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Los vínculos sociales en la construcción de la identidad adolescente.


Enviado por   •  2 de Junio de 2016  •  Informes  •  3.285 Palabras (14 Páginas)  •  411 Visitas

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Los vínculos sociales en la construcción de la identidad adolescente.

El adolescente y las relaciones sociales.

El vínculo con los padres.

        Un paso evolutivo obligatorio del adolescente es que logre emanciparse de su familia a medida que se convierte en adulto joven e independiente. En la adolescencia el individuo se da cuenta de que los adultos significativos para él no tienen todas las respuestas ni todas las soluciones, por estos motivos es común y normal que en esta etapa tengan un cierto grado de rebeldía contra sus padres.

        Esta emancipación psíquica será más o menos traumática según el modelo de autoridad paterna, es decir más o menos autoritario; el momento de tensión siempre se produce y da una separación.

        El adolescente intenta separarse para obtener independencia pero a la vez siente nostalgia de la protección paterna. Se produce una tensión entre estos dos sentimientos, se encuentra en una situación ambigua, la cual hoy en día se alarga por razones socioeconómicas y culturales.

        Los adolescentes se encuentran con dos grandes fuentes de influencia social en su desarrollo: los amigos y la familia especialmente padres.

        En este periodo, al igual que en la infancia, el adolescente necesita de cariño, afecto y apoyo de sus padres; así como también de mayor comprensión y paciencia ya que está sufriendo una serie de cambios en su forma de pensar y en su aspecto físico que en un primer momento no saben cómo afrontarlos. Algunos autores aconsejan:

  • No tomar la forma de ser de un adolescente como algo personal
  • Escucharlo positivamente
  • Decirles que tenemos el deber de establecer límites razonables
  • Compartir con ellos nuestra vivencias pasadas
  • Intentar ser un buen modelo
  • Tomarlos en serio, no tratarlos como seres inferiores que explican cosas de las que estamos de vuelta.
  • Conviene no aprovechar la ocasión para sermonearles.
  • Escuchar con atención lo que quieren explicarnos o preguntar.
  • Hablar también de lo que les interesa a ellos. Dar tiempo para abordar los temas que nos interesan a nosotros

        Tanto el grupo de pares como el de padres se convierten en fuente importarte para ofrecerles apoyo social. Se observa que los adolescentes que perciben un gran apoyo por parte de sus padres se acercan más a ello, mientras que los que reciben escasa ayuda por parte de la familia acuden más a los amigos buscando en ellos el apoyo que necesitan.

        Los adolescentes tiene más dificultad para comunicarse con sus padres que con sus pares, ya que estos ofrecen mayor capacidad de comprensión y escucha; aunque esto no significa que no necesiten y deseen establecer diálogo y comunicación con sus padres.

        Cada fuente de influencia predomina en distintas áreas. Los padres influyen más en decisiones que afectan a su futuro como puede ser la elección respecto a los estudios, posibles trabajos, cursos a seguir, cuestiones económica o problemas escolares; mientras los pares en opciones sobre el presente, sobre sus deseos o necesidades, como las relaciones sociales, temas sexuales, diversión , formas de vestir. Ambas influencias se complementan en el desarrollo del adolescente.

Principales conflictos con los padres

        A partir de la pubertad, los adolescentes empiezan a sentir nuevas necesidades de independencia, y como consecuencia de esto desean realizar actividades sin el continuo control paterno; les molesta las ocupaciones caseras, las preguntas de los padres sobre lo que ellos consideran “su vida privada” (amigo, lugares que frecuentan). Los padres van perdiendo la docilidad infantil, se vuelven más desobedientes, mostrándose ingobernables.

        Los adolescentes no saben muy bien que quieren o a qué aspiran. Pueden llegar a parecer adultos muy pronto (físicamente), por lo que desean ser tratados como tales por sus padres pero la concepción social alarga este periodo, por lo que aún les queda un largo camino por recorrer por conseguir el status social.

        El salto generacional que existe entre padres e hijos, y las nuevas necesidades de autonomía de los adolescentes provocan ciertas tensiones familiares, por el hecho de que existan algunos conflictos inevitables no quiere decir que las relaciones entre padres e hijos esté continuamente deterioradas.

        Existen estudios como el de Noller y Callan (1991) que analizan las diferencias existentes entre los padres y las madres en la relación con sus hijos/as adolescentes. Los resultados, en general, indican que las actitudes que tienen ante la vida familiar los/las adolescentes coinciden más con las de sus madres que con las de sus padres, ya que las madres son más comprensivas y abiertas en la comunicación con los hijos, siendo más fácil negociar y llegar a acuerdos con ellas. Los resultados de estos estudios también indican que hay claras diferencias entre los chicos y las chicas en la relación con los padres; las adolescentes se comunican más con los padres que los chicos, y tanto ellos como ellas se comunican más con sus madres que con sus padres. También hay evidencias de que los diálogos con las madres son considerados, generalmente, como más frecuentes, positivos y fructíferos que con los padres, debido a esa mayor frecuencia y calidad de sus interacciones.

        Los adolescentes hablan con más frecuencia con su madre que con su padre y en general, los temas a tratar son sobre su vida social y sus intereses (relaciones con amigos, información sexual, problemas diarios,...) mientras que los temas a tratar con el padre suelen ser de política, e interés nacional. En cuanto a compartir y descubrir sus sentimientos, la madre vuelve a ser la elegida para hacerlo por delante del padre.

        Al hablar de conflictos  entre padres e hijos adolescentes los temas más frecuentes son:

  • El orden en la casa
  • La forma de vestirse
  • La apariencia externa
  • La obediencia a los adultos
  • La higiene personal
  • El horario de las salidas
  • Cuestiones económicas
  • Consumo.

        Behar y Forns analizaron la autonomía de la conducta de los adolescentes (de 13 a 16 años)

        Autonomía personal, referente a su propio aseo y a le elección de su ropa, describen una conducta independiente desde comienzo de la pubertad

        Autonomía de desplazamiento, referente  a salidas de fin de semana, salidas nocturnas, tarda más en adquirirla. Suelen tener libertad para salidas cercanas.

        Autonomía ideológica, referida a la decisión de los futuros estudios que van a cursar.

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