Procesos psicológicos

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ELSA CELINA MACÍAS REGALADO

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PROCESOS PSICOLÓGICOS

PROFESOR:

MARIO ALBERTO MALDONADO GUTIERREZ

ADULTEZ INTERMEDIA

11/OCTUBRE/2023

DESARROLLO FÍSICO

Transiciones físicas: cambio gradual en las capacidades del cuerpo

El texto examina los cambios físicos y emocionales durante la edad adulta intermedia, particularmente en las culturas occidentales que valoran la juventud. Para quienes tienen una fuerte conexión entre su autoimagen y su apariencia física, esta etapa puede ser difícil, ya que los signos de envejecimiento pueden implicar una disminución en el atractivo y también confrontar la realidad de la vejez y la muerte. Sin embargo, las personas cuya autoimagen no depende tanto de los atributos físicos suelen mantener una satisfacción similar con su cuerpo. Las mujeres, especialmente en las culturas occidentales, enfrentan fuertes presiones para conservar una apariencia juvenil, mientras que los hombres que envejecen a menudo son percibidos como maduros y valiosos.

Estatura, peso y fuerza: los parámetros del cambio

Durante la edad adulta intermedia, las personas experimentan cambios en su estatura y peso. La mayoría alcanza su máxima estatura alrededor de los 20 años y luego experimenta una pérdida gradual de altura debido al proceso de "asentamiento" de los huesos cercanos a la columna vertebral. Las mujeres son más propensas a esta pérdida debido a la osteoporosis, que puede prevenirse con una dieta rica en calcio y ejercicio regular. Además, durante esta etapa, la cantidad de grasa corporal tiende a aumentar, lo que puede llevar al aumento de peso y la obesidad. Sin embargo, mantener un estilo de vida activo y hacer ejercicio regularmente puede ayudar a evitar el aumento de peso. También se experimenta una disminución gradual de la fuerza, especialmente en la espalda y las piernas, pero esta pérdida es generalmente manejable y puede ser compensada con facilidad.

Los sentidos: la vista y el oído en la edad adulta intermedia

Durante la edad adulta intermedia, las personas experimentan cambios sensoriales, principalmente en la visión y la audición. En términos de visión, alrededor de los 40 años, la agudeza visual disminuye, lo que lleva a la necesidad de lentes para leer debido a la presbiopía. También se producen cambios en la percepción de profundidad y distancia, y la adaptación a la oscuridad se reduce. En cuanto a la audición, la pérdida auditiva gradual es común en esta etapa, afectando principalmente la sensibilidad a los sonidos agudos. Factores ambientales y el envejecimiento contribuyen a esta pérdida auditiva, que puede afectar la capacidad para localizar el origen de los sonidos. A pesar de estos cambios, la mayoría de las personas puede compensar estas pérdidas auditivas mediante ajustes en su entorno, como aumentar el volumen de los dispositivos electrónicos o prestar más atención cuando otros hablan.

Tiempo de reacción: no tan despacio

La preocupación común sobre la disminución de la velocidad durante el envejecimiento no es tan relevante como se piensa. Aunque existe un aumento leve en el tiempo de reacción en la edad adulta intermedia, este incremento es difícilmente perceptible en actividades cotidianas. Por ejemplo, en tareas simples cómo reaccionar a un sonido fuerte, el tiempo de reacción aumenta en alrededor del 20% entre los 20 y los 60 años. En tareas más complejas, como conducir, el aumento en el tiempo de reacción es menor y puede ser compensado por la experiencia y la precaución de los conductores mayores. Además, la participación en programas de ejercicio regular puede retrasar los efectos del envejecimiento, mejorando la salud general, la fuerza muscular y la resistencia física. En resumen, aunque hay un ligero aumento en el tiempo de reacción con la edad, la práctica y el ejercicio pueden mitigar estos efectos y mantener un buen rendimiento en las actividades diarias.

El sexo en la edad adulta intermedia: la continuación de la sexualidad en la madurez

Las parejas casadas tienen más tiempo para actividades sexuales sin interrupciones debido a la ausencia de hijos en casa, y las mujeres posmenopáusicas están liberadas del temor al embarazo. Sin embargo, tanto hombres como mujeres enfrentan desafíos en su sexualidad durante esta etapa. Los hombres pueden experimentar una disminución en el tiempo necesario para lograr una erección y en el volumen de eyaculación, además de una disminución en la producción de testosterona. En el caso de las mujeres, la vagina puede volverse más delgada y menos elástica, lo que puede causar dolor durante las relaciones sexuales, aunque para muchas mujeres, estos cambios no reducen significativamente el placer sexual. La menopausia, que generalmente ocurre alrededor de los 50 años, marca el final de la capacidad de tener hijos y está asociada con una disminución en la producción de hormonas sexuales femeninas. Aunque la menopausia puede estar acompañada de síntomas como sofocos, dolores de cabeza y palpitaciones, no todas las mujeres experimentan estos síntomas y la percepción de la experiencia de la menopausia puede estar influenciada por las actitudes y expectativas de la mujer hacia esta etapa de la vida. También se menciona brevemente el "climaterio masculino", una serie de cambios físicos y psicológicos que ocurren en los hombres durante la edad adulta intermedia, como el agrandamiento de la próstata.

SALUD

Bienestar y enfermedad: las altas y bajas en la edad adulta intermedia

La preocupación por la salud se intensifica, siendo la salud, junto con la seguridad y el dinero, una de las principales preocupaciones para las personas en esta etapa. A pesar de estos temores, la mayoría de las personas de mediana edad disfrutan de buena salud. Las estadísticas del censo muestran que la gran mayoría de los adultos en esta etapa no informan problemas crónicos de salud ni limitaciones significativas en sus actividades diarias. En comparación con etapas anteriores, los adultos de mediana edad son menos propensos a sufrir infecciones, alergias, enfermedades respiratorias y problemas digestivos, ya que su sistema inmunológico se ha fortalecido con el tiempo. Sin embargo, ciertas enfermedades crónicas, como la artritis y la diabetes, comienzan a aparecer en esta etapa. La hipertensión arterial, que a menudo no presenta síntomas evidentes, es común y puede aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas, lo que subraya la importancia de las pruebas médicas preventivas y diagnósticas regulares.

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