de cómo el neurótico trata de resolver cada uno de los conflictos que se le presentan durante su vida, las neurosis surgen de experiencias infantiles precoces, y Karen Horney trata de explicar cómo hay una relación bastante compleja entre las experiencias infantiles y los conflictos adultos.

Habla de cómo las condiciones culturales en la que vivimos, determinan la personalidad del individuo, depende del medio en el que se desarrolla la persona, el individuo va formando su propia personalidad.

“El concepto de lo normal no sólo varía con las distintas culturas, sino también con el tiempo, en idénticas condiciones culturales. Así, verbigracia, si una mujer de nuestros días, adulta e independiente, se juzgase una «perdida» e «indigna del amor de un hombre honrado» por el simple hecho de haber tenido relaciones sexuales, igualmente se sospecharía que padece una neurosis, al menos en muchos círculos de la sociedad”.

Este tipo de juicios no solo se hacen en las distintas culturas, sino que también varía pero aún se presenta, en las distintas clases sociales, los juicios realizados hacia las personas, ya sean mujeres, ancianos, etc. son parte ya, de la misma cultura en la que el individuo se desarrolla, y cuando se habla de las relaciones sexuales, éste tema ya se ve convertido en un tabú para la mayoría de las culturas. Por estas cuestiones, no solo la costumbre de la sociedad, sino también se ven involucrados sentimientos e impulsos aunque para la mayor parte de las culturas, los sentimientos e impulsos son parte normal de la “naturaleza humana”.

Si bien todos queremos gustar a las personas que nos agradan, los neuróticos están presos de un afán indiscriminado de estima o afecto, independientemente de su interés por la persona respectiva o de la trascendencia que adjudican a su opinión. En la mayoría de los casos no se dan cuenta de estos insaciables anhelos, pero los traducen en la sensibilidad con que reaccionan al no obtener la ansiada atención. Así, por ejemplo pueden sentirse heridos por el mero hecho de que alguien no acepte sus invitaciones o deje pasar algún tiempo sin hablarles por teléfono, o aun si solo disiente con ellos en alguna opinión: tal hipersensibilidad es susceptible de ocultarse, empero, bajo una actitud de “¡qué me importa!””.

En el neurótico existe una clara contradicción entre el deseo de sentir afecto y de su capacidad para ofrecerlo, debido a la misma falta de interés hacia las demás personas, debido a su indiferencia, se le dificulta dar o expresar afecto, o en otros casos, por lo contrario mostrar una exagerada amabilidad y con gran actitud de servicio hacia los demás, tratando de ayudar siempre a las demás personas pero de una manera exagerada, actuando bajo compulsión, más no espontáneamente.

“Algunos neuróticos se dan clara cuenta de que los acosa la angustia, pero sus manifestaciones son de lo más variables: puede aparecer como ansiedad difusa, bajo la forma de accesos ansiosos; mas también es susceptible de estar vinculada a situaciones precisas, como las alturas, las calles y las presentaciones en público; puede tener señalado contenido, como el temor de volverse loco, de padecer un cáncer o de tragarse alfileres”.

Ellos tienen consciencia de la angustia que padecen, pudiendo a llegar a tener sueños ansiosos o recordad situaciones que les han provocado temor, la forma en la que le neurótico puede actuar debido a tal angustia, puede variar considerablemente, nunca hay una medida o un parámetro de cuan violento podría volverse el neurótico ante tales situaciones.

“Al reprimir un afecto o impulso el individuo deja de percatarse de su existencia, a tal punto que en su psiquismo consciente ya no sabe que guarda el menor sentimiento hostil contra alguien”.

Entre la parte consciente y la inconsciente no hay una relación sólida que lo ayude a identificar su conflicto, en ninguno de los niveles de consciencia. El impulso que es reprimido le resulta eficaz en el momento al individuo, aunque el dentro de si, sabe que aún guarda ese impulso.

Examinando la historia infantil de gran número de neuróticos, hemos comprobado que el denominador común de todos radica en un ambiente que, en diversas combinaciones, presenta las características siguientes. El factor nocivo básico es, sin excepción, la falta de auténtico afecto y cariño.

El principal motivo por el que un menor no recibe cariño reside en la forma e incapacidad de los padres para demostrarlo, por su propia neurosis. Esto se disfraza en los padres con un pretexto de preocupación por el bienestar de su hijo. También la sobreprotección o abnegación de una madre, crean una atmósfera de inseguridad e inquietud en el menor.

Cuando los padres llegan a mostrar cierta hostilidad y llegan a preferir a otros niños que no son los de ellos, los rechazos injustificados, el incumplimiento de promesas que llegan a hacerles los padres y la falta de atención, mas la humillación, consiguen quebrantar la voluntad del menor.

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