La Interaccion En El Aula - Cap I -

Nombre

Huertas, J. Montero, I. (2001) La Interacción en el Aula. Buenos Aires: Aique. Capítulo 1

Tipo

Capítulo de Libro

Campo disciplinar

Psicología de la Motivación – Psicología Cognitiva

Resumen o Sinopsis

Los autores comienzan señalando la importancia de mostrar los conceptos que sustentarán sus afirmaciones posteriores. Afirman que esta tarea permite conocer los fundamentos que guían su investigación y de esa forma, poder generar discusiones a las bases de su teoría.

Lo primero que realizan es separar los conceptos de “enseñanza” y de “aprendizaje”. Generalmente propuestos como una conjunción inseparable, los analizan como dos procesos independientes y de distinta índole. Mientras que el aprendizaje es inevitable y cosustancial al ser humano, la enseñanza es un proceso artificial diseñado culturalmente con fines y propósitos. Es por ello que la educación forma parte de una institución propia de un momento histórico y de una cultura determinada. Al ser implementada, genera actores que participan de ella y que le dan su peculiaridad a las normas vigentes, siendo vividas en el espacio escolar. Es así como docentes, directivos, psicólogos, padres, alumnos interpretan las diferentes leyes desde sus sesgos y motivos particulares y también desde sus intereses específicos. Sin estas interpretaciones las leyes serían “estupendos principios”.

Sobre estas interpretaciones, se observan tres funciones de la institución escolar: de refugio, de cultura y de preparación profesional; cada una con diferente peso según la institución.

Refugio: Un primer lugar de “guardería”, donde se protege y refugia a los niños para que no se vean sometidos a las leyes “de la calle”. Función que se va alargando en el tiempo.

Cultura: Su función es poder proporcionar un mínimo de cultura y conocimientos intelectuales a un máximo de estudiantes. Función de semillero donde germina un cierto conocimiento cultural y un espíritu libre.

Formación profesional: Como forma de selección y sanción del futuro de los estudiantes en función de las capacidades mostradas y los logros alcanzados. Para ello tiene que favorecer una serie de obstáculos que faciliten la selección.

La institución escolar es aquella que enseña y evalúa. Este último proceso es lo que da sentido a la escuela. No se concibe la enseñanza sin pruebas, exámenes y calificaciones. Igualmente, hay poco control sobre lo que finalmente termina sucediendo en las clases. Esto se da por las posibilidades de los sujetos de elegir, interpretando normas, verificando y adaptando las reglas. El marco social genera las condiciones de posibilidad, no determina rígidamente.

Después de este análisis de la institución escolar, avanzan con el concepto de aprendizaje. Tradicionalmente se lo relaciona con el proceso que cubre la distancia entre no conocer algo y terminar sabiendo un poco más de ello. Vendría a ser una mera acumulación de conocimientos, donde un saber se superpone sobre el anterior, se “suma” a lo previo. La condición para que se produzca es que alguien sepa y transmita su pericia y otro que haga de aprendiz. Sí esto fuera así, aprenderíamos todo lo que recibiésemos siempre que prestemos atención. Es así que se dan en el aula tipos de relación y gestión del aprendizaje que sostienen esta posible interpretación.

Como alternativa y haciendo un análisis social más amplio, los autores proponen una nueva concepción. Definen un aprendizaje que pueda ser situado, flexible y perspectivista, favoreciendo sujetos independientes y críticos entre el marasmo de datos, noticias y descubrimientos. Es una procura de enseñar en y para contextos concretos, dentro de dominios específicos, situándolos en sus claves temporales y contingentes. Proponen que las actividades académicas deben diseñarse para que planteen problemas cada vez más abiertos y que requieran que los alumnos tomen progresivamente más decisiones sobre las metas, los modos de desarrollar el aprendizaje y las maneras de evaluar los conocimientos de uno mismo. Muestra como los trabajos cooperativos son uno de los mejores ejemplos.

Cómo forma para vincular las nociones de “enseñanza” y “aprendizaje”, parten a una explicitación de las “creencias tradicionales sobre la enseñanza”, donde se representan a los alumnos con determinadas capacidades que tienen que fortalecer. Hay una “esencia” que debe ser ayudada a promover, siendo que a cada persona le “van más” algunas características que otras. En este sentido, la enseñanza se ve como una serie acumulativa de conceptos que se van impartiendo sin más, siendo los alumnos los que deben limitarse a recibir conocimientos sin siquiera digerirlos.

Para romper con esta visión, sugieren una visión más amplia de la enseñanza. En una estructura social donde lo familiar se va

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