Periodos del desarrolo del niño

                       Primera parte: Periodo Sensoriomotriz

Inteligencia Sensoriomotriz:

Piaget, describe el desarrollo espontáneo de una inteligencia o práctica basada en la acción, que se forma a partir de la concepción que tiene el niño de los objetos, del espacio, del tiempo y de la causalidad. El conocimiento surge a partir de la interacción del sujeto y el objeto donde cada uno influye sobre el otro. De esta manera  ya no podrá considerarse por separados.

El sujeto se encuentra en un permanente estado de reelaboración, es decir, las conquistas subjetivas del sujeto se van conformando dentro de aquella interacción.

Podemos caracterizar al estadio sensoriomotor, en distintos sub-estadios:

Sub-estadio 1: (0 -1 meses)

La conducta del recién nacido es muy limitada por su equipamiento biológico con el que viene al mundo preparado, siendo capaz de realizar un cierto número de cosas. Así, comienza a enriquecerse y diversificarse como consecuencia de la interacción con su entorno.

En la conducta del neonato, hay una diversidad de reflejos, unos se van perdiendo y otros permanecen a lo largo de la vida del sujeto. Transcurridos unos meses, otros pasarán a ser  actos voluntarios, como por ejemplo la succión y la conducta de agarrar, estos constituyen la base de todo el desarrollo intelectual posterior, ya que dan lugar al nacimiento de la inteligencia en el niño.

La succión, es activada por los estímulos externos que llegan a los labios, cuando el contacto se produce, el bebe empieza a succionar, dicha conducta está organizada desde el comienzo. Se puede observar allí, la asimilación y la acomodación.

El niño no solo succiona cuando el objeto toca sus labios, sino que desde los primeros días, lo hace también, en ausencia de toda estimulación externa, a modo de ejercitación. En el ejercicio mencionado, el autor ve la asimilación funcional como un ejercicio de la succión por sí misma, fuera del contexto de la alimentación, contribuyendo así a consolidar el esquema sensoriomotor inicial, a través de la repetición.

La necesidad de repetición es uno de los aspectos del proceso general de asimilación. La asimilación generalizadora se observa fácilmente en cualquier bebe de pocos días, que succiona todo aquello que va a parar a sus labios. Este tipo de asimilación se da solo cuando el bebe no siente hambre especial.

La acomodación, por otra parte, está también presente en la conducta del niño de este subestadio, al principio, el bebe solo succiona cuando se le introduce el pezón a la boca, rápidamente se va haciendo capaz de tomarlo y de descubrirlo. Así no solo aprende a reconocerlo sino también a buscarlo según la situación.

Así, el reflejo de succión, va convirtiéndose en un esquema elaborado y dotado, de una organización más rica, de aquella con la que comenzó.

Subestadio 2: Las primeras adaptaciones adquiridas y la reacción circular primaria (1 a 4 meses)

En el curso de las acciones que realiza el niño de manera involuntaria, hace algo que le resulte agradable: la asimilación funcional, hará que el niño realice intentos de conseguir de nuevo, el mismo efecto, hasta que lo logre, después repetirá la acción una y otra vez.  Ahí vemos la esencia de la reacción circular: La conducta produce un efecto que luego se trata de  reproducir una y otra vez.

La asimilación es ante todo funcional, es decir, que la función se va extendiendo a objetos más variados, la asimilación se hace generalizadora.

 La asimilación se hace recognoscitiva, lo más novedoso de la reacción circular primaria y de los hábitos, es que en comparación con los reflejos, la acomodación empieza a diferenciarse de la asimilación. En el subestadio anterior, la asimilación y acomodación, estaba fundido el ejercicio de los reflejos, que era al mismo tiempo, repetición y acomodación exacta al objeto.

Cuando el sensoriomotor se aplica a situaciones nuevas, se amplía y el contacto con estas da lugar a una conducta especial intermedia, típica de este subestadio, entre el reflejo y la inteligencia: en el reflejo lo nuevo se asimila a lo antiguo y así la acomodación se confunde con la asimilación. En la inteligencia, en cambio, existe intereses por los nuevo y aquí la acomodación se diferencia mucho de  la asimilación; en las conductas del nivel intermedio lo nuevo solo interesa si puede ser asimilado a lo antiguo, pero va rompiendo los moldes anteriores y los obliga a una acomodación algo distinta de la asimilación.

Uno de los logros de este sub-estadio es la aparición de las primeras anticipaciones, el niño se guía por una serie de claves que le permiten ir diferenciando unas situaciones de otras, y en consecuencia ir desarrollando anticipaciones.

En relación con la imitación,  se califica como pre-imitativo a este sub-estadio. El bebe no es aún capaz de incorporar a su conducta las actividades que ve en un modelo, a no ser que sea capaz de realizarla por sí mismo con anterioridad, así el adulto emite un sonido que el niño no posea en su repertorio, la imitación no se produce, por el contrario, si el adulto emite un sonido que el bebe ha emitido, este tiende a repetirlo bajo el estímulo del adulto.

Sub- estadio 3:

Piaget plantea que las reacciones circulares secundarias son conservadoras y asimiladoras, prolongando las reacciones primarias y el interés del niño se desplaza y se exterioriza sobre el resultado material de los actos.

La reacción circular secundaria es casi intencional,  es decir, que es la necesidad que el sujeto prolonga un fin y busca luego los medios para conseguirlos. El sujeto no se propone una meta, sino que provoca un resultado por casualidad, y luego, busca el modo de repetirlo, relacionando sus acciones con dicho resultado.

Existen dos imitaciones importantes, imita aquellas conductas que forman parte de su conducta, y solo imita aquella que puede ver y oír en sí mismo, dicha imitación tiene un carácter conservador, es decir, que presenta limitaciones. El niño empieza a anticipar las posiciones futuras de los objetos que se mueven.

Piaget también menciona un avance, denominándose como reacción circular diferida, aquí el niño está enfrascado en una reacción circular, cuando otro acontecimiento promueve su atención, lo interrumpe y luego lo vuelve a repetir.

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