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Lo primero que percibo en mí, yendo al consultorio a esperar a mi consultante es cierta tensión o mejor definido, expectativa y nervios.


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2016  •  Apuntes  •  1.011 Palabras (5 Páginas)  •  184 Visitas

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Registro vivencial

Lo primero que percibo en mí, yendo al consultorio a esperar a mi consultante es cierta tensión o mejor definido, expectativa y nervios. De todos modos, intenté bajar mi ansiedad para poder estar presente.

Cuando llegó Agustina la noté nerviosa pero con muy buena predisposición; le hago varios ofrecimientos, sin darle la posibilidad que me pida si necesita algo. Es un rasgo característico mío dar sin que me lo pidan. Incluso anulando a la otra persona. Tengo que trabajar la confianza en el otro, en que si necesitan me lo van a pedir. Dejar ser.

Ella se sienta y lo primero que noto es que me mira a los ojos, establecemos contacto visual. Primer contacto de comunicación aun antes de comenzar a hablarme, me siento cómoda con su mirada. Cuando comienza a contarme lo que había pensado para hablar conmigo, el primer sentimiento que tengo es de apertura de escucha, ganas de escucharla, me siento energéticamente conectada. Quiero saber de su experiencia. Ella me cuenta un mini resumen, y siento su desanimo, su angustia con la situación que me cuenta, y tengo la sensación que algo de sufrimiento va a aparecer. Después, con el transcurrir de la conversación se va haciendo evidente lo que me pasa cuando la escucho. Por su historia, siento compasión pero tengo ganas de consolarla, de animarla. Puedo notar su disgusto y su necesidad de valoración, de que la valoren, de ser cuidada, de ser comprendida. Me da miedo lo parecido que es su rol al que cumplí yo en mi familia. Siento confusión en su posición familiar. Empatizo con sus obligaciones,  con sus exigencias y excesos de responsabilidad. El haberme hecho cargo, y haber tenido responsabilidades no acordes a mi edad... Me sorprendo al sentir que me dejo llevar por la espontaneidad y le hago una intervención donde dejo al descubierto mi resonancia con su historia. Utilizo la palmoterapia, y le doy ánimo, me doy cuenta en el momento, pero no puedo evitar decírselo. Estoy centrada en el problema, y me cuesta salir de esa situación, y mismo las preguntas que le hago son a nivel cognitivo, para saber qué pasaría, de tipo condicionales que no aportan. Intento mantener distancia para tratar de volver a ella, a lo que le pasa, pero no lo logro en el momento.

Cuánto me falta aprender para poder acompañar sin empastarme ni dejarla sola, todo es aprendizaje, tiempo y entrenamiento.

La sigo en la historia, me mantengo presente, habla rápido pero eso no me impide hacerlo .Siento que estoy inmersa en lo que transmite Agustina. Pero me cuesta devolverle lo que me dice. Siento que me falta cancha, no pude develar qué es lo que le pasaba durante el encuentro, si no, que lo hice cuando compartimos la escucha en clase, con las correcciones de la trascripción. Fue como decir: Claro! era eso. Parece tan claro! Pero no pude hacerlo.

Sentí en todo momento que ella estaba cómoda conmigo y que la relación fluía. Cuando me cuenta la situación de golpe del marido de su mamá hacía su mamá, me siento muy mal .Siento su dolor .También impotencia .Inexorable .Irremediable .Enojo que me trasmite inseguridad en su situación. Son palabras que se me hacen presentes con mucha carga afectiva. Cuánta fortaleza veo en ella. Su tendencia actualizante presente por superarse y seguir, buscando su camino. Con el foco de valoración externo a complacer exigencias de los otros. Igual, no logro “leer entre líneas” qué me está diciendo que le pasa. Siento un vacío en mí por no haberla podido acompañar como me hubiese gustado. Me gustaría poder practicar más.

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