Los riesgos de los jóvenes adultos en sus relaciones interpersonales y de pareja
Enviado por Melanie Montenegro • 3 de Noviembre de 2018 • Trabajos • 2.527 Palabras (11 Páginas) • 147 Visitas
Los riesgos de los jóvenes adultos en sus relaciones interpersonales y de pareja
Nombre: Astrid Montenegro
Código: 00111480
Fecha: 31 de Marzo del 2016
Las relaciones interpersonales son una necesidad para cada individuo, existiendo una serie de factores que influyen en las mismas, entre las más importantes se encuentran las funciones cognitivas, la personalidad, el deseo y el estado afectivo de la persona (Wiemann, 2011).
Las necesidades afectivas van a satisfacer al individuo desde el comienzo de su vida, si estas no se cubren a tiempo pueden haber consecuencias un tanto negativas para la persona. “El efecto es afectivo y repercute en la personalidad” (Wiemann, 2011).
La depresión que empieza en la niñez o en el adolescencia y la que al contrario, empieza en la adultez, al parecer tienen orígenes diferentes de desarrollo. “Los adolescentes en los que su depresión se transfiere a la adultez, suelen haber estado expuestos a factores de riesgo importantes cuando eran niños, como trastornos neurológicos, familias disfuncionales o inestables y trastornos conductuales” (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
Comúnmente, las mujeres son mucho más propensas a presentar algún tipo de episodio depresivo y esta prevalencia se vuelve más fuerte después del inicio de la pubertad. Así mismo, hombres y mujeres pueden responder de una manera distinta a los fármacos antidepresivos, mostrando diferentes reacciones adversas que están más marcadas en las mujeres que los hombres (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
Las actividades sexuales tanto como las reproductivas, comúnmente son una preocupación en la adultez emergente y temprana. Los individuos que comienzan la actividad sexual en la adultez emergente normalmente están menos involucrados en situaciones de riesgo como; enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
Las enfermedades de transmisión sexual según la OMS, (2015) “son infecciones virales que se propagan predominantemente por contacto sexual, y la persona que lo padece puede estar sin manifestar síntomas de la enfermedad”. En Estados Unidos, las infecciones de transmisión sexual se da entre las edades de 18 a 25 años que vienen a ser los adultos emergentes, siendo entre estas edades la tasa más elevada de enfermedades de este tipo (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
A partir del 2002 se ha incrementado en todas las regiones del mundo el numero de personas que padecen de VIH. En Estados Unidos, gran parte de las infecciones se da entre los consumidores de drogas que suelen compartir agujas hipodérmicas contaminadas, también se da en prostitutas, hombres homosexuales u hombres bisexuales que tienen sexo sin protección (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
En cuanto a los trastornos menstruales que se pueden presentar en las jóvenes en especial, encontramos al síndrome premenstrual (SPM), el mismo puede producir distintos síntomas de algún tipo de malestar físico y tensiones emocionales hasta por dos semanas antes de su periodo menstrual, y solo entre el 5 y el 10% de las mujeres necesita en realidad un diagnóstico de este síndrome. Existen síntomas que se presentan en esta etapa y podemos mencionar algunos: (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
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No a todas las mujeres les llega ha afectar de la misma manera, pero sí les puede causar problemas con sus parejas o en su vida diaria, tambien les trae problemas con las personas que esta normalmente acostumbradas a tratar, muchas de ellas se encerraran es su habitación y no querran salir ni hablar con nadie, el tema sexual tambien les puede incomodar debido a que se encuntran adoloridas (Talhama, 1993).
La infertilidad tambien puede ser un factor predominante para que existan problemas de pareja fututos. Se calcula que un 7% de las parejas estadounidenses son infertiles. En las mujeres su fertilidad empieza a disminuir entre los 28 a 29 años, al contrario, la fertilidad en los hombres se ve poco afectada según la edad, pero se dice que sí disminuye entre los 38 y 39 años (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
Dentro de un matrimonio o en cualquier tipo de relación en la cual una de las prioridades sea tener hijos para formar la familia convencional, y este deseo se vea afectado por que el hombre o la mujer es infertil, causa una carga emocional para la relación, asociándose a dificultades psicológicas de largo plazo. Este es un tema muy complejo porque hay muy pocas soluciones a esta falta de hijos involuntaria y permanente (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
“En los hombres la producción de muy pocos espermatozoides es una de las causas más comunes para que este sea infértil. Algunos casos de infertilidad en los hombres se debe ha algún tipo de factor genético, en las mujeres por el contrario se puede dar por la incapacidad para producir óvulos, una de las causas más importantes de infertilidad en mujeres después de los 30 años es el deterioro de la calidad de los óvulos, sin embargo, algo más común, es el bloqueo de las trompas de Falopio que impide la llegada del ovulo al útero” (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
“En muchos países de occidente, las normas que rigen los estilos de vida aceptables son más flexibles ahora que en la primera mitad del sigo XX” (Papalia, Feldman & Martorell, 2012). Las parejas ahora se casan más tarde o no se casan, y más personas tiene hijos fuera del matrimonio. Muchas personas se divorcian y se quedan solteras o se vuelven a casar en un futuro, otras viven con personas del mismo sexo, otras parejas están casadas pero por cuestiones de trabajo o las profesiones ejercidas no les permiten vivir juntos o pasar la mayor parte del tiempo unidos, en otras palabras podemos decir, que hoy en día el típico matrimonio de papá y mamá que viven juntos y se casan para toda una vida ya no es el más común (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
La vida de soltero en los Estados unidos se triplico entre los años de 1970 y 2005, entre las edades de 25 a 34 años, podemos decir que en los hombres el aumento fue de un 15 a un 43% y en mujeres fue de un 9 a un 32% (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
Sin embargo, muchas veces estar soltero no es necesariamente de manera voluntaria, muchos jóvenes pueden querer tener una pareja pero lastimosamente no encuentran la indicada, otros simplemente les gusta ser personas independientes que quieren disfrutar de la vida, recorrer el mundo, enfocarse en su carrera, y no tener compromisos serios, a este ultimo tipo de personas le gusta la libertad sexual (Papalia, Feldman & Martorell, 2012).
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