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Mi vocación como docente


Enviado por   •  2 de Diciembre de 2018  •  Apuntes  •  1.076 Palabras (5 Páginas)  •  159 Visitas

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Mi Vocación como Docente.

La docencia es sin lugar a duda un llamado permanente que vislumbra tantas responsabilidades como las estrellas en el cielo, y en ese mismo cielo se aprecia la belleza estampada de luz, de verdad y esperanza que se trabaja cada día por cada docente. Ante la interrogante de: ¿Cómo desarrollo mi vocación como docente? Puedo argumentar que desarrollar significa cambios, crecimiento, esfuerzo, desgaste y muchas más características de avivación al llamado educativo; por ende mi vocación de docente ha estado permeada de cambios: cambios en la metodología, en la actualización, en las corrientes pedagógicas, en la reflexión-acción, en el conocimiento, en la disciplina; en sí mismo la misma educación exige estar inmerso en constantes cambios que permiten educar veinte años antes de que sucedan las cosas, de aquí que la educación sea prognóstica y yo como docente sea un agente prognóstico que vislumbre las necesidades de formar seres para situaciones que se presentaran dentro de dos décadas. Desarrollar mi vocación hacia el Crecimiento significa para mí un desgarre de los cueros viejos de educación hacia una nueva visión pedagógica donde exige de mi práctica una alimentación en el sentido metafórico de una planta: tierra, agua y luz, donde cada elemento hace brotar en mí práctica la fuerza diaria para enseñar y aprender de mis alumnos, el crecimiento aunado a mi vocación docente ha sido para mí una exigencia donde se trata de ser lo mejor en el sentido humano posible para darlo a quien serán nuestros estudiantes. El desarrollo de mi vocación ha sido también esfuerzo-desgaste donde se presenta la naturalidad humana de sentirte agotado del día a día, ese desgaste que aviva mi fuerza y espíritu para seguir enseñando con el corazón; el desgaste es confortante cuando éste aprecia fruto tal vez no visibles en un año, dos o tres sino hasta una o dos década después de la formación. Al final de cuentas mi desarrollo vocacional depende de que tan cercano esté a escuchar mis clases, mis enseñanzas, mis ejemplos, mi axiología; una Praxis personal desarrollada día a día; cuestiones que realizo para conocerme como agente prognóstico. El desarrollo de mi vocación ha sido impactado por libros, oración, terapia, actualización, tecnología, praxis, filosofía, teología, y mucho más y solo quiere recalcar que quiero ser lo mejor de mí para darme a los demás.

Como docente se tiene una vocación; pero como ser humano se tienen muchísimas más vocaciones, que en su plenitud de formas y colores tiene el único fin de hacernos sentir felices con lo que hacemos y somos. De ahí que difiera que una cuestión es mi vocación como docente y otra muy diferente mi vocación en sí misma; pues como ser humano soy multifacético es decir tengo en mi ser otorgado por mi padre Dios vocación a la vida, vocación a la paternidad, vocación al matrimonio, vocación profética y un sinnúmero de dones y carismas que se me fueron dadas; así que al momento de preguntarme ¿Cuáles son mis necesidades para desarrollar mi vocación? Quiero tomar en cuenta que la vocación va a ser unívoca: Vocación hacia la Santidad.  A mi punto de vista éste permanente llamado de vocación me va a ayudar a ser convocado a mi existencia como hijo de Dios. Dejando esto claro mis necesidades para desarrollar mi vocación son muchas pero quiero mencionar aquí solo tres: Mi necesidad de ser escuchado: en mis preocupaciones, mis miedos, mis metas, mis temores, mi reflexión, es en sentido categórico mi primera necesidad, de ahí que como ser humano sea tan explayado en mis participaciones, comunicados u opiniones; porque necesito sentirme escuchado.  La segunda necesidad que categorizo es: mi oración que va a ser el alimento puro de mi espíritu, el espíritu que va a ser confortado por Jesús y que considero incluso estoy un poco oxidado en esto dado que mis hábitos de oración son poco frecuentes, esta necesidad de vinculo entre Dios y yo me eleva en humildad para servir a quien Dios me ha dado para ser enseñados y que yo aprenda de ellos. En tercer peldaño pero no menos importantes está mi necesidad de amor, amor hacia mí mismo comprendido en una aceptación total de quién soy y que lo que hago me hace sentir pleno y feliz, amor hacia mis semejantes, hacia mis alumnos; es vital mencionar que estos sentires nunca los he trabajado aislados sino en conjunto pues como bien mencioné soy un ser multifacético que tiene muchas necesidades pero en sí priorizo tres: necesidad de ser escuchado, necesidad de oración y necesidad de amor.

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