Principio de Competencia
ggberrios2Ensayo28 de Febrero de 2019
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Principio de Competencia
Por:
Gileyes González Berríos
Dra. Norma Maldonado Santiago
Proseminario de Consideraciones Éticas en la Psicología
Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico
Principio de Competencia
Es un hecho que a través de los años, la rama de la psicología se ha ido desarrollando con un mayor auge, haciéndose notar cada vez más en la sociedad. Como parte de los constantes cambios en las diferentes esferas de la sociedad, la psicología se ha vuelto cada vez más en una herramienta indispensable para contribuir al manejo de las situaciones que se presentan a diario y para todas aquellas exigencias de la vida en la comunidad. Esto, obliga a los profesionales a mantener un compromiso con la sociedad y con la profesión misma, de procurar un comportamiento con los estándares adecuados para brindar un servicio de calidad a la altura que todo individuo merece. Siempre buscando y enalteciendo el mejor interés tanto del público como de la profesión.
Como parte de un cumplimiento adecuado de la profesión, a través de los años, se han creado y establecido códigos de ética, en dónde cada profesión ha establecido una guía para el comportamiento adecuado del los practicantes dentro de la misma. En este sentido y según Rodríguez (2005), los códigos de ética son mecanismos de regulación de la conducta y también, guías para las funciones de autoevaluación y autorregulación de la conducta.
Hoy día, en Puerto Rico, tanto el código de la Asociación de Psicólogos de Puerto Rico, como el código de la Junta Examinadora de Psicólogos de Puerto Rico han tomado como base y modelo el código por el cual se rige la American Psychological Association (Rodríguez, 2005). El código de la American Psychological Association está comprendido por varios principios generales para aquellos profesionales que practiquen la psicología. Entre éstos están: integridad, responsabilidad, respeto, bienestar ajeno, responsabilidad social y el principio que nos atañe en este caso, el principio de competencia. Estos códigos que rigen la profesión de la psicología incluyen el principio de competencia, para procurar que se mantenga unos niveles altos de competencia profesional entre todos los psicólogos que decidan ejercer la profesión.
Para American Psychological Association (2010), el principio de competencia es la capacidad y habilidad para ejecutar una determinada práctica. Este principio destaca el elemento de preparación especializada y establece como límites para la práctica las áreas para las que se posee educación, adiestramiento y experiencia. Se establece como asunto de competencia la necesidad de considerar variaciones con respecto al género, edad, raza, etnicidad y nivel socioeconómico al aplicar un determinado conocimiento psicológico. El punto central es que sólo se puede tomar como área de actividad profesional aquella que cuente con la educación adecuada, el adiestramiento pertinente y la experiencia necesaria.
Por otro lado, en el Código de Ética de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR) se incluye y se hace mención del principio de competencia, abarcando varios aspectos importantes para el cumplimiento del mismo. Entre éstos se encuentra que el psicólogo pueda reconocer los límites de su competencia y las limitaciones de sus técnicas, esto incluye que no ofrezcan servicios para los cuáles no están preparados o capacitados. Este aspecto, es sumamente importante, ya que procura y va en busca de la buena calidad del servicio que sea ofrecido por los psicólogos. Que éstos puedan reconocer los límites de su competencia y las limitaciones de sus técnicas protege la integridad de la profesión y la salud y bienestar del los clientes al recibir un servicio competente.
También, este principio orienta al público a identificar aquellos psicólogos y psicólogas competentes para el ejercicio de la profesión, al igual cuando un psicólogo, violente estas normas éticas, aquellos psicólogos con conocimiento del asunto, deben actuar responsablemente y notificarlo inmediatamente al Comité de Ética de la APPR. Es de suma importancia este aspecto, ya que estas personas que carecen de preparación desalientan la práctica de la psicología y es deber de las personas que reciben los servicios notificar cualquier irregularidad, también como el deber de los colegas de la profesión notificar tales casos por la desacreditación que puede ocurrir de la profesión si psicólogos incompetentes están incumpliendo con este principio. Además, este principio también abarca la responsabilidad de mantener normas elevadas de competencia profesional, siempre en resguardo del interés público y de la profesión. En otras palabras, se refiere a la continuidad y desarrollo de nuestros conocimientos y experiencias como psicólogos para así, estar a la par con las exigencias y los cambios que la profesión requiere para un desempeño de altura con los clientes y la para el mantenimiento integro de la profesión.
Otro aspecto que recoge el principio de competencia del Código de Ética de la APPR es que el psicólogo debe reconocer y asumir las diferencias individuales referentes a edad, género, identidad, etnia, nacionalidad, religión, lenguaje, posición socioeconómica, ideología política y religiosa, orientación sexual, nivel cultural, impedimento o incapacidad. También recalca que deben tener en cuenta que las competencias necesarias para asistir, enseñar y estudiar grupos humanos van a variar con la diversidad de dichos grupos. Este aspecto es de gran importancia en la profesión, ya que a diario los psicólogos están expuestos a la diversidad infinita del ser humano. Si un psicólogo no puede reconocer o asumir las diferencias individuales de sus clientes o no toma en cuenta las competencias necesarias para asistir, enseñar y estudiar grupos humanos van a variar con la diversidad de dichos grupos puede afectar su desempeño como terapeuta haciendo impresiones o diagnósticos errados o en el ámbito de la investigación puede incurrir en serias fallas metodológicas o conclusiones erradas en sus investigaciones. Por ello, es de suma importancia que los psicólogos alcancen y mantengan el adiestramiento y la experiencia necesaria para ofrecer servicios profesionales y de investigación competentes a la altura de la profesión.
Además, se hace mención en este principio, que los psicólogos deben reconocer la necesidad de educación continua y mantenerse alerta a nuevos descubrimientos científicos y cambios sociales. Esto es sumamente pertinente, ya que actualmente vivimos en un constante cambio con todos los adelantos tecnológicos y científicos. La profesión de la psicología, es una de las profesiones más cambiantes y una de las más que sufre los cambios sociales, ya que nuestro estudio y enfoque abarca la conducta del ser humano; y el ser humano es un ente social cambiante. De este modo, es el deber de todos los psicólogos mantenerse alerta a nuevos descubrimientos científicos y cambios social para así, procurar un buen desempeño como profesional con un alto nivel de competencia.
Por otro lado, bajo este principio de competencia los psicólogos también tienen el deber de estimular al cliente a conseguir ayuda en los aspectos importantes del problema cuando éstos caen fuera de los límites de su competencia. En cuanto a esto, es pertinente que el profesional identifique todos aquellos servicios externos a ellos, de los cuales el cliente pueda beneficiarse o necesitar para su mejoría durante su tratamiento. Luego es su deber como psicólogo explicarles e informarles la importancia y los beneficios que los mismos podrían implicar para así, estimularlos a conseguir esa ayuda que necesitan y que está fuera de los límites de la competencia del psicólogo. Esto, nuevamente asegura el bienestar del cliente como de la profesión misma.
También, bajo este principio se tiene el deber de reconocer que la efectividad sus intervenciones depende, en gran medida, de su habilidad para mantener relaciones interpersonales saludables y trabajarlas para que así sean. En este aspecto, es inherente que cada psicólogo sepa trabajar adecuadamente con sus relaciones interpersonales saludablemente, de manera que pueda propiciar un ambiente terapéutico de calidad para incrementar la efectividad de sus intervenciones.
De igual manera, bajo este principio de competencia, los psicólogos deben conocer sus sistemas de creencias, sus valores, necesidades y limitaciones, y la forma como los mismos influyen en su actividad profesional. En este aspecto, los psicólogos deben conocer y estar conscientes de lo antes mencionado, desde su formación como psicólogos. Durante la formación académica se debe comenzar a identificar estos aspectos para conocerlos y lidiar con la influencia que todos y cada uno de ellos podría ejercer ante la diversidad cultural en la que estarán expuestos como profesionales. Esto incluye el reconocimiento de las poblaciones o problemas en particular, en los cuales el mismo profesional no intervendría por conflictos con sus valores y creencias; eximiéndose o refiriéndolos a algún otro colega para garantizar el bienestar de los mismos.
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