LA PSICOFISIOLOGIA EN LA EDUCACION FÍSICA Y EL DEPORTE. (RECOPILACION DE LA TESIS)

LA PSICOFISIOLOGIA EN LA EDUCACION FÍSICA Y EL DEPORTE.

(RECOPILACION DE LA TESIS)

(Trabajo de grado para optar al título de magister Scientiarum)

Prof. Albornoz, Julio (Mayo 2015)

La Psicofisiología, su importancia en la Educación Física.

     En lo que se refiere, a la Psicofisiología esta se desarrolló a partir de la Psicología. El primer texto de psicología escrito a fines del siglo XIX, llevaba el titulo de Principios de Psicología Fisiológica o Psicofisiología. En los últimos años con la gran cantidad de información en la biología experimental, científicos de otras disciplinas han contribuido de manera importante a la investigación de la psicología de la conducta. Se considera a Descartes un filosofó y matemático francés del siglo XVIII, el padre de la filosofía moderna. Si bien no era biólogo, sus especulaciones respecto a los papeles que desempeñan la mente y el cerebro en el control de la conducta proporcionan un buen punto de partida en la historia de esta; esto según Ardila (1983).

     En ese orden de ideas, se puede decir que el desarrollo de los métodos psicofisiológicos en los últimos años ha llevado a una proliferación de técnicas, de las cuales la mayoría son bastante refinadas y requieren conocimientos sólidamente fundamentados con sustento teórico. Todos los pensamientos, sentimientos, percepciones y los actos motores son producto del sistema nervioso humano; Álvarez y de la Fuente (1999).

     De acuerdo con los razonamientos que se han venido haciendo, se puede plantear, que estos logros dependen de la arquitectura del encéfalo y de la forma en que este trabaja de una manera funcional conjuntamente con el cerebro. El encéfalo es el encargado de enviar las señales transmisoras al sistema nervioso central para ser distribuida en forma de orden al resto del organismo a través de los haces nerviosos; todo esto en opinión de Álvarez y de la Fuente (ob. cit.).      

     Además, los esfuerzos de los humanos para comprenderse a sí mismo le han llevado invariablemente a hacerse preguntas sobre otros animales. Después de todo, compartimos muchas de las características biológicas y conductuales con todos los animales (valga la expresión). Según esto, el sistema nervioso se compone del cerebro y la médula espinal, que constituyen el sistema nervioso central, así como los nervios craneales, nervios espinales y ganglios periféricos, que integran el sistema nervioso periférico; Guyton (1976).  

     Luego, dice que el sistema nervioso se compone de dos tipos de células: neuronas y células de apoyo. Las neuronas (“células nerviosas”) reciben información del entorno, se comunican entre sí, toman decisiones y mueven los músculos. Las células de apoyo hacen exactamente lo que su nombre indica, cuidan las neuronas de modo que éstas puedan realizar su trabajo de manera eficiente; es importante destacar que los procesos internos del organismo son fisiológicos y estos intervienen cuando el ser humano adopta una conducta la cual va a ser determinante en su comportamiento.

     En esa misma dirección se puede manifestar, que el sistema nervioso autónomo es predominantemente un sistema eferente que transmite impulsos desde el sistema nervioso central hacia los órganos periféricos. Estos efectos incluyen: control de la frecuencia cardiaca y de la fuerza de contracción del corazón, contracción y dilatación de vasos sanguíneos, contracción y relajación del músculo liso en varios órganos, acomodación visual, tamaño pupilar y secreción de glándulas exocrinas y endocrinas; asi como el funcionamiento de los diferentes órganos, neuronas y células del cuerpo humano y de la conducta en sí; Guyton (ob.cit.).  

     Según su opinión, pequeñas cantidades de algunas hormonas pueden modificar nuestros humores, acciones, inclinaciones a comer o a beber, agresividad, sumisión e incluso la conducta. Sin embargo, hay la existencia de hormonas que hacen algo más que influir sobre la conducta adulta. La mayor parte de la comunicación entre las neuronas se produce a través de la sinapsis, que es la transmisión de los impulsos nerviosos entre dos de ellas que tiene lugar en la conexión entre ambas, que se realiza mediante señales químicas y eléctricas; conduciendo los impulsos eléctricos entre las células nerviosas y desde allí hasta los músculos causando su contracción.

     Se puede decir hoy en día, que uno de los temas más candentes de investigación biopsicológica son los efectos de los fármacos que alteran la transmisión sináptica en los procesos psicológicos. Estas investigaciones han demostrado y enseñado mucho sobre las bases neuronales de los procesos psicológicos; llevando a la creación de tratamientos farmacológicos efectivos para los trastornos psicológicos. El cerebro es el órgano del comportamiento, ya que su corteza cerebral, más que a cualquier otra parte del cerebro, podría denominársele el fundamento del comportamiento; Ardila (1983).

     Por su parte, la sabia naturaleza provee a sus seres de mecanismos, a través de los cuales, pueden más o menos interpretar o conocer el medio ambiente donde viven y puedan proceder entonces a adaptarse al mismo. Es la percepción realizada a través de los diferentes sentidos lo que posibilita al individuo vivo la compresión de su medio ambiente y la que determina por lo tanto sus posibilidades de adaptarse, sobrevivir y reproducirse.

     De los planteamientos anteriores se deduce, que para la Psicología la atención era una de las facultades más importantes de estudiar como ciencia de la mente humana. Los psicólogos, en reconocimiento a la organización jerárquica de los sistemas sensoriales, a veces separan el proceso general de la percepción en dos fases: sensación y percepción. La modificación del comportamiento o aprendizaje conlleva ciertos cambios neurofisiológicos.

     En estos momentos, se propone una nueva teoría psicofisiológica de la motivación; sin confundir con la emoción se puede decir, que esta tiene propiedades motivacionales, ya que puede activar el comportamiento, para satisfacer las necesidades emocionales y el individuo realice una serie de actos con este fin. En efecto, la investigación psicobiológica de la emoción se ha centrado en el miedo y las conductas de defensa. El estrés ha sido identificado e investigado como una enfermedad que se caracteriza por un desequilibrio del sistema nervioso central. Este desequilibrio conduce rápidamente en forma silenciosa al aparecimiento de otros tipos de enfermedades crónicas y discapacitantes; Álvarez y de la Fuente (1999).  

     En ese mismo sentido, la Fisiología Psicológica, es una “Disciplina que estudia las relaciones entre los procesos de los sistemas nervioso, muscular,  endocrino; y las actividades mentales y el comportamiento del hombre”. Por otra parte, “la Psicofisiología es una rama de la Psicología que estudia la relación entre los procesos orgánicos y la conducta, buscando establecer cuáles son las estructuras que median entre fenómenos psíquicos y físicos”; su finalidad es analizar el modo en que las actividades psicológicas producen respuestas fisiológicas; esto según Barreau y Morne (1984).

     Cabe destacar, que la Psicofisiología recibe aportes de la Psicología, Fisiología, Biología, Química y la Medicina; por eso viene a ser una ciencia multidisciplinaria que se desarrolla a partir de la Psicología. En los últimos años con la gran cantidad de información aportada, científicos de otras disciplinas han contribuido de manera importante en la investigación de la Psicología de la conducta; o sea que estudia el comportamiento de los seres humanos; a través de sentimientos, actitudes, motivaciones, incentivaciones, percepciones y otros fenómenos mentales.

     Después de lo anteriormente expuesto, se puede definir la Psicofisiología, según Barreau y Morne (ob.cit.), como:

El estudio de los mecanismos fisiológicos por los que se rige el comportamiento del hombre y de los animales; revelamos al mismo tiempo dificultades reales. Esta definición encubre conceptos científicos y estudios metodológicos diferentes, instrumentos conceptuales a veces muy discordantes, debido a que la Psicofisiología ha nacido y se ha desarrollado bajo el impulso de investigadores procedentes de campos científicos muy alejados, con objetivos y ambiciones diversas (p. 252).

     En este propósito, manifiesta este autor que la Psicofisiología no escapa a otra dificultad puesto que el estudio del comportamiento humano en sus relaciones con la fisiología implica necesariamente opciones filosóficas cuyo carácter es eminentemente fluctuante, que han evolucionado a partir de Helmotz, Richet, Pavlov, Piéron; y han servido de base en las investigaciones científicas sobre esta ciencia. Finalmente, otro conflicto que quizás nos concierne más directamente, es la divergencia que Fessard, anunciaba y que parece realizarse entre los psicólogos; los que invierten su esfuerzo en los factores fisiológicos del comportamiento y los que se ciñen a la influencia de los factores sociales del comportamiento. De aquí su planteamiento con respecto a la tendencia de la Psicofisiología a independizarse.

     De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, se consideran estos fundamentos por su relación y vinculación del autor con la opinión que Pfister (1976), dice: la Psicofisiología es la rama de la Psicología relacionada con las bases fisiológicas de los procesos psicológicos; y se distingue de la Psicología Fisiológica en que la Psicofisiología analiza el modo en que las actividades psicológicas producen respuestas fisiológicas, mientras que la psicología fisiológica analiza los mecanismos fisiológicos que conducen a la actividad psicológica; y manifiesta que:

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