ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Psicologia Social Comunitaria


Enviado por   •  24 de Abril de 2013  •  2.624 Palabras (11 Páginas)  •  665 Visitas

Página 1 de 11

Pensando crítica y creativamente en psicología (traducción)

La mayoría de personas sabe que debe ejercitar su mente, algo que requiere esfuerzo y práctica, para ser un pensador más claro. Estamos rodeados de pensamiento chato. A veces la gente justifica su flojera mental diciendo con orgullo que son de mente abierta. Esta bien ser de mente abierta, como mucho científicos han observado, pero no es bueno tenerla tan abierta de modo que tu cerebro caiga al suelo.

En este libro, tú ganarás práctica en distinguir la psicología científica de la pseudo ciencia y pensar críticamente. El pensamiento crítico es la habilidad y deseo de lograr exposiciones y hacer juicios objetivos sobre la base de razones bien sustentadas y evidencia, en lugar de basarse en la emoción y la anécdota. Los y las pensadores críticos son capaces de reconocer defectos en razonamientos y resistir exposiciones que no tienen sustento. El pensamiento crítico, sin embargo, no es mero pensamiento negativo. Incluye la habilidad de una persona de ser creativa y constructiva, la habilidad de ofrecer explicaciones alternativas para fenómenos, pensar en las implicaciones de los resultados de las investigaciones y en aplicar nuevo conocimiento a problemas sociales y personales.

Una persistente confusión sobre lo que significa ser mente abierta es la idea de que todas las opiniones son creadas de la misma manera y que las creencias de una persona son tan buenas como las de otra. En materia de preferencias o gustos, esto es cierto. Si tú prefieres un carro Ford a uno Honda, nadie puede hacerte discutir ello contigo. Pero si tú dices “el Ford es un mejor auto que el Honda”, eso es más que una mera opinión. Ahora tienes que sostener tu creencia respecto a la confiabilidad del auto, su eficiencia del carro y su seguridad. Y si tú dices “Los Ford son los mejores del mundo y los Hondas no existen, son solo conspiración del gobierno japonés”, pues corres el riesgo de perder el derecho de que tu opinión se tome seriamente. Tu opinión, si ignora la realidad, no es igual a cualquier otra opinión.

Algunas personas no piensan críticamente hasta que están a mitad de los veintes, o hasta que hayan alcanzado varios años de educación superior. Sin embargo, incluso los niños tienen la capacidad básica para pensar críticamente, a pesar de que puede que no se les crea. Un chico de cuarto grado, a quien se le dijo que la antigua Grecia fue “la cuna de la democracia” respondió “pero ¿qué hay de las mujeres y los esclavos, quienes no podían votar no tenían derechos? ¿Era Grecia una democracia para ellos?” ¡Eso es pensamiento crítico!

Muchos educadores, filósofos y psicólogos creen que la educación contemporánea recorta a los estudiantes al no promoverles que piensen creativa y críticamente. Muy seguid, dicen estos críticos, estudiantes y docentes ven la mente como el envase para el almacenamiento de “las respuestas correctas” o como una esponja para “absorber el conocimiento”. La mente no es ni envase ni esponja. Recordar, pensar y entender requiere evaluación, elección y ponderación de la evidencia. Muchos graduados de institutos y universidades han aprendido a memorizar las respuestas “correctas”, sin la habilidad de pensar críticamente, sin embargo, ellos no son capaces de formular un enunciado racional o ver a través de publicidad engañosa que juega con sus emociones. Ellos pueden no ser capaces de elegir una propuesta política o un candidato, decidir si tener o no hijos, o tener soluciones constructivas a sus problemas. Muchos gastan mucho dinero en medicamentos permanentes sin evidencia de efectividad.

Pensar críticamente no solo es indispensable en la vida cotidiana sino también fundamental para toda ciencia, incluida la ciencia psicológica. Ejercitando el pensamiento crítico, serás capaz de distinguir psicología seria de psicologismo. Para hacer eso, necesitas emplear habilidades lógicas, así como otro tipo de habilidades importantes:

1- Formular preguntas; estar abierto a cuestionar

Cuál es el tipo de pregunta que más exaspera a los padres de niños pequeños? Preguntas del tipo ¿Por qué el cielo es azul, mami? ¿Por qué el avión no se cae? ¿Por qué los chanchos no tienen alas? Vincent Ruggiero sugiere que “el mecanismo clave para el pensamiento crítico es la disposición a ser curioso a cuestionar, a imaginar”. Preguntarse “¿qué está mal aquí?” y/o “¿por qué es esto de la manera que es? ¿Cómo llegó a ser de esa manera?” lleva a la identificación de problemas y retos”. El psicólogo Bob Perloff reveló en una ocasión algunas preguntas de las que hubiera querido tener una respuesta: “¿Por qué las polillas son atraídas por la lana pero no por el algodón?” se preguntaba. “¿Por qué el arco iris es curvo? Solía sentirme tonto, incluso estúpido, porque no sabía por qué o cómo el sol brilla hasta que muy recientemente aprendí que los astrofísicos también están en un dilema sobre esto.

Esperamos que no te aproximes a la psicología como una sabiduría recibida sino como el ejercicio de formular al ser humano cuestiones que resultan en teorías y resultados. Estate atento, también, a las preguntas sobre el comportamiento humano que no han sido aún formuladas. Si lo haces, no solo estarás aprendiendo psicología sino también aprendiendo a pensar en la manera en el que la psicología lo hace.

2- Define tus términos

Una vez que levantas preguntas generales, el siguiente paso consiste en encuadrarlas en términos claros y concretos. “¿Qué hace a la gente feliz?” Es una buena pregunta para irse a dormir, pero no conducirá a respuestas hasta que no hayas definido qué entiendes por “feliz”. ¿Te refieres a un estado de euforia la mayor parte del tiempo? ¿Te refieres a una sensación satisfactoria respecto a la vida? ¿Te refieres a la ausencia de dolor o problemas serios?

Términos definidos pobre o vagamente al interior de las preguntas pueden conducir a respuestas incompletas o engañosas. Por ejemplo, ¿te has preguntado alguna vez si los animales pueden usar el lenguaje? Las respuestas dependen en cómo tú definas “lenguaje”. Si te refieres a un “sistema de comunicación”, entonces las aves, las abejas e incluso los árboles lo tienen. Pero si defines lenguaje como un “sistema de comunicación que combina sonidos o gestos en un número infinito de los enunciados estructurados que transmiten significado” (que es como los lingüistas lo definen), luego, dentro de lo que cualquiera podría afirmar, solo las personas utilizan el lenguaje, a pesar de que algunos animales son capaces de adquirir algunos aspectos del lenguaje en condiciones especiales. La definición hace toda la diferencia.

3- Examina la evidencia.

¿Alguna vez has oído a alguien en el calor de la discusión decir frases como “Simplemente sé que es cierto, no importa que digas” o “Es mi opinión, nada la cambiará”? ¿Alguna vez has hecho este tipo de planteamientos tú mismo? Aceptar una conclusión sin evidencia, o tener la expectativa de que otro la ofrezca, es una señal clara de pensamiento ocioso. Un pensador crítico pregunta “¿Qué evidencia sostiene o refuta este argumento y su oposición?” “¿Qué tan creíble es la evidencia?” Si no es posible cotejar la credibilidad de la evidencia directamente, la persona considera si la evidencia proviene de una fuente creíble.

Algunas ideas populares en psicología han sido aceptadas sobre la base de una evidencia pobre e incluso sin evidencia alguna. Por ejemplo, mucha gente piensa que es saludable exteriorizar su enojo con la primera persona, animal o mueble que se crucen. En realidad, estudios a través de diversos campos sugieren que si bien alunas veces expresar enojo es benéfico a veces, generalmente no lo es. Frecuentemente hace a la persona sentir más enojo, hace sentir al objeto del enojo también sentirse así, disminuyendo la autoestima de todos y promoviendo hostilidad y agresión. Aún así la creencia de que expresar enojo siempre es saludable persiste, a pesar de que la evidencia muestra lo contrario. Talvez puedas pensar en alguna razón por la que esto es así.

4- Analizar supuestos y sesgos.

Los supuestos son creencias que son tomadas por ciertas. Los pensadores críticos tratan de identificar los supuestos implícitos sobre los que exposiciones y argumentos podrían estar basados. El supuesto podría ser “todos los hinchas de este equipo de futbol son idiotas” o “tú tienes una necesidad por el producto que estamos vendiendo” Todos, por supuesto, tenemos supuestos sobre cómo el mundo funcional, no podríamos seguir de otra manera. Si no hacemos explícitos los supuestos propios y ajenos, nuestra habilidad de juzgar el mérito de una proposición o razonamiento podría verse afectado.

Cuando un supuesto o creencia nos aleja de considerar una evidencia equilibradamente, se convierte en un sesgo. Frecuentemente un sesgo se mantiene oculto hasta que alguien pone a prueba nuestra creencia y nos volvemos defensivos y enfadados. Por ejemplo, la mayoría de nosotros, psicólogos incluidos, cree que los padres son la influencia más importante en formar la personalidad del niño. ¿Podría haber algo más obvio? ¿No está en acaso en lo que libros de paternidad, terapistas y en artículos de revistas nos han venido diciendo por años? En 1998, en su libro El supuesto natural (The Nature Assumption), Judith Rich Harris apuntó a cuestionar ese supuesto. Los genes y los pares, ella propone, son influencias más importantes en la personalidad y comportamiento del niño que cómo los padres lo crían. Debido a que esta idea cuestiona un sesgo ampliamente difundido, inmediatamente provoca una tormenta de descrédito, rabia y desdén. Algunos críticos se centraron en sostener la falta de crédito de Harris´s (ella no tiene un Ph. D.) en lugar de su evidencia o lógica, y muchos atacaron el libro sin tomarse la molestia de leerlo. Esa es la naturaleza del sesgo: crea distorsiones intelectuales.

5- Evitar razonamiento emocional

La emoción tiene un lugar en el pensamiento crítico. El compromiso apasionado hacia una postura motiva a la gente a pensar con audacia para defender las ideas singulares y a buscar evidencia para crear nuevas teorías. Pero cuando las buenas intenciones reemplazan un pensamiento claro, los resultados pueden ser peligrosos. “Las persecuciones, guerras y linchamientos”, observó Edward de Bono son todas producto de buen, “son todas producto de buenos sentimientos”.

Debido a que nuestros sentimientos se sienten tan bien, tan naturales, podríamos no notar que la gente que mantiene un punto de vista opuesto lo siente igual de fuerte que nosotros, aunque suele ser así, lo cual implica que la sola convicción emocional pudiera resolver una discusión. Tú probablemente mantienes sentimientos fuertes sobre muchos temas de interés psicológico, como las drogas, las causas del crimen, racismo, el origen de la inteligencia, las diferencias de género y la homosexualidad. Conforme avances en este libro, podrías encontrarte renegando con resultados que no te gustan. El desacuerdo está bien, significa que estás leyendo activamente. Todo lo que pedimos es que pienses sobre por qué estás en desacuerdo: ¿Es porque la evidencia es poco persuasiva o porque los resultados te hacen sentir ansioso o triste?

6- No sobre simplifiques

Un pensador crítico mira detrás de lo obvio, resiste generalizaciones fáciles y rechaza ese tipo de pensamiento. Por ejemplo, ¿es mejor tener control sobre todo lo que te pasa o aceptar con tranquilidad lo que la vida te ofrece? Ambas posiciones sobre simplifican Como veremos, el sentido de control tiene beneficios importantes pero a veces es mejor seguir la corriente.

Una forma común de sobre simplificación es discutir con anécdotas, generalizar la experiencia personal o algunos ejemplos hacia todos: un crimen cometido por un ex convicto en libertad condicional significa que el que vaya allí le odia. Las anécdotas suelen ser también fuente de estereotipo: una mala madre no equivale a que todas son así, un encuentro con un vancuveriano no convencional quiere decir que todos sean locos. Los pensadores críticos quienes más evidencia que una o dos historias antes de perfilar conclusiones tan radicales.

7- Considerar otras interpretaciones

Los pensadores críticos generan creativamente tantas explicaciones razonables de un tema como sea posible antes de elegir la más posible. Supón que un magazine reporta que las personas deprimidas crónicamente tienden a desarrollar cáncer en mayor medida que las que no lo están. Antes de concluir que la depresión causa cáncer, necesitarías considerar algunas otras posibilidades. Talvez la gente deprimida tiende a fumar y tomar mucho, lo cual es uno de los hábitos insalubres que incrementa el riesgo de cáncer. O talvez en estudios sobre depresión y cáncer, antes, cánceres no detectados fueron responsables de sentimientos depresivos en el paciente. Explicaciones alternativas como estas deben ser tomadas por las siguientes investigaciones antes de que podamos concluir que la depresión es una causa directa de cáncer.

Una vez generadas muchas explicaciones para un fenómeno, el pensador crítico elige la que cuenta con la mayor evidencia y la menor cantidad de supuestos sin verificar. Eso quiere decir, que si un adivino te lee la mano predice que pronto enamorarás en una cita a ciegas, viajarás a Zanzibar y tendrás gemelos, entonces una de dos cosas puede ser cierta: el adivino puede leer a través de un número infinito de interacciones entre gente, animales, eventos, objetos y circunstancias que pueden afectar tu vida y saber con seguridad el resultado, incluso es capaz de alterar todas las leyes de la física y retar cientos de historias que muestran que no ha habido, bajo procedimientos apropiados, alguien que haya podido predecir el futuro de algún individuo. Un pensador crítico podría preferir una segunda alternativa porque requiere menos supuestos y tiene más evidencia que lo sustente.

8- Tolera la incertidumbre

Finalmente, aprender a pensar críticamente nos enseña una de las lecciones más duras de la vida: como vivir con incertidumbre. A veces hay poca o nula evidencia que examinar. A veces la evidencia solo permitirá solo conclusiones tentativas, a veces la evidencia aparenta ser suficientemente fuerte para permitir realizar conclusiones hasta que, exasperadamente, nueva evidencia lanza nuestras creencias al caos. Los pensadores críticos están dispuestos de aceptar este estado de incertidumbre. No temen decir “no sé” o “estoy seguro”. Esta admisión no es una evasión sino un estímulo para la investigación creativa adicional.

El deseo de certezas generalmente deja a la gente inconforme cuando los expertos no pueden darles una respuesta a una pregunta. Los pacientes pueden exigir a sus doctores “¿qué quiere decir que usted no sepa qué está mal conmigo? ¡Encuéntrelo y arréglelo!” Los estudiantes pueden exigir a sus profesores “¿qué quiere decir con que es un tema controversial? ¡Solo dígame la respuesta!”. Los pensadores críticos saben que mientras más importante es la pregunta, más difícil será tener una respuesta única y simple.

La necesidad de aceptar cierta cantidad de incertidumbre no significa que debamos abandonar todas nuestras creencias y convicciones. Eso sería imposible, en todo caso: todos necesitamos valores y principios que guíen nuestras acciones Como escribió Vincent Ruggiero “no es el abrazo de una idea lo que causa problemas, es el rechazo a dejar ese abrazo cuando el buen sentido dicta hacerlo”. Es suficiente con formarse convicciones con cuidado y llevar ligeramente, estando dispuesto a reconsiderarlas en tanto nueva evidencia las cuestione”.

Por supuesto, el pensamiento crítico no puede proveer respuestas para todos los dilemas de la vida. Algunas preguntas, como si es que existe un dios y cuál sería la naturaleza de este son en última instancia materia de fe. Además, el pensamiento crítico es un proceso, no un logro concluyente. Nadie se convierte en un perfecto pensador crítico, totalmente liberado de racionamientos emocionales, ilusiones o voluntades piadosas (wishful thinking). Somos menos mente abierta de lo que creemos, es mejor siempre tocar agujeros en los razonamientos de otra persona que examinar críticamente nuestra propia posición. Como dijo Richard W. Paul, el pensamiento crítico es en realidad “el criterio racional imparcial llegado al corazón en tu vida cotidiana.”

...

Descargar como  txt (16.4 Kb)  
Leer 10 páginas más »
txt