TDAH

“Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad ¿Mito o Realidad?”

El trastorno de déficit de atención e hiperactividad más conocido como TDAH, es una condición de origen neurobiológico, algunos especialistas consideran que es hereditario, su patrón de síntomas se presenta por más de 6 meses consecutivos, y por lo general antes de que el individuo haya cumplido los 7 años. Se manifiesta por grados inapropiados de desatención, impulsividad e hiperactividad.

Es una condición de origen neurobiológico, está provocado por un desequilibrio de 2 neurotransmisores cerebrales: La noradrenalina y la dopamina, por lo que se alteran las zonas del cerebro que son responsables del autocontrol y del comportamiento. Algunos especialistas consideran que es hereditario, pues en varios estudios realizados se encontró alteración en los mismos números de genes, pero esto no quiere decir que siempre sea un gen único el responsable de este trastorno, pues se puede presentar en un mínimo porcentaje, pero si lo asociamos con el medio ambiente que rodea al individuo este porcentaje puede aumentar. Al hablar de medio ambiente podemos suponer que en casa existe una deficiente relación y comunicación entre los padres, como por ejemplo: una madre depresiva, un padre alcohólico, hermanos con iguales problemas de conducta, o drogadictos, provoca que el niño llame la atención pues su educación no está siendo la correcta.

Existe de un 3 al 5 % de niños en la edad preescolar que presenta este alguno de estos síntomas: no atiende a clase, no logra terminar la tarea, no puede trabajar en calma, no puede esperar su turno, molesta a otros niños, pierde cosas, deja olvidadas sus pertenencias, se distrae fácilmente, corre y habla en exceso, su curiosidad es insaciable, responde a las preguntas antes de que se hayan terminado de formular. Esto se puede observar en niños que aun no han cumplido los 7 años. Más adelante tendrán problemas intrafamiliares, buscarán un nuevo estímulo, por lo que se debe tener cuidado de que encuentren algo novedoso en los vicios o las drogas. Buscarán más actividades de riesgo. También es muy posible que se presente un bajo rendimiento académico u ocupacional, y repita en su hogar si es que lo ha formado, el mismo escenario que vivió cuando era niño.

El diagnóstico de este trastorno únicamente lo pueden y deben dar un buen equipo de profesionales integrados por: neuropediatra, psiquiatra infantil, neurólogo y psicólogo y psicopedagogo. Al dar el diagnóstico, se debe tomar en cuenta los sígnos que se presentan en los niños y los síntomas que los padres deben describir. Se debe también tener en cuenta que el niño tiene un entorno con el que está en contacto a diario, por lo que yo considero que esto también debe ser evaluado, para poder realizar un buen diagnóstico y a la par un correcto tratamiento.

El tratamiento debe ser farmacológico,

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