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La Hermeneutica Del Sujeto


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2014  •  2.076 Palabras (9 Páginas)  •  201 Visitas

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LA HERMENEUTICA DEL SUJETO

La hermenéutica en sí, en un primer momento, se trataba de estudiarla no solo en sus formulaciones teóricas, sino de analizarla en relación con un conjunto de prácticas que tuvieron, en la antigüedad, gran importancia. Estas prácticas son signo de lo que se llamaba en griego epiméleia heautou y en latín cura sui. Este principio, según el cual hay que “ocuparse de sí”, esta oscurecido por el resplandor del gnothi seautón. Hay que recordar que la regla según la cual hay que auto conocerse ha estado asociada al tema del cuidado de sí.

En la Apología, vemos a Sócrates presentarse como el maestro del cuidado de sí. Interpela a los transeúntes diciéndoles: “Se ocupan de sus riquezas, de su reputación y de los honores; pero no se preocupan ni de su virtud ni de su alma”.

Sócrates dice que hay tres cosas importantes:

1. Se trata de una misión que le ha sido confiada por un Dios, y que no abandonará hasta no exhalar su último suspiro;

2. Se trata de una tarea desinteresada, la lleva a cabo por pura benevolencia;

3. Se trata de una función útil para la cuidad, pues al enseñar a los ciudadanos a ocuparse de sí mismos, antes de que sus bienes, se les enseña también a ocuparse de la propia cuidad.

Ocho siglos más tarde, la noción de epiméleia heautou aparece con Gregorio de Nisa. Con éste término se refiere al movimiento por el que se renuncia al matrimonio, se pierde el apego a la carne y por el que se recobra la inmortalidad de la que habíamos sido desposeídos. Para encontrar la efigie que Ha impreso a nuestra alma y que el cuerpo ha nublado, hay que “ocuparse de sí mismo”, utilizar la razón y explorar los rincones del alma.

Entre Sócrates y Gregorio de Nisa, podemos señalar que el cuidado de sí ha constituido una práctica constante.

Pero sería un error creer que el cuidado de si ha sido una invención del pensamiento filosófico. Se trataba de un modo de vida que se valoraba mucho en Grecia. Ocuparse de sí es un privilegio, es el distintivo de una superioridad social, por oposición a aquellos que han de ocuparse de los otros para servirles o que incluso han de ocuparse de un oficio para poder vivir.

El propio término epiméleia no designa solo una actitud de la conciencia o una forma de atención dirigida sobre uno mismo; designa una ocupación regulada, una tarea con sus procedimientos y sus objetivos. Ha de comprenderse que cuando los filósofos recomiendan cuidar de sí no aconsejan sólo prestarse atención a uno mismo, evitar los errores o peligros o permanecer a buen recaudo. Se refieren a todo un dominio de actividades complejas y regulares.

El punto de partida de un estudio consagrado al cuidado de sí, es el Alcibíades. En este dialogo aparecen tres cuestiones, referentes a la relación del cuidado de sí con la política, con la pedagogía y con el conocimiento de uno mismo.

1. Sócrates a Alcibíades aprovechar su juventud para ocuparse de sí mismo. Ocuparse de sí es una forma de vida. Alcibíades se daba cuenta de que debía cuidar de si, en la medida en que más tarde quería ocuparse de los otros. Se trata de ocuparse de sí, para sí mismo.

De ahí la idea del retorno a sí, la idea de todo movimiento de la existencia mediante el que examinarse retrospectivamente a uno mismo. Pero el movimiento mediante el que el alma se torna hacia sí misma es, a su vez, el movimiento mediante el que su mirada es atraída hacia el elemento divino. La inversión a la que nos invitan Seneca, Plutarco y Epicteto tiene como fin que el de establecerse cerca de sí mismo, residir en sí mismo y permanecer allí. El objetivo final del retorno a sí es establecer un numero de relaciones consigo mismo. Estas relaciones son concebidas en base a un modelo jurídico y a uno político: Ser soberano de sí mismo, ejercer sobre sí un dominio perfecto, ser independiente o ser completamente “de sí”.

2. En lo que atañe a la pedagogía, el cuidado de sí se imponía debido a los defectos de la pedagogía; se trataba de completarla o de sustituirla; se trataba de ofrecer una formación.

A partir del momento en el que la aplicación a sí llega a ser una práctica adulta que se ha de ejercer durante toda la vida, el papel pedagógico tiende a borrarse y se confirman otras funciones.

a) Función crítica: La práctica de sí ha de permitir deshacerse de las malas costumbres, de todas las falsas opiniones del entorno. Desaprender es una de las tareas importantes del cultivo de sí.

b) Función de lucha: La práctica de sí, es un combate permanente hay que dotar al individuo de las armas y del valor que le permitirán batirse a lo largo de toda su vida.

c) Función curativa y terapéutica: La existencia de una noción como la de pathos, que significa tanto la pasión del alma como la enfermedad del cuerpo; la amplitud de un campo metafórico que permite aplicar al cuerpo y al alma expresiones como cuidar, curar, amputar o purgar. El papel de la filosofía es curar las enfermedades del alma. Plutarco dirá que la filosofía y la medicina constituyen un solo dominio. Epicteto no quería que su escuela fuese considerada sólo como un lugar de formación, sino como una consulta médica, quería que fuese un dispensario del alma.

3. La relación consigo mismo ha de apoyarse en la relación con un maestro. Y ello con una independencia cada vez mayor con respecto a la relación amorosa.

Lo que cabe subrayar en esa práctica del alma es la multiplicidad de relaciones sociales que pueden servir de soporte. Estas relaciones pueden ser: organizaciones escolares estrictas, consejeros privados, relaciones de familia, relaciones de protección, relaciones de amistad y relaciones con un personaje de rango elevado.

Este cultivo de sí comportaba un conjunto de prácticas designadas con el término áskesis. Demetrio recurre a la metáfora del atleta: Tenemos que ejercitarnos como lo hace un atleta; este no aprende todos los movimientos posibles, no intenta llevar a cabo hazañas inútiles; prepara los movimientos que precisa en la lucha para vencer a sus adversarios. Debemos aprender lo que nos permitiría resistir acontecimientos que se pueden producir; hemos de aprender a no dejarnos sorprender por ellos.

¿Qué necesitamos para poder conservar nuestro dominio frente a los acontecimientos que se pueden producir? Tres cuestiones se plantean al respecto:

1. La

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