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Psicoanálisis y Escuela Humanista


Enviado por   •  14 de Octubre de 2022  •  Síntesis  •  5.569 Palabras (23 Páginas)  •  43 Visitas

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Psicoanálisis y Escuela Humanista

Juan M. Acosta, Mariana V. Barva, Juliana Sánchez y Natalia Y. Vásquez

Facultad de Psicología, Universidad Antonio Nariño

Mgtr. Norbelly Cuellar

23 de marzo de 2022


Resumen

El desarrollo de la psicología ha tenido distintos puntos de partida entre ellos se encuentra el psicoanálisis, aquella teoría de Freud que puso los ojos del mundo sobre él y la psicología, esta teoría tuvo desempeño sobre la libido del hombre, los complejos, las relaciones objetales, etc. Dando paso a escuelas en diferentes partes del mundo, y el desarrollo de debates y nuevos hallazgos sobre esto.

“El sueño es la liberación del espíritu de la presión de la naturaleza externa, un desprendimiento del alma de las cadenas de la materia”

-Sigmund Freud.

Palabras clave: Psicoanálisis, Freud, mecanismos de defensa, psicología.


Psicoanálisis

Su origen se remonta a Freud (1859-1939), se señala que su punto de partida fueron sus propios sueños después de la muerte de su padre, relacionamos en este punto al ensayo “Actitud hacia la muerte leído por vez primera en una reunión de la Wien, filial vienesa de la B’nai B’rit”, en abril de 1915. Allí expresaba: “Los filósofos han aseverado que el enigma intelectual que le planteaba al hombre primordial el cuadro de la muerte lo obligó a reflexionar y devino el comienzo de toda especulación. Yo creo que los filósofos piensan en esto demasiado… filosóficamente; descuidan los motivos eficaces primarios. Por eso, querría restringir y corregir aquella aseveración… No fue el enigma intelectual ni cualquier caso de muerte, sino el conflicto afectivo a raíz de la muerte de personas amadas, pero al mismo tiempo también ajenas y odiadas lo que puso en marcha la investigación de los seres humanos. De este conflicto de sentimientos nació, ante todo, la psicología…” (Woscoboinik, J. y Woscoboinik, R. P, 2006), abren una posibilidad al inicio del psicoanálisis.  

Esta premisa conduce a “los motivos eficaces primarios” de la laboriosa investigación de Freud en el futuro, su hermano Julius muere a los 8 meses de edad, mientras él tenía 1 año y medio, No fue, sin duda, “cualquier caso de muerte sino la de una persona amada, pero al mismo tiempo ajena y odiada” (Woscoboinik, J. y Woscoboinik, R. P, 2006), De ello dan testimonio la reiteración de alusiones al respecto en trabajos de diferentes épocas de su vida y el análisis de algunos de sus sueños.

Hasta el nacimiento de Julius cuando tenía 11 meses, no resulta casual el ejemplo escogido para su trabajo “Construcciones en el análisis” (Sigmund, F. 1937 como fue citado en Woscoboinik. J. y Woscoboinik, R. P., 2006): “Usted, hasta su año X, se ha considerado el único e irrestricto poseedor de su madre. Entonces vino un segundo hijo y con él, una seria desilusión. Su madre lo abandonó por un tiempo y luego nunca volvió a consagrársele con exclusividad. Sus sentimientos hacia su madre devinieron ambivalentes, su padre ganó un nuevo significado para usted.”, siendo un tema que se podría profundizar, pero se alejaría de los orígenes.  

Freud y sus descendientes consideraban que el psicoanálisis y la filosofía eran diferentes, llegando a la conclusión de que el psicoanálisis es una revolución epistemológica sin precedentes llegando a ser comparada con los descubrimientos de Copérnico o Darwin mientras que la filosofía se ha desarrollado como un pensar acerca del fundamento, y dicho fundamento ha conocido en Occidente dos grandes nombres: el Ser y el Sujeto. Sin embargo, el psicoanálisis y la filosofía tienen una estrecha relación y un constante intercambio de ideas.  

Seguramente el término más importante en el psicoanálisis es el inconsciente, cuyo término ha ido evolucionando y dándole un significado más profundo a este concepto, dando inicio al psicoanálisis contemporáneo.  

“Freud define al inconsciente como un sistema de registro y almacenamiento de la experiencia perceptual a través de la inscripción de las representaciones de las cosas, desligadas de sus representaciones palabra, y que funcionan en proceso primario, en donde no opera la negación, los principios de la lógica, la causalidad ni la temporalidad lineal, está definiendo el concepto metapsicológico del inconsciente, el cual lo ubica como sistema “por debajo” del sistema preconsciente y consciente, separado de ellos por medio de la barrera de la represión. Esta es la primera formulación del concepto de Inconsciente que Freud expone en su primera tópica, y que yo denomino El inconsciente como sistema” (Sigmund, F. 1915 como se citó en Kolteniuk, M. 2014)

El inconsciente como cualidad psíquica o de la segunda tópica fue introducido por Freud en El yo y el ello, cuando decidió sustituir el concepto de Sistema por el de Cualidad psíquica para referirse a la topografía de las instancias psíquicas allí introducidas: El Ello, el Yo y el Superyó, (Sigmund, F. 1923).

El Ello, el Yo y el Superyó son los conceptos que Freud utilizó para referirse al conflicto y la lucha de fuerzas antagónicas que, según él, rigen nuestra forma de pensar y de actuar.

El ello: Freud proponía que el Ello o Id es la estructura de la psique humana que aparece en primer lugar. A diferencia de lo que ocurre con el Yo y el Superyó, está presente desde que nacemos, y por lo tanto durante los primeros dos años de nuestras vidas es la que manda a lo largo de ese periodo de tiempo.

El Ello se mueve a partir del principio del placer inmediato, y por eso lucha por hacer que las pulsiones primarias rijan la conducta de la persona, independientemente de las consecuencias a medio o largo plazo que eso pueda conllevar. Por ello se suele considerar que el Ello es "la parte animal" o "instintiva" del ser humano.

El yo: Esta instancia psíquica surgiría a partir de los dos años y, a diferencia del Ello, se regiría por el principio de la realidad. Eso significa que el Yo está más enfocado hacia el exterior, y nos lleva a pensar en las consecuencias prácticas de lo que hacemos y los problemas que puede generar una conducta demasiado desinhibida. Esto hace que se enfrente al Ello para aplacar las pulsiones que emanan de él, para lo cual utiliza los mecanismos de defensa.

En definitiva, el Yo es, según la teoría de Sigmund Freud, la instancia psíquica que se encarga de hacer que la fuerza del Ello no tome el control del cuerpo llevándonos a situaciones catastróficas a corto plazo, y que la del Superyó no llegue a asfixiarnos por su carácter restrictivo. No es simplemente una entidad que limita la influencia de las otras dos, sino que tiene su propia agenda e intereses y se rige por una lógica distinta: la de lo pragmático y la supervivencia.

El superyó: El Superyó aparecería según Freud a partir de los 3 años de vida, y es consecuencia de la socialización (básicamente aprendida a través de los padres) y la interiorización de normas consensuadas socialmente. Es la instancia psíquica que vela por el cumplimiento de las reglas morales. Es por eso el Superyó presiona para realizar grandes sacrificios y esfuerzos con tal de hacer que la personalidad de uno mismo se acerque lo máximo posible a la idea de la perfección y del bien.

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