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PROGRAMA DE MODIFICACION DE CONDUCTA


Enviado por   •  16 de Junio de 2015  •  1.406 Palabras (6 Páginas)  •  389 Visitas

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TECNICA: ECONOMIA DE FICHAS

Ámbito de aplicación: Su principal objetivo es motivar al alumno en la ejecución de determinados aprendizajes y también fomentar la aparición de conductas positivas, controlando o eliminando las disruptivas.

Edad: Cambiando los reforzadores y adecuándolos a la edad evolutiva correspondiente, podemos utilizarlo en prácticamente todos los niveles de edad. Muy útil para conseguir objetivos específicos.

Puntos fuertes: Técnica simple, de fácil comprensión por los alumnos y altamente motivante (si se construye y utiliza adecuadamente).

Limitaciones: Hay que saber escoger los reforzadores en función del alumno o del grupo. Los alumnos que no alcancen el premio pueden frustrarse o desistir del método. Hay que asegurar, al menos al principio, unos primeros éxitos.

¿Cómo puede ayudarnos la técnica?

La Economía de Fichas en clase supone establecer un sistema reglado, con unas normas y consecuencias positivas para motivar a los alumnos en la ejecución de conductas deseadas. Se denomina "de fichas" ya que para conseguir el premio final los alumnos deberán recoger un determinado número de fichas o puntos.

Podemos aplicarla a todo el grupo de una clase o aula. Su objetivo será conseguir las metas que nos planteemos al inicio. Cada clase, cada grupo es un mundo y dependerá de sus propias circunstancias y peculiaridades el marcar unos u otros objetivos. En general podemos señalar dos grandes ámbitos en los que la Economía de Fichas puede ayudarnos.

A) Elevar la motivación del grupo hacia determinados aprendizajes.

B) Aumentar las conductas positivas y tratar de controlar

Es muy probable que cuando decidamos introducir una economía de fichas en el aula en especial cuando se trata de controlar la conducta lo hagamos por la necesidad de actuar sobre los alumnos “problemáticos”. Normalmente en cada clase hay alumnos que siempre se portan o trabajan bien y, por tanto, no necesitan de premios especiales para hacerlo. No obstante, ahora todos quedan sujetos a los posibles premios en caso de darse las condiciones marcadas y deberemos estar atentos en asegurar, al menos en inicio, de que el colectivo que lo tiene más difícil, pueda asegurarse algún pequeño éxito de entrada. No se trata de regalar premios sino bajar el listón de la demanda al comenzar el programa para situarlo al alcance de la mayoría de los alumnos e ir subiéndolo progresivamente.

Pasos a seguir:

Identificamos:

¿Qué es lo que necesitamos corregir o mejorar en el aula?

Si son varias las conductas que hay que modificar, se aconseja crear un listado de las mismas y un orden de prioridad teniendo en cuenta las necesidades de la propia escuela o aula. Empezar por la conducta u objetivo elegido y aplicar el procedimiento hasta que se consiga la mejora adecuada. Progresivamente pueden irse introduciendo otras. La idea es no intentar un cambio sobre muchos aspectos a la vez ya que puede tener un efecto contrario al deseado.

¿Cómo lo vamos a hacer?

Este es un aspecto clave. Ahora debemos delimitar las medidas necesarias para aplicar el procedimiento en la práctica. Esto requiere varios pasos

1) Especificar la conducta que va a premiarse y el premio:

Explica al grupo que se van dar unos premios determinados (según edad y posibilidades) y que para obtener el premio hay que efectuar algún tipo de actividad (por ejemplo, aprender el procedimiento de las ecuaciones) o dejar de hacer otras (no pelearse)

2) Explicar cómo se obtienen o pierden puntos:

Los puntos o fichas pueden darse, según los objetivos, en el mismo momento que se produce la conducta positiva (se entrega una ficha) o al final del día haciendo balance individual. En el caso de aulas muy numerosas pueden suministrarse puntos colectivos exceptuando los casos de alumnos que no hayan tenido las conductas esperadas. En caso de mala conducta sí se le puede retirar uno de los que haya conseguido pero nunca llegar a puntuaciones negativas.

Por ejemplo, todos los alumnos que no se han peleado reciben al final de la jornada un punto.

3) Crear un registro donde los alumnos vean el estado de sus puntos:

Estos puntos se van colocando en el registro y al llegar a un determinado número son canjeables, por ejemplo, por puntos en las materias, por premios físicos (plumas, libretas, borradores etc.) Puede hacerse coincidir la entrega de premios con el final de la semana, es decir, el viernes, para todos los alumnos que hayan tenido puntos positivos toda la semana (5 puntos = premio)

Los alumnos que no hayan alcanzado su premio en una semana determinada pueden ir acumulando puntos para canjearlos el siguiente viernes si han conseguido sumar 5. Lo que nos interesa es que los alumnos no pierdan la motivación.

4) Dar los premios o reforzadores en los plazos acordados a quienes consiguen las metas marcadas:

El premio puede darse, como se ha comentado, en un día concreto de la semana (para facilitar las cosas) y en el que se canjearan los puntos o fichas por el premio establecido. A partir de ese momento, los alumnos pueden volver a ganarlos. Los que todavía no han alcanzado el número suficiente guardan sus puntos a la espera de conseguir más y alcanzar el premio los días siguientes

5) Finalmente:

Debemos poner en marcha el procedimiento en base a los objetivos y reglas que hemos establecido. Es importante que su aplicación sea lo más simple posible y que todos los alumnos tengan claras las normas de funcionamiento sin contradicciones.

Es muy probable que las cosas no funcionen del todo bien los primeros días y/o semanas de la implantación del sistema. Debemos de ser constantes en su aplicación para empezar a obtener resultados positivos y que los alumnos se convenzan de que es un sistema con el que pueden obtener beneficios extra.

A partir de su puesta en marcha, debemos estar abiertos a la posibilidad de introducir variaciones o modificaciones según alcancemos o no los objetivos. Suele suceder que los reforzadores pueden perder interés si siempre son los mismos y, en gran medida, el éxito va a depender de la creatividad y recursos de que disponga el profesional que la aplique;

Otro problema con el que nos podemos encontrar es que algunos alumnos se frustren de entrada al no conseguir el premio como otros y se desmotiven.

Por todo ello, la Economía de Fichas, debe plantearse como un sistema abierto y susceptible de introducir variaciones o modificaciones sobre la marcha si se consideran necesarias.

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Finalmente apuntar que estas técnicas no pretenden enseñar al grupo a funcionar siempre a base de premios sino de darle, en un momento dado, motivos para iniciar un cambio en sus conductas o motivaciones. Lo que se espera en el futuro es que las conductas adecuadas se mantengan no por los premios sino por lo que llamamos "reforzadores naturales". Por ejemplo, un alumno puede empezar a no efectuar determinadas conductas disruptivas por ganarse el premio, pero este cambio de comportamiento puede hacer que funcione mejor con sus amigos y esto convertirse a medio plazo en un reforzador más potente que el premio inicial. Las conductas pasan a ser controladas por las consecuencias positivas que se generan en su entorno.

Ejemplo de economía de fichas formato individual

Formato general dentro del aula donde los alumnos observen los resultados sus resultados.

NOMBRE DEL ALUMNO SEMANA 1 SEMANA 2 SEMANA 3

ESTRATEGIA DE CONDUCTA GRUPAL

EL SEMAFORO

Con esta estrategia se busca que los estudiantes intenten tener un buen comportamiento al interior del aula, mediante juegos y el establecimiento claro de los tiempos y momentos en que se puede realizar alguna conducta.

Se parte de la base de tener tres tarjetas de color rojo, amarillo y verde que formen un semáforo, la idea es que cada color de semáforo indique que conductas deben realizar los estudiantes en determinados momentos y tiempos, asimilándose a las representaciones reales de los colores del semáforo

Para ello antes de empezar con la estrategia se les explica a los alumnos las conductas esperadas de forma concreta y delimitada, por cada uno de los colores, por ejemplo:

“el color rojo indica que ustedes deben de estar en silencio y realizar sus trabajos concentrados, es decir, estar pendientes solo de la tarea que deben de realizar.

El color amarillo representa que ustedes deben estar atentos ya que viene el siguiente color que indica una conducta diferente a la que están realizando.

El color verde indica que ustedes pueden levantarse a tirar la basura, sacar punta al lápiz, pedirle un material a un compañero de forma ordenada.

Se pone un color del semáforo a la vez para que los alumnos respeten cada una se las señalizaciones de manera independiente, calculando los tiempos en que se requiere trabajar con los alumnos

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